En este capítulo abordaremos la introducción a las tecnologías de control que han sometido al humano desde hace aproximadamente 20,000 años. El orden mundial, y la agenda 2030 no es un plan de hace 10, 20 o 100 años, sino es un plan estructurado de miles de años, en los próximos capítulos se expondrá como actúan los chips de control nanométricos y astrales que están más allá de nuestra imaginación ya que sobrepasan a el entendimiento humano y a la tecnología actual por miles o quizás millones de años en evolución. Muchos de estos miasmas y chips burlan a los maestros ascendidos de la fraternidad blanca y a las tecnologías de muchas civilizaciones que pertenecen a la alianza galáctica.

Para poder iniciarse en el poder de la curación por medio del electromagnetismo mental, y de la conexión con los maestros de luz, hay que aprender la teoría de a lo que nos estamos enfrentando.

Nuestra tecnología ha dado saltos interesantes, incluso fantásticos, en los últimos 120 años; en 1900, el científico alemán Max Planck, propuso que la energía no era continua, como pensó Newton, sino que circulaba en pequeños paquetes finitos y discretos, que él llamó de “quantas”.

Cuando analizamos los conceptos de nanotecnología, podemos comprobar que el comportamiento celular del cuerpo humano y de los animales, presenta un futuro de posibilidades para la nanotecnología, pues los científicos han comprobado que copiando la naturaleza (geometría sagrada), consiguen objetivar las máquinas y aparatos que esa tecnología ofrece.

Sin embargo, si hacemos un paralelismo con el contexto que hasta ahora hemos abordado, relativo a los miasmas, a la capacidad de co-crear con el poder de la mente y de la radiación que nuestra mente genera, pasamos a otro nivel de nanotecnología más futurista todavía, que es la manipulación de las ondas y de las partículas mucho menores que un átomo.

Cuando hablamos de seres de otras dimensiones, en la teoría de las Supercuerdas, estamos abordando un tema que está en los límites de lo posible y lo imposible, en niveles donde las medidas de las leyes que conocemos y aceptamos de física cuántica, entran en colapso por falta de teorías que las coloque en orden; aún estamos en pañales respecto al nivel de tecnología cuántica y nanotecnológico como civilización humana.

El poder del flujo mental es una facultad aun no descubierta por la ciencia “promedio”, ya que aún ignoran o no pueden comprobar la capacidad de creación en dimensiones más sutiles donde el giro del átomo es mucho más rápido que en esta nuestra dimensión densa. Es como ver un ventilador estático o girando lento le podemos ver perfectamente sus aspas, pero cuando gira mucho más rápido se vuelven invisibles al ojo humano. Ahora si alguien se pusiera a girar a una velocidad parecida a la de las aspas del ventilador se vuelven a ser visibles. Todo depende de la perspectiva y de la capacidad vibratoria que cada conciencia experimente.

La creación por medio de la mente significa que somos dioses creadores en miniatura, somos fractales de dios creador, y como es arriba es abajo, y todo el tiempo estamos usando la mente, por lo que estamos en constante creación inconsciente en niveles más sutiles que conocemos como otras dimensiones vulgarmente.

Pues bien, aplicando el actual conocimiento científico, la capacidad de crear miasmas(elementales), con el poder de la mente, está dentro de las posibilidades de la física, sin embargo, no es identificable o detectable de forma simple, pues ese flujo de energía estaría en un orden de partícula y onda menor que los rayos gama, lo que significa una estructura menor que un átomo.

Un elemental de odio, rabia y similares, puede ser usado por las fuerzas siniestras de la matriz de control como implantes, o chips que controlan y bajan la frecuencia consciencia de las personas que producen con mucha intensidad ese tipo de forma pensamiento.

Ese elemental implantado, pasa a actuar como un moderador de energía, que acaba por aprisionar a la persona dentro de ese patrón de energía, dejándola cada vez más densa y prisionera de su propia manifestación.

Este tipo de implante es el más difícil de ser detectado, pues tiene relación con la forma de hacer de la persona y de los procesos internos de transmutación del día a día, y por ese motivo pasa desapercibido.

Los elementales miasma, son utilizados para viciar a las personas y son controlados por las estaciones de satélite e irradiaciones específicas de la ionosfera, de forma que mantiene una cúpula de radiaciones que dejan a las personas estresadas y obligadas a la violencia y a la agresividad de forma genérica. Este tipo de situación ataca a todos aquellos que no buscan mantener un control específico sobre sus acciones y sobre el proceso interno de despertar Conciencia.

Esos elementales, trabajados por las jerarquías nefastas, son acoplados dentro de los chacras de energía, en especial en el plexo solar y esplénico, para disminuir la vitalidad de las personas y en la parte trasera de la cabeza, entre la 1 y 4 cervical, consiguiendo que el sistema emocional y nervioso puedan ser controlados y cuanto más egrégoras(colectivos mentales) negativas la persona produzca, más grande es el control que ese sistema de monitorización produce sobre esa persona.