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«No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma»
«No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma»
¡No tengas miedo!
¡No tengas miedo!
Todos en alguna ocasión nos hemos sentido dominados por el miedo. Sentimos miedo ante lo desconocido. Sentimos miedo ante el futuro; ante los fantasmas del pasado que vuelven una y otra vez. A veces, incluso, tenemos miedo de nosotros mismos.
Todos en alguna ocasión nos hemos sentido dominados por el miedo. Sentimos miedo ante lo desconocido. Sentimos miedo ante el futuro; ante los fantasmas del pasado que vuelven una y otra vez. A veces, incluso, tenemos miedo de nosotros mismos.
- ¿Qué cosas o situaciones son las que te dan miedo y te hacen sentirte inseguro?
Frente a los miedos, está la sabiduría de Dios, con sus planes y motivos que no entendemos pero que nos sostienen y calman nuestros miedos.
Frente a los miedos, está la sabiduría de Dios, con sus planes y motivos que no entendemos pero que nos sostienen y calman nuestros miedos.
- Pienso en las distintas maneras en las que Dios se ha hecho presente en mi vida y me ha ayudado. ¿Cómo lo ha hecho? ¿Qué personas ha puesto Dios en mi vida para ello?
"Café solo". Este corto es una historia sencilla, cotidiana. Es una historia, como tantas que conocemos, que puede llegar a ser... o no. Porque muchas veces el miedo nos paraliza, nos impide arriesgar, nos hace renunciar a la vida que nos gustaría tener por miedo a fracasar.
"Café solo". Este corto es una historia sencilla, cotidiana. Es una historia, como tantas que conocemos, que puede llegar a ser... o no. Porque muchas veces el miedo nos paraliza, nos impide arriesgar, nos hace renunciar a la vida que nos gustaría tener por miedo a fracasar.
Vivo dudando y tú me dices: Confía.
Tengo miedo y tú me dices: Ánimo.
Prefiero estar solo y tú me dices: Sígueme.
Fabrico mis planes y me dices: Déjalos.
Me agarro a mis cosas y me dices: Despréndete.
Quiero vivir y me dices: Da tu vida.
Creo ser bueno y me dices: No basta.
Quiero mandar y me dices: Ponte a servir.
Deseo comprender y me dices: Cree.
Busco claridad y me hablas en parábolas,
quiero poesías y me hablas de realidad,
deseo tranquilidad y me dejas inquieto,
quiero violencia y me hablas de paz.
Quiero ser grande y me dices: Sé como un niño.
Quiero esconderme y me dices: Sé luz.
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