La propuesta que te hacemos para mejorar tu musicalidad basada en los acentos es trabajar a tres niveles:
La educación del oído, tanto desde el punto de vista de memorizar canciones como, sobre todo, de aprender a intuir el comportamiento de una melodía, es un ejercicio esencial para mejorar la interpretación de la música y la musicalidad, también cuando queremos mejorar la percepción y la identificación de los acentos.
Hemos seleccionado unas cuantas canciones donde hay diferentes tipos de acentos para que lo puedas trabajar.
Te proponemos que las escuches, una a una; que intentes predecir dónde estarán los acentos, que intentes entender si siguen algún patrón concreto, una secuencia repetitiva determinada. Si, al escucharla, los reconoces con facilidad, pasa a la siguiente. Si no es así, te aconsejamos que la vuelvas a escuchar, las veces que haga falta, hasta que te sea bastante fácil predecirlos.
Los acentos a menudo se pueden predecir a partir de lo que llamamos los patrones musicales predecibles (puedes encontrar más información sobre los patrones en la propuesta que hemos creado al respecto). Escucha, dentro de la misma lista "accents" de Spotify, la pieza Hoy-Hoy-Cab Calloway. Esta sigue un patrón de distribución de los acentos muy habitual. Verás que hace acentos al final del primer, segundo y cuarto ocho y que, mientras el tipo de acento del primer y segundo ocho es muy similar, el del cuarto (atendiendo que debe resolver la frase) ya es bastante diferente. El patrón que hace, aunque va variando a lo largo de la pieza, es el siguiente:
1er ocho: dos acentos en la 5ª pulsación, uno en la 7ª
2on ocho: acento en el 5 y el 7
3er ocho: sin acentos
4o ocho: dos acentos en el 3, uno en el 4 y el 6.
En Let Me Off Uptown-The Delta Rhythm Boys la distribución es la misma, aunque los acentos son diferentes. Recordar y saber reconocer este tipo de distribución de las respuestas te puede ser bastante útil en la interpretación de la música y la musicalidad.
Escucha estos vídeos, uno a uno, sin mirar cómo lo bailan. Identifica los acentos que te parezcan más relevantes. Si no conoces la pieza, puede ser útil analizar dónde están los acentos. Ver si son respuestas a la melodía, si se repiten siempre en unos momentos determinados de la frase, si aparecen en la A o la B... Cuando te sea posible predecir los acentos con cierta facilidad imagina, por cada acento que quieras marcar, cuál sería tu reacción si lo estuvieras bailando. Intenta ser creativo; intenta que tu cuerpo exprese lo que te sugiere la música.
Puedes escucharlo una vez más intentando generar nuevas opciones para cada acento.
Finalmente, puedes visionar el vídeo mirando qué han hecho los bailarines y analizar si es un tipo de respuesta que encajaría en tu forma de bailar y en cómo te hace reaccionar aquel acento.
Ahora hay que seguir practicando. Pon música que tenga acentos (puedes usar la misma que te hemos propuesto antes) e intenta marcar estos acentos a tu manera. Puedes hacerlo tú solo o trabajarlo con tu pareja. Recuerda que no siempre la pista de baile es el mejor lugar donde trabajar estas cosas. Hacerlo en casa, con tranquilidad, centrado en lo que estás haciendo, intentando entender y corregir los errores cometidos, parece mejor opción que no hacerlo en la pista de baile, donde el objetivo principal es pasarlo bien.