Los triples (triple steps) son un elemento esencial del lindy hop. Poderlos hacer con facilidad es imprescindible no sólo para progresar en el baile sino, sobre todo, para disfrutar de él.
Aunque para muchos no resultan ninguna dificultad y los aprenden a hacer con mucha naturalidad, hay un buen número de bailarines para los cuales representan un quebradero de cabeza. Y esto, a pesar de que es más fácil que suceda cuanta mayor edad tenemos, también les sucede a bailarines jóvenes.
Con el tiempo hemos ido desarrollando ejercicios para los alumnos que tienen dificultades con los triples. Los hemos terminado sistematizando en una serie de vídeos, de dificultad progresiva, que pensamos que pueden serte útiles si tus triples no te salen con naturalidad y relajados.
En primer lugar hay que entender que el triple conlleva un cambio de peso, de un pie al otro, en cada paso. Este vídeo nos permite trabajar este concepto. Verás que en estos ejercicios cada paso tiene la misma duración. En próximos vídeos veremos la importancia de alargar el primer paso del triple, ya que la música lleva implícita esta rítmica y expresarlo en el triple dará mucha más naturalidad a nuestro baile, sobre todo en músicas más lentas. Pero, de momento, nos centramos en cambiar el peso con agilidad y naturalidad.
Una vez puedas hacer los pasos en todas las direcciones con facilidad y relajadamente, puedes pasar al siguiente vídeo.
Tal como indica su nombre, el triple (triple step) son tres pasos seguidos. Estos tres pasos los hacemos cada dos pulsaciones (lo que musicalmente se denomina tresillos). Además, para hacer más natural nuestros triples y que expresen mejor el swing de la música, alargaremos la duración del primero (decir Shaa-ga-da es una buena forma de expresar verbalmente la duración de cada uno de los tres pasos).
A medida que lo tengas más interiorizado convendrá añadir el bouncing. Este vídeo te propone ejercicios para hacerlo.
Cuando puedas hacer los triples con una mínima fluidez, puedes pasar al siguiente vídeo.
En los próximos ejercicios añadiremos pasos al triple. Iremos complicando el ejercicio cambiando la dirección de los pasos. Haremos el back to front (rock step atrás, triple, rock step adelante), front to back (iniciamos con un rock step adelante), back to back (ambos rock steps son atrás) y front to front (ambos rock steps adelante).
Repite los ejercicios anteriores hasta que los puedas hacer con cierta facilidad. Cuando te salga pasaremos a trabajar a un ritmo un poco más rápido.
Una buena forma de ganar agilidad es trabajando con una música un poco más rápida. Jugaremos con loss back to front, front to back, back to back y front to front.
Repite los ejercicios anteriores hasta que los puedas hacer con cierta facilidad. Los próximos vídeos te ayudarán a automatizar los triples.
Necesitamos ir cogiendo naturalidad en los movimientos. Una buena manera de conseguirlo es introducir una segunda actividad, sencilla pero que requiera un cierto grado de atención y coordinación, para así facilitar la automatización de los triples. Por ello, en el próximo vídeo, te proponemos combinar movimientos sencillos de brazos y piernas.
Es importante no pasar al próximo vídeo hasta que no puedas coordinar las dos actividades con facilidad.
Complicaremos ahora una poco más la segunda tarea. Para ello los brazos irán cambiando el momento en el cual dan la palmada.
Practica estos ejercicios hasta que consigas hacerlos sin demasiada dificultad.
Este ejercicio aumenta un poco la dificultad coordinativa entre los brazos y las piernas con el objetivo de consolidar la automatización de los triples.
Te aconsejamos que practiques este vídeo intercalándolo con los anteriores. No realizar siempre los mismos ejercicios o en el mismo orden facilita el aprendizaje.
Ahora, en vez de dar palmas, balancearemos los brazos. Lo haremos tanto de forma asimétrica con las piernas (cada brazo se mueve en sentido contrario al de la pierna del mismo lado) o simétrica (los brazos van en la misma dirección que las piernas). Cuando movemos los brazos asimétricamente el movimiento es más fácil atendiendo a que es lo que hacemos de forma natural cuando caminamos. El nivel de dificultad de estos ejercicios es superior y, por lo tanto, es normal que te sea más difícil seguirlos. Si los vas practicando (también mezclado de forma aleatoria con los demás) tu cerebro irá mejorando la coordinación de los movimientos y cada vez conseguirás que los triples sean más libres y espontáneos.
A menudo, cuando hacemos los triples, tenemos el cuerpo bloqueado, tenso. Esto dificulta tanto la propia realización de los triples como la libertad del cuerpo a la hora de bailar. Te proponemos los siguientes ejercicios que intentan desbloquear el tronco mediante diferentes estrategias. Primero trabajaremos el contraste entre triples con mucho bouncing y cuerpo relajado y triples rígidos. También te proponemos que experimentes con la inclinación del cuerpo y con diferentes posiciones de las piernas, las caderas y el cuerpo. Practica estos ejercicios intentando ser consciente del comportamiento del tronco cuando los haces. Intenta conseguir, con la práctica, que el movimiento de las piernas no afecte a la del tronco.
En este vídeo te proponemos el mismo tipo de ejercicios del vídeo anterior pero aumentando un poco la velocidad. Cuando la música es más rápida tendemos inconscientemente a tensarnos un poco más. Justamente por eso pensamos que, una vez consideres que puedes realizar los ejercicios del vídeo 9 con bastante facilidad, trabajar este vídeo te puede ayudar a consolidar la relajación y la independencia del tronco respecto a las piernas.
Una de las cosas que a menudo nos cuesta hacer, mientras hacemos triples, es girar. Para trabajarlo te proponemos ejercicios de cruzamientos de los triples que acaban evolucionando hacia giros de 360 grados mientras hacemos el triple.
Las vueltas rápidas fácilmente nos pueden marear. Una buena estrategia para evitarlo es mantener la mirada en un punto fijo al iniciar el giro y, así que el giro del cuerpo nos impide mantener la cabeza en ese punto, girarlo e ir a buscar nuevamente el punto de partida. En todo caso, si esto te es difícil, intenta, al final de la vuelta, buscar un punto donde fijar la mirada lo más rápido posible.
Si, al hacer el ejercicio, ves que, a pesar de intentar mantener la mirada, te sigues sintiendo muy inestable, no hagas la vuelta completa, gira sólo media vuelta o, incluso, menos hasta que no hayas ido encontrando la estrategia para resolverlo.
Intentaremos añadir más vídeos, con ejercicios de mayor dificultad. Mientras estos no estén disponible te aconsejamos que vayas repitiendo los ejercicios de los vídeos anteriores de forma sistemática. La constancia favorecerá los cambios y la consolidación de las mejoras.