VERSIONES. LA MISMA CANCIÓN, CON DIFERENTES ARREGLOS

Esta página contiene información suplementaria sobre el tema de los estándares y las versiones. Si has llegado directamente aquí quizás te interesará ver primero el contenido del apartado genérico Estándares y versiones.

En algunos ámbitos de la música, como la clásica, cuando un compositor escribe una canción suele definir con todo detalle cómo debe sonar. Cuando se vaya a interpretar esa composición se intentará mantener al máximo la idea y espíritu inicial de la obra y no se cambiará ni una nota de lo escrito en la partitura.

Pero, incluso en este ámbito donde la música está tan bien definida en la partitura, se realizan ciertos cambios en la obra. Por ejemplo se adapta una partitura escrita para orquesta simfónica con el fin de que sea tocada por un duo de violín y piano.

En el ámbito del jazz las modificaciones de la composición original no sólo son habituales, sino que son la norma. Los motivos que llevan a modificarla son múltiples y no son debidos sólo al carácter de improvisación que acompaña este estilo. Quizás la principal causa de la existencia de versiones es el hecho de que, muchas veces, no existe partitura de la versión inicial o, si existe, no es tan precisa como en la música clásica. En los años 20-40, cuando un editor de partituras decidía publicar una canción que se había popularizado y quería vender copias escritas de ella, hacía ya una adaptación de ella. Cada editor hacía la suya y, a menudo, no coincidía con la de los otros. Además, cada una de estas partituras sólo incluía una pequeña parte de la información de la canción que tocaba la banda. Había la melodía, la letra (si era una canción cantada) y el acompañamiento de piano. El acompañamiento podía incluir alguna contramelodia o línea de bajo. Algunas partituras también tenían los acordes para la guitarra pero poco más. Al tocarla los músicos debían complementarlo decidiendo ellos qué haría cada instrumento, creando su propia versión de la canción.

Otro de los motivos de las modificaciones es la necesidad de acondicionar la pieza a las características o estilo musical del momento (darle swing, en nuestro caso), para otorgarle una funcionalidad diferente (el hecho de adaptarla para ser bailada, por ejemplo), para que quepa en la duración limitada de un disco o, simplemente, para diferenciarse de cómo la tocan las otras bandas.

A estas adaptaciones les llamamos versiones o arreglos y el encargado de hacerlas es el arreglista. Él determina cómo será la pieza y qué hace cada uno de los músicos en cada momento. El arreglo puede estar escrito, se puede determinar en los ensayos o, incluso, se puede ir decidiendo mientras se toca. Normalmente, cuanto mayor es el grupo, más preciso es el arreglo. Sobre este arreglo puede (o suele) haber cierto grado de improvisación o cambios que se hacen sobre la marcha, tanto a partir de órdenes orales como a través de las indicaciones que hace el líder de la banda.

En los grupos que tocan para bailadores es muy habitual que haya chorus improvisados. En este caso, el líder de la banda suele indicar quién hará el próximo solo, cuanto durará y qué harán los demás instrumentos durante estas improvisaciones. Lo puedes ver en el siguiente vídeo:

Evidentemente, cada nueva versión de la pieza contiene los elementos principales, los que permiten identificar la canción. Estamos hablando de la base armónica (los acordes que componen la pieza) y la melodía. Hay recopilaciones (antiguamente eran libros, pero actualmente ya hay aplicaciones) donde se puede encontrar la estructura, con sus acordes, de la mayoría de estándares de jazz (puedes consultar una explicación detallada de qué es un estándar en la página que hemos creado al respecto). Allí se define la armonía de cada frase y qué estructura siguen las frases de la canción (por ejemplo AABA o blues de 12 compases).

Por lo tanto, lo que cambia son el número y el orden de las secciones y los elementos no esenciales (como la introducción, los interludios y el final). También suele cambiar el tempo de la pieza y los adornos que hacen los instrumentos o los acompañamientos. Esto hace que una misma canción, al ser interpretada por diferentes bandas, pueda llegar a sonar bastante diferente. Huelga decir que, en principio, los solos que contenga la canción (donde los músicos encargados de hacerlos improvisan sobre la marcha lo que tocan) también serán diferentes.

En el próximo vídeo puedes ver, si quieres, tres versiones de Jive at Five, un clásico de la música swing (y un estándar del jazz), grabada por primera vez por Count Basie en 1939.

Si te apetece, en la siguiente página, puedes ver diferentes ejemplos de versiones de Rose Room. Podrás comprobar en ella como los arreglos no sólo cambian la estructura de la canción, sino también las características de la instrumentación y de la interpretación. También puedes ir a la página donde hablamos de qué son los estándares de jazz y cuál es su origen.


Rose Room, ejemplo de versiones de una misma canción.

¿Qué son los estándares de jazz y los clásicos del swing?