¿QUÉ SON LOS ESTÁNDARES DE JAZZ Y LOS CLÁSICOS DEL SWING?

Esta página contiene información suplementaria sobre el tema de los estándares y las versiones. Si has llegado directamente aquí quizás te interesará ver primero el contenido del apartado genérico Estándares y versiones.

Un estándar de jazz es una composición musical ampliamente conocida, interpretada y grabada entre los músicos de jazz. La lista de canciones consideradas como tales no la fija ninguna institución u organismo; ni hay un acuerdo completo. Cuando una canción es tocada habitualmente y la mayoría de músicos la conocen pasa a ser un estándar.

El concepto estándar de jazz empieza a popularizarse cuando, a partir de los años 40, aparecen las primeras recopilaciones de estándares (los llamados Fake Books y Real Books). Si se comparan los temas incluidos en estos libros rápidamente uno se da cuenta de que, aunque hay canciones comunes, muchas otras no están incluídas en las distintas recopilaciones existentes.

Hay que dejar claro que estándar de jazz no es sinónimo de lo que podríamos llamar un clásico del swing. Un buen número de piezas que fueron éxitos en las pistas de baile o en las emisoras de radio durante los años 30 y 40 no han pasado a ser estándares de jazz. De hecho, el concepto estándar de jazz está ligado más con las piezas que se tocan en las jam sessions (los conciertos donde van subiendo al escenario los músicos y se improvisan completamente los temas) que con el baile o los éxitos comerciales. De esto se puede deducir, además, que hay muchos estándares de jazz que nunca han sido clásicos del swing.

Los Fake Books, estos libros que incluyen los estándares de jazz, están pensados ​​para pequeñas formaciones de baile o, sobre todo, para las jam sessions. Por lo tanto, no incluyen la información completa de la canción (qué debe tocar cada instrumento en cada momento), sino que sólo incluye la armonía (los acordes) y, en algunas ediciones, la melodía y la letra. Se supone que cada miembro del grupo deberá decidir qué hace, ya sea intentando copiar alguna versión existente que le gusta, creando una nueva o, en la mayoría de los casos, improvisando sobre la marcha.

Puedes ver, a continuación, un ejemplo de la información que suelen recoger estas recopilaciones de cada uno de los temas:

Guía:
El Fake Book nos dice que Pick Yourself Up tiene una estructura AABA (32 compases) Cada cuadrado representa un compás de la canción. Vemos que muchos compases incluyen dos acordes, por lo que cada uno de ellos en ese caso dura la mitad del compás (dos pulsaciones). También nos define qué armonía tiene (qué acordes) cada frase.
Observa que, en este caso, nos dice que la primera y la cuarta A son idénticas (por eso ya no repite los acordes en la última línea y hay una flecha que conecta las dos frases) y que la segunda A hace variaciones (por eso la llama A').
También nos informa de una variante de la B y que la canción, originalmente, tenía un verso de 18 compases. Ya que no se suele tocar, ni siquiera nos indica la armonía.
Dice que debe ser tocada a un tempo medio, con ritmo de estándar.
En este caso también nos señala cuáles son las principales versiones grabadas de la canción, para que el músico, si lo desea, las pueda buscar y inspirarse en ellas a la hora de hacer su versión.

¿Cómo llega una canción a ser un estándar de jazz o un clásico del swing?

Aunque hay un buen número de composiciones que ya fueron creadas pensando en los bailadores de swing o, posteriormente, para poder ser fuente de inspiración en las jams musicales, una buena parte del repertorio recorre un cierto camino de cambios y transformaciones antes de convertirse en un estándard o un clásico. Algunos temas nacieron a partir de canciones populares, sobre todo de las partituras impresas en el Tin Pan Alley (conjunto de editores musicales ubicados en una pequeña zona de Manhatan y que dominaron la música popular de los Estados Unidos de América a finales del siglo XIX y en parte del XX). Otras provienen de composiciones para revistas y comedias musicales, espectáculos de variedades o películas. Entre ellas incluso composiciones que ni siquiera tenían un ritmo de 4/4 (por ejemplo el tema When I Grow Too Old to Dream originalmente a ritmo de 3/4).

Estos son ejemplos de temas que provienen de canciones tradicionales o populares (puedes escucharlas en Spotify clicando sobre la canción o yendo a la lista que hemos creado):


Ejemplos que provienen de espectáculos de Broadway (entre paréntesis se indica el nombre del musical donde aparecía la canción y el año en que fue estrenado):


Ejemplos de temas que provienen de películas musicales (entre paréntesis el nombre del film donde aparecía la canción y el año de estreno):

Si buscas estos temas en los diferentes Fake Books, es posible que estén escritos de maneras diferentes. Y no queremos decir que estén escritos con una tonalidad o secuencia de acordes diferente (cosa bastante habitual) sino, sobre todo, a que tengan estructuras diferentes. Uno de los motivos principales por lo que esto ocurre es justamente por el hecho de que la primera versión de la canción no encajaba con el nuevo uso que se quería hacer y se modificaba. Ello suponía que pudiera haber varias versiones, muy diferentes entre ellas, lo que hacía que se derivaran, también, varios estándares. Vamos a ver cuáles fueron las principales transformaciones de la estructura que sufrieron estas canciones.

Pérdida de la estructura verso-chorus

Muchas de las piezas de las que provienen los estándares de jazz y los clásicos del swing, originalmente, tenían dos tipos de secciones bien contrastadas que, sobre todo en Broadway, llamaban el verso y el chorus. El verso era la parte de la canción que tenía la función de encajarla dentro del espectáculo o la película, situando la acción o dando referencias del sentido concreto de la pieza. Tendía a ser menos animado, con un ritmo más pausado e, incluso, escrito en un compás diferente. El chorus era la parte más importante, desde el punto de vista musical, con el mensaje principal, con una melodía más fácil de recordar y más animada rítmicamente. Originalmente el chorus tenía una función de estribillo de la canción, pero fue perdiendo este papel y se fue convirtiendo en una sección elaborada y completa, con frases contrastadas (a principios de siglo XX fue cogiendo popularidad la forma AABA para estos chorus) y bastante atractivo por sí solo.

Ello suponía que, cuando las canciones se tocaban fuera del espectáculo o la película, ya fuera en la radio o en salas de baile, se tendiera a eliminar el verso, lo que hacía que la canción fuera más funcional y más fácilmente popularitzable. Hay que tener presente que, cuando se quería grabar en un disco, se tenían que acortar las canciones para caber en los tres minutos y medio que permitían las grabaciones de la época. También las emisoras de radio exigían canciones cortas, sobre todo para poder poner anuncios más a menudo. Eliminar el verso era la forma más fácil de acortarlas. Omitirlo también facilitaba que los músicos pudieran aprender la canción para hacer improvisaciones en las jam sessions.

Aún así, algunas canciones han conservado el verso. Puedes ver un ejemplo muy conocido en Tain't What You Do:

Una buena muestra de canción que perdió el verso, tal como ya hemos visto antes, es Pick Yourself Up. Se trata de una composición de la película musical Swing Time, de 1936. Se han hecho muchas versiones de ella. Hemos elegido tres, que podrás ver en el vídeo del final de esta explicación.

En la versión original, la de la película, hay dos versos que se encargan de conectar la canción con el argumento de la escena. En ellos Fred Astaire pide ayuda a la instructora de baile (Ginger Rogers). Ella, en el chorus, que tiene una estructura AABA, le da consejos de cómo afrontar las dificultades del aprendizaje. El estribillo está también al servicio de la acción teatral y, cuando Ginger Rogers le dice a Fred Astaire que respire hondo, se levante, se sacuda y vuelva a empezar, la melodía añade un compás musical para que él haga cada una de las acciones. Esto hace que la última A del chorus tenga dos ochos más (4 compases) respecto a las otras dos As.

Pero, cuando la canción se popularizó y pasó a ser tocada para bailadores, los versos no tenían sentido ni atractivo fuera de la película y se eliminaron, como se puede ver en la segunda versión del vídeo, de la Big Band Begues.

La letra ahora, sin el verso, ya no nos habla de superarnos en el baile, sino de reponernos de las contrariedades y luchar para superarlas en general. La canción coge una nueva dimensión que la hace interesante fuera de la película. En esta versión se mantienen los compases extras de la tercera A del chorus. Aunque ya no tiene el sentido de la acción teatral, se aprovecha para jugar rítmicamente con ella.

Finalmente verás que, en la tercera versión del vídeo, interpretada por la Ransom Middle School Jazz Band, aún se simplifica más la estructura y las tres As se tocan igual, con 8 compases (4 ochos) cada una, ya sin verso y sin los compases añadidos. Esta es la versión que la mayoría de los Fake Books consideran como el estándar de esta canción, tal como has podido ver en la imagen del inicio de esta página.

Podemos encontrar muchas más variantes de la estructura de esta canción (poniendo más o menos chorus, haciendo introducciones o finales diferentes, con interludios entre los chorus...). Este vídeo sólo muestra una posible evolución, a modo de ejemplo, para entender cómo, en muchos casos, las versiones originales se transformaron para poder triunfar más allá de los musicales y los espectáculos.

Hay que decir, finalmente, que algunas canciones que luego se convirtieron en estándares ya fueron compuestas pensando directamente en las bandas de jazz y no provienen ni de espectáculos o películas ni son adaptaciones de canciones populares. Estos son algunos ejemplos:

Si no lo has hecho aún, puedes visitar estas páginas que aportan información complementaria a este tema de los estándares y las versiones:


Versiones. La misma canción, con diferentes arreglos.

Rose Room, ejemplo de versiones de una misma canción.