A veces los músicos, cuando improvisan o hacen un arreglo, reproducen esquemas que han oído anteriormente, que les gustaron y que emergen mientras interpretan. También buscan fórmulas melódicas o rítmicas que comporten en los oyentes o los bailarines una sensación de familiaridad.
Uno de los patrones predecibles más universales es "una copita... de ojén" (con muchas variantes). Este patrón lo encontramos en la mayoría de culturas (algo poco habitual pues los patrones suelen estar ligados a un ámbito o cultura). En inglés se suele decir "shave and a haircut, two bits" y lo podemos encontrara también en muchas canciones.
Cuando se ha escuchado mucha música uno se da cuenta de que existen numerosos patrones que se repiten y que se nos acaban haciendo familiares. Cuando escuchamos la primera parte podemos saber ya cómo será la segunda. Esto los convierte en predecibles.
A veces se trata de una melodía (patrón melódico); otras veces, incluso más freqüentemente, es la base rítmica la que nos recuerda alguna cosa que ya hemos escuchado anteriormente y reconocemos como familiar (patrón rítmico).
Aquellos bailarines que son capaces de reconocer estos patrones pueden predecir más fácilmente lo que ocurrirá en la pieza y, en consecuencia, pueden ser más musicales.
De hecho, si analizamos el concepto de patrón predecible desde un punto de vista más general, nos damos cuenta de que hay varios aspectos de la música swing que siguen rutinas establecidas y, por lo tanto, también debemos considerar patrones predecibles. Tal y como analizamos en la página estructura de la música swing, la composición de las frases y la estructura armónica de las canciones siguen diferentes patrones reconocibles que nos servirán para anticipar lo que sonará y adaptar mejor nuestro baile (patrones de la estructura).
Los patrones predecibles son propios de cada sociedad, cultura y momento. Hay que estar inmerso en este contexto para que el patrón sea predecible para la persona que lo escucha.
Sin duda, como en la mayoría de aspectos relacionados con la interpretación y la musicalidad, escuchar mucha música facilitará este proceso de reconocimiento de los patrones (sobre todo si se hace con atención y con la intención de entender la música que suena). Aún así, para hacerte un poco más fácil este proceso, hemos intentado hacer un pequeño catálogo de ejemplos que esperamos te permitan entender mejor a qué nos referimos cuando hablamos de patrones predecibles y te faciliten su reconocimiento.
Analizaremos primero los patrones de la estructura.