Desde pequeños aprendemos que, en un texto, las frases comienzan con una letra en mayúscula y terminan con un punto. Estos convencionalismos son los que nos permiten que lo que una persona ha escrito en un papel, otra lo pueda leer manteniendo el significado de lo que el autor quiso expresar. Cuando hablamos nuestra entonación también deja bien claro cuando empieza o cuando acaba una frase o idea.
En la música, y en el baile, pasa exactamente lo mismo. Existen frases y la mayoría de pasos que utilizamos cuando bailamos swing están pensados para encajar en esa estructura de frases. Si lo que dice la música y lo que dice el baile no coinciden se generan algunos desajustes. Es cierto que estos desajustes no siempre se han de entender en sentido negativo ya que pueden, incluso, mejorar la expresividad del baile. Algunos bailarines son capaces de provocar estos desajustes, de forma voluntaria, y aprovecharlos como un recurso más en el baile. Pero si el desajuste es involuntario e, incluso, inconsciente se puede dificultar la comunicación entre los dos miembros de la pareja de baile y comprometer la sintonía entre bailarines y música.
Pero el reconocimiento de las frases musicales no siempre es fácil. Algunas músicas lo dificultan especialmente, ya sea porque la grabación es muy antigua o porque la diferenciación de los distintos instrumentos es poco contrastada. Sabemos que la práctica hace que los bailarines cada vez lo perciban con mayor facilidad. Para todos aquellos a quienes les cueste este proceso de identificación describimos, a continuación, reflexiones y herramientas que pensamos que pueden ayudarte a mejorar su reconocimiento.
Si observamos una pista de baile fácilmente nos damos cuenta que un buen número de los que están bailando no hacen coincidir el 1 de sus pasos con el 1 que marca la música. Y parece que se lo pasan bien; nada parece dificultar su baile. Por lo tanto, seguro que es importante seguir el 1?
La pista de baile nos parece demostrar que no es necesario. Pero, al igual como hemos dicho en el caso de la percepción y el seguimiento de la pulsación, pensamos que sería deseable que todos los bailarines tuvieran automatizado el reconocimiento del 1. Los motivos que nos llevan a defender esta necesidad son:
De hecho, si miras vídeos de competiciones de Jack & Jill verás que la mayoría de concursantes bailan haciendo concordar los unos de sus pasos con los unos de la música. Puedes mirar, si quieres, algunos ejemplos: J&J Lone Star o ILHC Invitational J&J 2011.
Es cierto que el nivel de compenetración que se necesita en estas competiciones no es el mismo que en el baile social (no competitivo). También es cierto que podemos encontrar vídeos de Jack & Jill donde los bailarines no siguen demasiado claramente el 1. También debemos tener en cuenta que no siempre hacemos pasos de ocho tiempos y, por lo tanto, tarde o temprano, por mucho que queramos empezar cada paso en el 1, esto no será posible. Aún así, los vídeos nos demuestran que el seguimiento de la estructura de la canción es un aspecto que puede ser útil para los bailarines.
¿Te hemos convencido? ¿Quieres mejorar tu reconocimiento del 1? Si es así, este es el proceso que te proponemos: