Ziua Internațională a Lucrătorilor 

Día Internacional de los Trabajadores

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Ayord says:

Dupa cum se vede in capturile de ecran ce urmeaza, prin traducere mecanica (de masina de tradus), concepte precum englezescul "International Workers' Day" sau spaniolescul "Día Internacional de los Trabajadores" rezulta in limba romana ca "Ziua Internationala a Muncii".  Mai mult decat atat, in cultura generala romaneasca, este atat de raspandit conceptul "ziua muncii" astfel incat il regasim si ca articol in "Wikipedia in limba romana" sub titulatura de "Ziua Muncii".

Ceea ce este haios, este ca pe mine echipa de cenzori de pe RoWiki, m-a obstructionat in numeroase randuri, argumentand ca eu folosesc in mod excesiv traducerea automata, si mi-a modificat multe titluri de articole in care scrisesem "Muncii" sau "Drept" cu prima litera majuscula,  In acelasi timp, aceeasi "Wikipedie in limba romana" (care ma are acum blocat pentru un an) este iesita pe piata cu articole precum "Ziua Muncii" (acolo unde este de fapt locul pentru "Ziua Internationala a Lucratorului", sau cu expresia "Wikipedia, enciclopedie online gratuita" acolo unde corect este "Wikipedia, enciclopedie online libera".

A se vedea si / Vease tambien: 

Obervatie. Este foarte greu de gasit referinte, in internet, cu formule de cautare precum "ziua muncii" sau "sarbatoarea muncii"

Ayord says:

Como se puede observar en las capturas de pantalla siguientes, mediante traducción mecánica (traducción automática), conceptos como el inglés "International Workers' Day" o el español "Día Internacional de los Trabajadores" resultan en el idioma rumano como "International Labour Day/Dia Internacional del Trabajo". Además, en la cultura rumana en general, el concepto de "Día del Trabajo" está tan extendido que lo encontramos incluso en un artículo de "Wikipedia en rumano" bajo el título "Día del Trabajo".

Lo curioso es que el equipo de censores de RoWiki me obstaculizo numerosas veces, argumentando que uso excesivamente la traducción automática, y me modificaron muchos títulos de artículos en los que había escrito "Obras" o "Derecho" con la primera letra en mayúscula, Al mismo tiempo, la misma "Wikipedia en idioma rumano" (que ahora me tiene bloqueado durante un año) sale al mercado con artículos como "Día del Trabajo" (donde en realidad es el lugar para el "Día Internacional del Trabajador", o con la expresión “Wikipedia, enciclopedia en línea, gratuita”, alla donde sea correcta la formula “Wikipedia, enciclopedia en línea, libre (incluso gratuita)”.

A se vedea si / Vease también:

Observación. Es muy difícil encontrar referencias, en Internet, con fórmulas de búsqueda como “ziua muncii (labour day)” o “sarbatoarea muncii (labor Holiday)”.

Día Internacional de los Trabajadores <=>  Ziua Internationala a Muncii.

Día Internacional de los Trabajadores <=>  International Workers' Day

Día Internacional de los Trabajadores <=> Международный день трудящихся

Ziua Internațională a Muncii <=> Día Internacional de los Trabajadores

Ziua Internațională a Lucrătorilor <=> Día Internacional de los Trabajadores

Ziua Internațională a Lucrătorilor <=> International Workers' Day

Ziua Internațională a Lucrătorilor <=> Международный день трудящихся

International Workers' Day <=>  Ziua Internationala a Muncii.

International Workers' Day <=>  Día Internacional de los Trabajadores

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es la conmemoración del movimiento obrero mundial. Es una jornada que se ha utilizado para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras. Es día festivo nacional en la mayoría de países.

Desde su establecimiento (aunque la consideración del día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 18891​, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las protestas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvo su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. A partir de entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general que es conmemorada en mayor o menor medida en todo el planeta.

En Estados Unidos, Canadá y otros países no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre, conmemorando un desfile realizado el 5 de septiembre de 1882 en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente estadounidense Grover Cleveland auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos desde 1882. Canadá se unió a conmemorar el primer lunes de septiembre en vez del primero de mayo a partir de 1894.


Índice

1 Historia

1.1 Origen de la conmemoración

1.1.1 La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas de trabajo

1.1.2 El día 1 de mayo, la huelga

1.1.3 La revuelta de Haymarket

1.2 Consecución de la jornada laboral de ocho horas

1.3 Consolidación y extensión durante el siglo XX

1.4 En el siglo XXI

2 Véase también

3 Referencias

4 Enlaces externos


Historia

Origen de la conmemoración

Los hechos que dieron lugar a esta conmemoración están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo xix Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de Estados Unidos. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a inmigrantes de todo el mundo a lo largo del siglo xix.


La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas de trabajo

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. Uno de los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso». En este contexto se produjeron varios movimientos; en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Antes existía una 2 ley que prohibía trabajar más de 18 horas, «salvo caso de necesidad». Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.

La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), en su inicio socialista (aunque algunas fuentes señalan su origen anarquista). En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor cantidad de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas.

En 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada ley Ingersoll,3 estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas, aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas. Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. La prensa generalista de Estados Unidos, reaccionaria y alineándose con las tesis empresariales, calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestó que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».4


El día 1 de mayo, la huelga

El sábado 1 de mayo de 1886,5​ 200 000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200 000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peores que en otras ciudades, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la de maquinaria agrícola Helmans, en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad de sus salarios para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles

În anul 1889, Congresul Internaționalei Socialiste a decretat ziua de 1 mai ca Ziua Internațională a Muncii, în memoria victimelor grevei generale din Chicago, ziua fiind comemorată prin manifestații muncitorești. Cu timpul, 1 mai a devenit sărbătoarea mișcărilor muncitorești în majoritatea țărilor lumii, diversele manifestări căpătând amploare pe măsură ce autoritățile au convenit cu sindicatele ca această zi să fie liberă. 


Continut


Istoric

Reducerea normei orare zilnice de lucru stă la originea semnificației zilei de 1 mai, de sărbătoare internațională a lucrătorilor. În anul 1872, circa 100 de mii de lucrători din New York, majoritatea din industria construcțiilor, au demonstrat, cerând reducerea timpului de lucru la 8 ore.

Data de 1 mai apare pentru prima dată în legătură cu întrunirea din anul 1886 a Federației Sindicatelor din Statele Unite și Canadei (precursoarea Federației Americane a Muncii). George Edmonston, fondatorul Uniunii Dulgherilor și Tâmplarilor, a inițiat introducerea unei rezoluții care stipula ca: „8 ore să constituie ziua legală de muncă de la, și după 1 mai 1886”, sugerându-se organizațiilor muncitorești respectarea acesteia.[1]

La data de 1 mai 1886, sute de mii de manifestanți au protestat pe tot teritoriul Statelor Unite, însă cea mai mare demonstrație a avut loc la Chicago, unde au mers 90 de mii de demonstranți, din care aproximativ 40 de mii se aflau în grevă. Rezultatul: circa 35 de mii de muncitori au câștigat dreptul la ziua de muncă de 8 ore, fără reducerea salariului.

Dar ziua de 1 mai a devenit cunoscută pe întreg mapamondul în urma unor incidente violente care au avut loc trei zile mai târziu, în Piața Haymarket din Chicago. Numărul greviștilor se ridicase la peste 65.000. În timpul unei demonstrații, o coloană de muncitori a plecat să se alăture unui protest al angajaților de la întreprinderea de prelucrare a lemnului „McCormick”. Poliția a intervenit, 4 protestatari au fost împușcați și mulți alții au fost răniți.

În seara aceleiași zile a fost organizată o nouă demonstrație în Piața Haymarket. Din mulțime, o bombă a fost aruncată spre coloana de polițiști. Au fost răniți 66 de polițiști, dintre care 7 au decedat ulterior. Poliția a ripostat cu focuri de armă, rănind două sute de oameni, dintre care pe câțiva mortal. În urma acestor evenimente, 8 lideri anarhiști, care aparțineau unei mișcări muncitorești promotoare a tacticilor militante violente, au fost judecați. Muncitorii din Anglia, Olanda, Rusia, Italia, Franța și Spania au adunat fonduri pentru plata apărării. În urma procesului, 7 dintre acuzați au fost condamnați la moarte (doi având ulterior pedeapsa comutată la închisoare pe viață) și unul la 15 ani de închisoare. Șapte ani mai târziu, o nouă investigație i-a găsit nevinovați pe cei 8. (2.776 bytes)


Eveniment anual

În anul 1888, la întrunirea Federației Americane a Muncii s-a stabilit ca ziua de 1 mai 1890 să fie data pentru susținerea, prin manifestații și greve, a zilei de muncă de 8 ore. Dar, în anul 1889, social-democrații afiliați la așa-numita Internațională a ll-a au stabilit, la Paris, ca ziua de 1 mai să fie o zi internațională a muncitorilor. La 1 mai 1890 au avut loc demonstrații în SUA, în majoritatea țărilor europene, în Chile, Peru și Cuba. După aceasta, 1 mai a devenit un eveniment anual. Până în 1904, Internaționala a ll-a a chemat toți sindicaliștii și socialiștii să demonstreze energic pentru „stabilirea prin lege a zilei de muncă de 8 ore, cererile de clasă ale proletariatului și pace universală”.

La scurt timp, Federația Americană a Muncii s-a dezis cu totul de 1 mai, celebrând în schimb Labor Day („Ziua Muncii”) anual, în prima zi de luni a lui septembrie. Pe 28 iunie 1894, Congresul SUA a adoptat un act confirmând această dată ca sărbătoare legală. Această decizie a fost luată pentru a repara ofensa adusă greviștilor de la Sindicatul American al Căilor Ferate și al căror protest fusese înăbușit prin trimiterea de trupe. Ziua Muncii în SUA este asimilată grătarelor, autostrăzilor aglomerate și ca ultimul week-end lung al verii.[2]

Instrumentare politică

1 mai a devenit, în aproape toată lumea, Ziua Internațională a Muncii. Există și excepții, de exemplu Australia, Elveția și Statele Unite, unde 1 mai nu este o sărbătoare oficială. În majoritatea țărilor vest europene, ziua de 1 mai este zi liberă.

În țările comuniste, ziua de 1 mai a fost transformată într-o sărbătoare de stat însoțită de defilări propagandistice. Regimurile comuniste încercau să ducă tradiția unei mișcării muncitorești internaționale, apărută sub egida celei de-a doua Internaționale. De asemenea, și naziștii au avut tentative de uzurpare a acestor tradiții. Ziua de 1 mai, fusese transformată într-o sărbătoare a comunității naționale germane, promițându-se construirea unui socialism național, în centrul căruia nu se mai aflau muncitorii, ci arianul considerat un prototip al celor ce muncesc. Un discurs rostit de Hitler la 1 mai 1933 este edificator în acest sens: Certurile și neînțelegerile simbolizate de lupta de clasă se transformă acum într-un simbol al unității și înălțării națiunii.[3] Ziua de 1 mai a fost transformată de către naziști într-o sărbătoare propagandistică. Se susținea că ziua de 1 mai trebuie să devină o sărbătoare a întregii națiuni și nu poate fi transformată într-un simbol al luptei proletare și a decadenței.[necesită citare] Serbările câmpenești, chioșcurile cu bere și spectacolele nu lipseau, dar sindicatele fuseseră interzise. Organizațiile muncitorești au fost înlocuite cu directive de la partidul unic. Peste timp, grupări radicale folosesc retorica nazistă, participând la proteste violente având ca pretext ziua de 1 mai (de exemplu, în Germania).

În România, după evenimentele din decembrie 1989, timp de mai mulți ani, ziua de 1 mai nu a mai fost sărbătorită prin festivități decât la inițiativa unor reprezentanți ai unor partide precum PSM și PRM.[4]

În diferite țări

În Germania, 1 mai este zi liberă. Se poartă la butonieră o panglică roșie, în amintirea lui 1 mai 1890, când, în pofida interdicției manifestațiilor de către Sozialistengesetz, militanții Internaționalei au convenit să se întâlnească în parcuri purtând o astfel de panglică. Intrată în uitare în Germania de Vest, ea a fost mare sărbătoare în Republica Democrată Germană.

În România această zi a fost sărbătorită pentru prima dată de către mișcarea socialistă în 1890. În perioada regimului comunist, de 1 mai autoritățile organizau manifestații uriașe pe marile bulevarde. Coloane de oameni, în ținute festive, scandau lozinci și purtau pancarte uriașe. După 1990, importanța propagandistică a zilei a fost minimalizată, dar oamenii se bucură de acest eveniment, sărbătorindu-l în aer liber, la iarbă verde, la mare ori la munte. În 2003, pentru prima oară în istoria postdecembristă, o confederație sindicală (Blocul Național Sindical) a încercat organizarea unei adunări populare, cu mici, bere și muzică, pentru a serba acestă zi. Criticile nu au lipsit, la fel nici acuzațiile de simpatie pro-comunistă, amintirea propagandei PCR fiind încă vie în conștiința populației.[5]


Note


Legături externe

El día 2, la policía había disuelto en forma violenta una manifestación de más de 50 000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas; cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo seis muertos y decenas de heridos.

El periodista Adolph Fischer, redactor del Arbeiter Zeitung, corrió a su periódico donde redactó una proclama (que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca) imprimiendo 25 000 octavillas. La proclama decía:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket. Los hechos posteriores serán conocidos como la revuelta de Haymarket.6


La revuelta de Haymarket

Artículo principal: Revuelta de Haymarket

Se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20 000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías, lo que dejó un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud: mataron a 38 personas y dejaron más de 200 heridos.

Chicago fue declarado en estado de sitio y tras el toque de queda se detuvo a centenares de trabajadores, golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía.

Estos hechos represivos fueron apoyados por una campaña de prensa con citas como:

Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!

La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero.

El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, que luego quedaron en ocho. Las irregularidades en el juicio fueron muchas, violándose todas las normas procesales en su forma y fondo, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a muerte, los cuales serían ejecutados en la horca. El detalle de las condenas es el siguiente:


Prisión


A muerte


Las condenas fueron ejecutadas el 11 de noviembre de 1887.4José Martí, que trabajaba como corresponsal en Chicago para el periódico argentino La Nación lo narró:

... Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el de Parsons. Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...4

Los sucesos de Chicago además costaron la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales; no existe un número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes europeos: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países eslavos.


Consecución de la jornada laboral de ocho horas

A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras:

«Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical».

La consecución de la jornada de 8 horas marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero mundial. El propio Friedrich Engels en el prefacio de la edición alemana de 1890 de El manifiesto comunista dice:

Pues hoy en el momento en que escribo estas líneas, el proletariado de Europa y América pasa revista a sus fuerzas, movilizadas por vez primera en un solo ejército, bajo una sola bandera y para un solo objetivo inmediato: la fijación legal de la jornada normal de ocho horas, proclamada ya en 1866 por el Congreso de la Internacional celebrado en Ginebra y de nuevo en 1889 por el Congreso obrero de París. El espectáculo de hoy demostrará a los capitalistas y a los terratenientes de todos los países que, en efecto, los proletarios de todos los países están unidos. ¡Oh, si Marx estuviese a mi lado para verlo con sus propios ojos!78


Consolidación y extensión durante el siglo xx

Tras los sucesos en Estados Unidos, la Segunda Internacional dio un gran impulso a los intentos por convertir el 1.º de mayo en un día festivo, siempre reivindicando simultáneamente la reducción a ocho horas de la jornada laboral. En 1904, la II Internacional reunida en Ámsterdam pidió a «todos los partidos, sindicatos y organizaciones socialdemócratas luchar energéticamente en el Primero de Mayo para lograr el establecimiento legal de la jornada de 8 horas y que se cumplieran las demandas del proletariado para conseguir la paz universal». Al mismo tiempo el congreso hizo «obligatoria a las organizaciones proletarias de todos los países dejar de trabajar el 1 de mayo, siempre que fuera posible y sin perjuicios para los trabajadores».10​ De esta forma, en todo el mundo las organizaciones trataron de hacer del Primero de Mayo un día festivo oficial en honor a la clase obrera, lo cual se logró paulatinamente en la mayoría de países. 

En Europa durante la segunda década del siglo se sucedieron hitos. El 23 de abril de 1919, el senado de Francia ratificó la jornada laboral de ocho horas e hizo que por primera vez el 1 de mayo de 1919 fuera día no laborable. Dos meses antes en España, la célebre huelga de La Canadiense, dirigida por los movimientos anarquistas en Barcelona, había conseguido que se aprobara en el país el Decreto de la jornada de ocho horas de trabajo,11​ haciendo de España el primer país de Europa en promulgar esta reivindicación,1213​ si bien años después, entre 1923 y 1930, el día se celebró sin manifestaciones, debido a la privación de este derecho durante la dictadura militar del general Primo de Rivera, aunque de 1931 a 1936, durante la República, se conmemoró en las principales ciudades.1412​ 

Tras la Segunda Guerra Mundial y la adopción del socialismo como sistema político en numerosos países de Europa y Asia, y más tarde en África y América, dio un nuevo impulso al Día Internacional de los Trabajadores, al tiempo que en los países capitalistas de Europa, la influencia de los partidos de izquierdas crecía, y con ellos las celebraciones. Por tanto, el Primero de Mayo se convirtió durante la segunda mitad del siglo xx en un día de grandes celebraciones oficiales, manifestaciones populares y desfiles militares en países como la Unión Soviética —donde se hicieron célebres los grandes desfiles frente al Kremlin de Moscú y el mausoleo de Lenin,15​ la República Democrática Alemana o China

En 1954, el papa Pío XII declaró el 1 de mayo festividad de San José Obrero, en la Plaza de San Pedro de Roma, añadiendo un mensaje católico a este día, y abriendo un nuevo concepto de "obreros católicos", con reivindicaciones sociales y fe, siempre en oposición a los métodos e ideas de organizaciones comunistas, y socialistas, principales organizadores de la celebración y hostiles en general a la religión.16

En otros países capitalistas, sobre todo en Estados Unidos, se desalentaron tanto desde las empresas como desde el gobierno las celebraciones del 1.º de mayo, para evitar una mayor influencia de los partidos y sindicatos de izquierda. En Portugal, por ejemplo, el Día Internacional de los Trabajadores se comenzó a celebrar en libertad tras el triunfo de la Revolución de los claveles el 25 de abril de 1974 y en España no se celebró, con el sentido original de la conmemoración, entre 1939 y 1977, durante la dictadura de Francisco Franco, sustituido por la celebración de la festividad de San José Obrero después de su proclamación vaticana.

Debido al clima de reivindicación por un lado y la división del mundo por otro durante la segunda mitad del siglo xx, las celebraciones del Día Internacional de los Trabajadores derivaron en algunas ocasiones en numerosos enfrentamientos, disturbios y masacres, que provocaron o fueron motivo de cambios políticos con relevancia nacional e internacional en algunos casos. Por ejemplo, en Turquía se produjo el 1 de mayo de 1977 la masacre de la Plaza Taksim en Estambul, con un saldo de decenas de muertos;17​ la masacre se produjo en medio de clima de enfrentamiento entre izquierda y derecha a lo largo de toda la década de 1970 que finalizó con el golpe de Estado de 12 de septiembre de 1980.


En el siglo xxi

Al inicio del siglo xxi se comenzó, en muchos países por parte de los medios de comunicación a denominar al Día Internacional de los Trabajadores, como "Día del Trabajo" en un intento de desligar la celebración, ya muy arraigada, de su origen conmemorativo y reivindicativo.

En otros países, en general de colonización británica, han venido celebrando el Labor Day ("Día del Trabajo") en fechas diferentes al 1.º de mayo. En los Estados Unidos de América y Canadá el Labor Day es el primer lunes de septiembre; en Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre; en Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el primero de mayo en Queensland y el Territorio del Norte. Debido a que la festividad tiene un carácter oficial en muchos países, parte de la población continúa participando en las celebraciones y sus reivindicaciones, mientras que otra parte toma el día de descanso para actividades de ocio, etc.


Véase también

El día 2, la policía había disuelto en forma violenta una manifestación de más de 50 000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas; cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo seis muertos y decenas de heridos.

El periodista Adolph Fischer, redactor del Arbeiter Zeitung, corrió a su periódico donde redactó una proclama (que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca) imprimiendo 25 000 octavillas. La proclama decía:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket. Los hechos posteriores serán conocidos como la revuelta de Haymarket.6


La revuelta de Haymarket

Artículo principal: Revuelta de Haymarket

Se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20 000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías, lo que dejó un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud: mataron a 38 personas y dejaron más de 200 heridos.

Chicago fue declarado en estado de sitio y tras el toque de queda se detuvo a centenares de trabajadores, golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía.

Estos hechos represivos fueron apoyados por una campaña de prensa con citas como:

Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!

La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero.

El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, que luego quedaron en ocho. Las irregularidades en el juicio fueron muchas, violándose todas las normas procesales en su forma y fondo, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a muerte, los cuales serían ejecutados en la horca. El detalle de las condenas es el siguiente:


Prisión


A muerte


Las condenas fueron ejecutadas el 11 de noviembre de 1887.4José Martí, que trabajaba como corresponsal en Chicago para el periódico argentino La Nación lo narró:

... Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el de Parsons. Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...4

Los sucesos de Chicago además costaron la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales; no existe un número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes europeos: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países eslavos.


Consecución de la jornada laboral de ocho horas

A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras:

«Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical».

La consecución de la jornada de 8 horas marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero mundial. El propio Friedrich Engels en el prefacio de la edición alemana de 1890 de El manifiesto comunista dice:

Pues hoy en el momento en que escribo estas líneas, el proletariado de Europa y América pasa revista a sus fuerzas, movilizadas por vez primera en un solo ejército, bajo una sola bandera y para un solo objetivo inmediato: la fijación legal de la jornada normal de ocho horas, proclamada ya en 1866 por el Congreso de la Internacional celebrado en Ginebra y de nuevo en 1889 por el Congreso obrero de París. El espectáculo de hoy demostrará a los capitalistas y a los terratenientes de todos los países que, en efecto, los proletarios de todos los países están unidos. ¡Oh, si Marx estuviese a mi lado para verlo con sus propios ojos!78


Consolidación y extensión durante el siglo xx

Tras los sucesos en Estados Unidos, la Segunda Internacional dio un gran impulso a los intentos por convertir el 1.º de mayo en un día festivo, siempre reivindicando simultáneamente la reducción a ocho horas de la jornada laboral. En 1904, la II Internacional reunida en Ámsterdam pidió a «todos los partidos, sindicatos y organizaciones socialdemócratas luchar energéticamente en el Primero de Mayo para lograr el establecimiento legal de la jornada de 8 horas y que se cumplieran las demandas del proletariado para conseguir la paz universal». Al mismo tiempo el congreso hizo «obligatoria a las organizaciones proletarias de todos los países dejar de trabajar el 1 de mayo, siempre que fuera posible y sin perjuicios para los trabajadores».10​ De esta forma, en todo el mundo las organizaciones trataron de hacer del Primero de Mayo un día festivo oficial en honor a la clase obrera, lo cual se logró paulatinamente en la mayoría de países. 

En Europa durante la segunda década del siglo se sucedieron hitos. El 23 de abril de 1919, el senado de Francia ratificó la jornada laboral de ocho horas e hizo que por primera vez el 1 de mayo de 1919 fuera día no laborable. Dos meses antes en España, la célebre huelga de La Canadiense, dirigida por los movimientos anarquistas en Barcelona, había conseguido que se aprobara en el país el Decreto de la jornada de ocho horas de trabajo,11​ haciendo de España el primer país de Europa en promulgar esta reivindicación,1213​ si bien años después, entre 1923 y 1930, el día se celebró sin manifestaciones, debido a la privación de este derecho durante la dictadura militar del general Primo de Rivera, aunque de 1931 a 1936, durante la República, se conmemoró en las principales ciudades.1412 

Tras la Segunda Guerra Mundial y la adopción del socialismo como sistema político en numerosos países de Europa y Asia, y más tarde en África y América, dio un nuevo impulso al Día Internacional de los Trabajadores, al tiempo que en los países capitalistas de Europa, la influencia de los partidos de izquierdas crecía, y con ellos las celebraciones. Por tanto, el Primero de Mayo se convirtió durante la segunda mitad del siglo xx en un día de grandes celebraciones oficiales, manifestaciones populares y desfiles militares en países como la Unión Soviética —donde se hicieron célebres los grandes desfiles frente al Kremlin de Moscú y el mausoleo de Lenin,15​ la República Democrática Alemana o China. 

En 1954, el papa Pío XII declaró el 1 de mayo festividad de San José Obrero, en la Plaza de San Pedro de Roma, añadiendo un mensaje católico a este día, y abriendo un nuevo concepto de "obreros católicos", con reivindicaciones sociales y fe, siempre en oposición a los métodos e ideas de organizaciones comunistas, y socialistas, principales organizadores de la celebración y hostiles en general a la religión.16

En otros países capitalistas, sobre todo en Estados Unidos, se desalentaron tanto desde las empresas como desde el gobierno las celebraciones del 1.º de mayo, para evitar una mayor influencia de los partidos y sindicatos de izquierda. En Portugal, por ejemplo, el Día Internacional de los Trabajadores se comenzó a celebrar en libertad tras el triunfo de la Revolución de los claveles el 25 de abril de 1974 y en España no se celebró, con el sentido original de la conmemoración, entre 1939 y 1977, durante la dictadura de Francisco Franco, sustituido por la celebración de la festividad de San José Obrero después de su proclamación vaticana.

Debido al clima de reivindicación por un lado y la división del mundo por otro durante la segunda mitad del siglo xx, las celebraciones del Día Internacional de los Trabajadores derivaron en algunas ocasiones en numerosos enfrentamientos, disturbios y masacres, que provocaron o fueron motivo de cambios políticos con relevancia nacional e internacional en algunos casos. Por ejemplo, en Turquía se produjo el 1 de mayo de 1977 la masacre de la Plaza Taksim en Estambul, con un saldo de decenas de muertos;17​ la masacre se produjo en medio de clima de enfrentamiento entre izquierda y derecha a lo largo de toda la década de 1970 que finalizó con el golpe de Estado de 12 de septiembre de 1980.


En el siglo xxi

Al inicio del siglo xxi se comenzó, en muchos países por parte de los medios de comunicación a denominar al Día Internacional de los Trabajadores, como "Día del Trabajo" en un intento de desligar la celebración, ya muy arraigada, de su origen conmemorativo y reivindicativo.

En otros países, en general de colonización británica, han venido celebrando el Labor Day ("Día del Trabajo") en fechas diferentes al 1.º de mayo. En los Estados Unidos de América y Canadá el Labor Day es el primer lunes de septiembre; en Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre; en Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el primero de mayo en Queensland y el Territorio del Norte. Debido a que la festividad tiene un carácter oficial en muchos países, parte de la población continúa participando en las celebraciones y sus reivindicaciones, mientras que otra parte toma el día de descanso para actividades de ocio, etc.


Véase también

De acelasi autor / Del mismo autor:

Lumea nu moare după publicațiile mele, dar vorba aia, lumea nu are nevoie de mine, dar eu am nevoie de ea. 

Așa că... dacă nu vine ea înspre mine, fac și eu ce pot pentru a merge eu către ea. Ca oricare, probabil, am și eu foarte multe canale de comunicare cu lumea mea (cu diverse secțiuni ale propriei mele lumi).

Poate că sunt ca un vânător care aleargă după prea mulți iepuri în același timp, și poate până la urmă nu voi prinde niciunul, dar fiecare om este... așa cum e el.

Cred că astăzi (01.05.2024) am făcut cel mai complet tur, pe la aproape toate grupurile de pe Facebook cărora le sunt membru, și pe la aproape toate paginile de Facebook ale mele.

Am urmăritori puțini, publicațiile mele nu prezintă atâta interes pentru alții, cât prezintă pentru mine, dar... asta pot produce, asta trebuie să încerc să vând.

Nimeni nu este interesat să fabrice marfă proastă, deci... nici eu, nimeni nu este interesat să producă marfă proastă, cu care să rămână pe stoc.

De aici îi jos este o listă a grupurilor și paginilor în care am distribuit azi acest articol "Ziua Internațională a Lucrătorilor", și câteva reacții la această distribuire:

El mundo no se muere por mis publicaciones, pero com ese dicho, el mundo no me necesita, pero yo lo necesito.

Entonces... si ella no viene hacia a mí, hago lo que puedo para ir yo hacia a ella. Como cualquiera, probablemente, tengo muchos canales de comunicación con mi mundo (con varias secciones de mi propio mundo).

Tal vez soy como un cazador que persigue demasiados conejos al mismo tiempo, y tal vez al final no consiga atrapar ninguno, pero cada persona es... asi como es.

Creo que hoy (01/05/2024) he hecho el recorrido más completo por casi todos los grupos de Facebook de los que soy miembro y por casi todas mis páginas de Facebook.

Tengo pocos seguidores, mis publicaciones no son tan interesantes para los demás como son para mí, pero... esto es lo que puedo producir, esto es lo que debo intentar vender.

Nadie está interesado en crear cosas no vandables, así que... yo tampoco, a nadie le interesa hacer cosas sin calidad, como para quedarse con ellas en stock.

A continuación se muestra una lista de grupos y páginas donde compartí hoy este artículo sobre el "Día Internacional de los Trabajadores", y algunas reacciones a esta distribución mía: