Cuenca del Esva

Paisaje Protegido de la Cuenca del Esva.

    • Estado legal Sin declarar

    • Instrumento de Gestión Decreto 38/94 En las zonas en las que solape con otras figuras de protección será además aplicable lo recogido en sus Instrumentos de Gestión Superficie 460,26 km 2

    • Localización Concejos de Valdés, Tineo y Salas

    • Accesos A través de la N-634

    • Vegetación representativa Alisedas ribereñas

    • Fauna representativa Nutria. Salmón

    • Otras figuras de protección Incluye la Zona Especial de Conservación Río Esva (ES1200027). Incluye el Monumento Natural de las Hoces del Esva.

El Paisaje Protegido de la Cuenca del Esva se distribuye por los concejos de Valdés, Tineo y Salas, en el tercio occidental de la región. En él se incluye la totalidad de la cuenca hidrográfica del río Esva, que se extiende por una superficie total de 460 km2. El espacio así definido comprende el río Esva, sus afluentes principales (Navelgas, Bárcena, Llorín y Mállene) y los pequeños arroyos que vierten a éstos. Entre las grandes cuencas de Asturias, la del Esva es la que conserva en mejor estado tanto su área de abastecimiento como sus características hidrológicas. El resto de las grandes cuencas hidrográficas soportan importantes aprovechamientos hidroeléctricos, como ocurre en el Navia o en el Narcea, o han sufrido cierta degradación vinculada a una intensa actividad minera o industrial, como ocurre en el Nalón.

La cuenca del Esva aparece claramente delimitada, al oeste por la Sierra de Carondio y su prolongación hacia la costa a través de la Sierra de Buseco, y al este por la Sierra de Tineo y las Sierras de los Vientos. En el paisaje es muy evidente la monotonía silícea del relieve, dominado por una secuencia repetitiva de pizarras, areniscas y cuarcitas, a las que sólo puntualmente se añaden algunos roquedos de calizas y mármoles.

La parte alta de la cuenca se organiza en un relieve abrupto, de fuertes pendientes, valles encajados y sierras de amplias planicies terminales. Sin embargo, ya en el tramo medio y dentro del concejo de Valdés, la confluencia del Esva y el Naraval da lugar a las amplias vegas sobre las que se sitúa el pueblo de Paredes. Las vegas de Paredes, a menudo encharcadas por las aguas del Esva, constituyen un punto en el que la transformación humana del medio natural ha dado lugar a los más hermosos paisajes.

Por debajo de Paredes, la presencia de fuertes relieves cuarcíticos vuelve a estrechar el valle para dar lugar al desfiladero que constituye el Monumento Natural de las Hoces del Esva, tras el cual el paisaje se abre a las anchas vegas que el curso meandriforme del río forma en Brieves y Trevías.

El poblamiento es escaso y sigue dos patrones diferentes análogos a los del relieve. Mientras en la mitad meridional los pueblos tienden a situarse en las cimeras de las sierras, en la mitad septentrional de valles más amplios, el caserío desciende hacia el valle y ocupa las vegas ribereñas. Los principales núcleos de población son los situados entono a Paredes, en el tramo medio, y Brieves y Trevías en los tramos más bajos.

Más información sobre el Paisaje Protegido de la Cuenca del Esva

Geología

La cuenca del río Esva se encuentra próxima al límite oriental de la Zona Asturoccidental-Leonesa. Su estructura geológica viene marcada por grandes estructuras (principalmente pliegues y cabalgamientos) orientadas a grandes rasgos de norte a sur. Las rocas sobre las que se excava la cuenca son casi exclusivamente rocas sedimentarias siliciclásticas (pizarras, areniscas y cuarcitas).

La vida vegetal

La edad de las rocas abarca desde el Precámbrico al Paleozoico inferior. Dentro de las formaciones precámbricas destacan las litologías silíceas (pizarras y areniscas de la formación Pizarras del Narcea); entre las formaciones cámbricas destacan litologías mixtas (calcáreas de la Formación Vegadeo y cuarcíticas de la Formación Herrería) y por último, las formaciones paleozoicas con predominio de las cuarcitas (Formación Cándana y la Serie de los Cabos).

Sobre este sustrato pueden aparecer materiales más modernos relacionados con la dinámica fluvial y la evolución de las laderas de la zona. Sin embargo, lo abrupto del relieve no favorece el desarrollo de formaciones cuaternarias importantes. Así, los depósitos fluviales y las vegas sólo tienen un desarrollo importante, por ejemplo, en las proximidades de la desembocadura.

La cubierta vegetal del Paisaje Protegido de las Cuenca del Eva ha sufrido intensamente las numerosas repoblaciones de pino realizadas en las décadas de los años cincuenta y sesenta.

Fruto de las llamas, la antigua superficie repoblada aparece hoy ocupada por extensos matorrales de brezo rojo (Erica australis subsp. aragonensis), comunidad característica de los suelos silíceos más degradados del occidentes astur.

No obstante, son todavía numerosos los valles y vallejas con masas bien conservadas de carbayeda oligótrofa, que en los lugares más umbríos se acompañan frecuentemente de haya (Fagus sylvatica). En el área septentrional del Paisaje Protegido, dentro ya del concejo de Valdés, abundan castañedas muy envejecidas y escasamente explotadas, por lo que en su seno pueden reconocerse las especies y comunidades características de las carbayedas, hacia las que lentamente evolucionan.

Las masas de bosque más representativas son sin duda las alisedas. Salvo en las riberas más alteradas de las vegas de Paredes y Brieves, el Esva conserva a lo largo de su curso algunas de las riberas menos alteradas de la región. En ellas parecen helechos de ámbito tropical como la píjara (Woodwardia radicans), especie catalogada como de interés especial.

Lugares especialmente valiosos son el de las Hoces y el tramo bajo próximo a la desembocadura en la playa de Cueva.

La vida animal

Los principales valores ambientales del Paisaje Protegido de la Cuenca del Esva se ciñen a las riberas y cauces fluviales y de igual modo ocurre con la fauna.

Las riberas del Esva mantienen lo que probablemente constituya la más nutrida población de nutria (Lutra lutra) de los cauces asturianos. Este hecho da prueba de la enorme riqueza piscícola que albergan sus aguas, principalmente de trucha (Salmo trutta) y salmón (Salmo salar), pero también de anguila (Anguilla anguilla).

El cauce del Esva presenta para todas ellas la ventaja de no disponer de presas significativas, aspecto fundamental en el caso de la anguila, especie para la que todavía no han desarrollados sistemas de escala equivalentes a los utilizados por el salmón. Sorprende, sin embargo, la ausencia de lamprea (Petromyzon marinus) en un cauce que parece reunir características apropiadas para su presencia y que se encuentra en un óptimo estado de conservación. Además de las especies características del medio fluvial, esta zona mantiene poblaciones de especies cinegéticas como el jabalí o el corzo. En las sierras altas del borde meridional no es rara la presencia del principal de los predadores: el lobo (Canis lupus), que puede alcanzar esta área desde los núcleos reproductores cercanos de Carondio y Valledor.

Otros valores

En las sierras altas del borde meridional de la cuenca se sitúan algunas de las brañas de invernada de los vaqueiros de alzada, grupo social que llegado el verano se desplazaba con su familia, ganado y enseres a los pastos altos del actual Parque Natural de Somiedo o a las brañas de Cangas del Narcea. La mejor conservada es sin duda la Braña de Aristébano, en el concejo de Valdés, pero muchos de los pueblos situados a mayor altitud deben su origen a los asentamientos invernales de los vaqueiros.

Otro elemento de notable interés es sin duda el caserío original del pueblo de Brieves, con una proliferación de arcadas, voladizos y pasos altos entre edificaciones situadas a ambos lados de la calle que crea un conjunto arquitectónico de singular valor etnográfico y oscuras raíces.