Cascadas Oneta

Monumento Natural Cascadas de Oneta

    • Estado legal Declarado por Decreto 45/2002

    • Instrumento de Gestión Decreto 45/2002

    • Localización Concejo de Villayón

    • Accesos Acceso a Oneta por la Carretera Local AS-36, que une la capital municipal con la villa de Luarca. Desde el caserío de la aldea, se toma un camino ancho y llano, que entre casas, prados y tierras de cultivo alcanza la senda de empinado descenso a las cascadas.

    • Vegetación representativa Especies fontinales

El Monumento Natural de las Cascadas de Oneta, corresponde a un tramo del río Oneta que se localiza cercano a la aldea del mismo nombre, en el concejo de Villayón. El acceso más fácil a Oneta discurre por la Carretera Local AS-36, que une la capital municipal con la villa de Luarca. Desde el caserío de la aldea, se toma un camino ancho y llano, que entre casas, prados y tierras de cultivo alcanza la senda de empinado descenso a las cascadas. El recorrido descrito, poco más de media hora de cómoda andadura, forma parte de la Red de Senderos Locales del Principado de Asturias, con la clave SL.AS-5, y se encuentra adecuadamente señalizado, existiendo folletos a disposición del visitante en las oficinas del Ayuntamiento de Villayón.

Las Cascadas de Oneta son un conjunto de tres saltos de agua que se escalonan en pocos metros, jalonando el curso del río Oneta. La primera y más espectacular, la de La Firbia, se precipita verticalmente en un salto de unos veinte metros. Por debajo de ésta y casi inaccesibles, existen otras dos cascadas de menor belleza, la segunda por ser de trazado menos vertical y la tercera, la de La Maseirúa, por su pequeña altura.

Desde el punto de vista geológico la zona se asienta sobre los materiales conocidos como Pizarras de Luarca, y concretamente en un nivel dentro de esta formación que se denomina Cuarcita de Sabugo. Estas cuarcitas son responsables de la ruptura de pendiente que da lugar a que el río forme una cascada de altura similar a la capa de cuarcitas.

Al pie de la cascada se ha formado un pequeño pozo de erosión, que se encuentra flanqueado por bloques angulosos cuarcíticos de gran tamaño, sobre el que rompen con estruendo las aguas. Estas cuarcitas son responsables de la ruptura de pendiente que da lugar a que el río forme una cascada de altura similar a la capa de cuarcitas.

Las paredes rezumantes del roquedo, constituyen un hábitat idóneo para el desarrollo de musgos (Sphagnum sp.), helechos y otras especies fontinales. En la ladera de la margen de la cascada aparece una muestra de la vegetación típica del noroccidente de la región sobre sustratos silíceos, una carbayeda oligótrofa con presencia de carbayos, castaños, abedules, arraclanes, laureles y acebos. La fauna más característica de este espacio es la asociada al cauce fluvial del río Oneta.

Entre los mamíferos destaca la presencia de la nutria (Lutra lutra), especie característica de hábitats de gran calidad ambiental y que se encuentra catalogada como especie de interés especial por el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias. La especie principal de peces es la trucha común (Salmo trutta), aunque también aparecen el piscardo (Phoxinus phoxinus) y la anguila (Anguila anguila).

Entre los anfibios destaca la presencia de salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica).