Su pregunta había sonado tan absurda que, por un momento, Clette pensó que le estaba jugando una broma. Esa teoría fue rápidamente descartada porque no había ni rastro de alegría en el rostro del niño. Era la perfecta visualización del miedo de pies a cabeza. El consejo de Edmund se escapó de la mente de Clette y frunció el ceño.
─ ¿Quién te dijo eso?
La desesperación se reflejó en sus pequeñas facciones.
─ Mamá solía decir que las brujas transforman a los niños malos en ranas.
Parecía como si Tita se hubiera imaginado un futuro en el que se convertía en una rana. El niño de ojos llorosos se arrodilló desesperadamente frente a Clette.
─ ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Levántate ahora mismo!
« Oh no, que tal si es herido por un fragmento de vidrio. »
Clette trató de levantarlo pero el niño se arrodilló repetidamente.
─ ¡Hice mal, su excelencia! ¡Por favor, no me c-convierta en una rana! Realmente no quiero convertirme en una.
Gruesas lágrimas rodaron de sus ojos púrpura.
« ¿Qué diablos está pasando? ¿Y por qué estoy, aparentemente, convirtiendo a este niño en una rana? »
Clette era obviamente capaz de convertir a 100 niños en ranas si lo deseara. ¿Pero por qué haría una cosa tan ineficiente?
« Su madre ha llenado completamente su cabeza con toda clase de disparates, ¿cierto? »
Clette decidió que limpiar el vidrio roto era más primordial que reconfortar al niño que lloraba. No sería bueno para nadie que el saliera herido por los fragmentos.
─ ¿Qué rayos está pasando aquí?
Edmund, que no estaba en su habitación por alguna razón, apareció al final del corredor. La escena frente a él era tan ridícula que palabras como esas escaparon de sus labios.
─ Está llorando sólo otra vez, ni siquiera le he hecho nada.
No le respondió a Clette y de inmediato se acercó amablemente a Tita que lloraba.
─ ¿Su majestad, por qué está llorando?
─ ¡Señor m-mayordomo, no quiero convertirme e-en una r-rana!
Edmund acarició la cabeza del niño amablemente y volteó hacia Clette, viéndola con reproche. Ella de pronto se sintió como si fuera una muy mala persona.
« Esto es tan injusto, ¡No le hice nada a Tita! »
─ ¿No has dicho que lo convertirás en una rana, o si, su excelencia?
─ Espera un momento ¿Sospechas de mí?
─ Debería hablar amablemente frente a los niños, su excelencia. No puedo creer que lo hiciera arrodillarse.
─ ¡Él se arrodilló por su propia voluntad! ¿Y qué si lo convierto en una rana? Soy la dueña de este castillo de todos modos.
En un ataque de ira, Clette terminó diciendo algo que no pretendía. Tita inmediatamente comenzó a sollozar incontrolablemente. El sonido de alguien conteniendo su llanto con todas sus fuerzas fue extrañamente desagradable para ella.
─ Lo lamento tanto. ¡Todo fue mi culpa! Perdóneme, por favor, no quiero convertirme en una rana.
─ Su excelencia.
Edmund la llamó como si la amonestara. Esta experiencia era verdaderamente molesta para Clette.
─ ¡Okay! No voy a convertirte en una rana, así que ya deja de llorar.
« Ni siquiera quería convertirlo en una rana en primer lugar. ¿Qué se supone que haré con una pequeña rana de todos modos? ¿Uh? »
Tita se tragó sus lágrimas con una expresión de tristeza.
Ahora que las cosas se calmaron un poco, Clette trató de poner fin a la conmoción emitiendo una advertencia al niño mientras ella se arrodillaba para estar al nivel de sus ojos.
─ Recuerda esto Tita, no te voy a convertir en una rana. Sin embargo, si alguna vez te vuelves a mover descuidadamente mientras hay vidrio roto alrededor, te convertiré en un sapo. Un horrendo sapo. ¡Terminarás comiendo moscas por el resto de tu vida! ¿Entendido?
Antes de que las últimas palabras de Clette alcanzarán a Tita, Edmund rápidamente cubrió las orejas del niño.
─ ¿No le he dicho una y otra vez que sea cuidadosa con la forma en que le habla a su majestad? ¿Por qué no puede ser más amable con él?
─ ¿Cómo se supone que sea más amable que esto, huh? Realmente estoy haciendo lo mejor que puedo.
Edmund ni siquiera se molestó en fingir que escuchaba las quejas de Clette, en su lugar, simplemente se ocupó en tranquilizar a Tita.
Traducción: Leslie
Corrección: Smiley