Clette levantó la cabeza y al igual que la primera vez que ella lo había visto, sus brillantes ojos púrpura la miraban directamente a ella.
¿Qué debería decirle exactamente? Clette fue la primera en esquivar su mirada ya que no sabía qué hacer o decir.
─ Un niño joven como tú pronto se congelaría hasta la muerte si seguía parado ahí.
─ Gracias por ayudarme. ¿Podría saber su nombre?
Clette no sabía cómo responder, así que cambió rápidamente el tema.
─ Si terminaste aquí, entonces puedes regresar a tu habitación. Asegúrate de memorizar lo que te enseñé hoy.
─ Sí.
Los pasos de Tita eran amables y ligeros mientras salía del taller. Las palabras de Tita siguieron haciendo eco en su cabeza, forzando a Clette a ser incapaz de concentrarse en lo que estaba haciendo. Clette concluyó que tener niños alrededor era, en efecto, molesto. Sacudió su cabeza y se deshizo de los pensamientos innecesarios que inundaban su cabeza.
***
Aunque las habilidades de Tita habían mejorado con el tiempo, aún necesitaba algo de guía.
Cómo resultado, Clette le ordenó a Edmund que guiará a Tita.
Clette quería que Tita creciera para ser un joven refinado. Quería que Tita tuviera la misma educación que un joven noble o un príncipe debería tener. Sin embargo, Clette estaba preocupada de que Tita no pudiera controlar su naturaleza malvada. Si la naturaleza malvada de Tita fuera expuesta, entonces sería usada contra él como una debilidad. Pero actualmente, Tita no tenía conocimiento sobre pelea de espadas o incluso defensa propia.
Afortunadamente, Tita aún era joven y había tiempo para que aprendiera a controlar su naturaleza violenta. Actualmente, no había tenido algún arranque violento, en su lugar, solo había revelado su buena naturaleza y lado gentil.
─ Tita es un niño muy inteligente. Él aprendió el alfabeto hace sólo unos días, pero ya puede leer extensos libros de historia.
─ Me está empezando a gustar este protagonista masculino.
─ ¿Uh?
─ No, no es nada. ¿Hay algo más que hayas notado?
─ ¿Notado?
─ Por ejemplo, ¿Alguna vez ha mostrado un signo de violencia? ¿Alguna vez ha hecho un berrinche o te ha dicho palabras groseras?
Clette parecía bastante seria cuando preguntó esto, pero Edmund no pudo evitar reprimir una risa que casi escapaba de su boca. El creyó que Clette solo bromeaba con él, y esa broma era el peor chiste que alguna vez hubiera escuchado.
─ ¿Qué está diciendo? El niño es extremadamente gentil y tímido. ¿No puede ver el comportamiento nervioso que tiene?
Clette dio un suspiro de alivio. Parecía que todo estaba bien por ahora.
─ ¿Puedo preguntarle algo?
─ ¿Qué es?
─ ¿No se sentirá sola aquí?
No había mucho significado detrás de las palabras de Edmund, pero la realidad detrás de sus palabras le llegó a Clette.
Lo que Edmund dijo, era verdad. El castillo ya era un lugar lúgubre y frío, y Tita era el único niño viviendo en el castillo actualmente. ¿Se sentiría triste Tita si viviera solo con Edmund y Clette? ¿No les gusta a los niños de su edad jugar en grupos?
─ Su excelencia, debería visitarnos más. Parece que el príncipe imperial se ha encariñado con usted.
─ ¿Por qué debería?
─ …
Desde que Tita le agradeció, Clette estaba dudosa de encontrarse con él. Clette solo quería educar al niño apropiadamente. Ella no sabía cómo mostrarle nada de afecto y tenía miedo de apegarse a él. Temía que cuando el tiempo llegase, ella le permitiría a Tita matarla por compasión y por afecto hacia él.
─ Puedes irte ahora si no necesitas nada más.
Clette podía ver la mirada de desaprobación de Edmund desde la orilla de sus ojos. Pero ¿Cómo podría Edmund entenderla? Él no conocía el futuro, así que no podía entender por qué ella actuaba de esa forma. Clette no le dio importancia pretendiendo que no se dio cuenta. Se preguntó si Edmund haría lo mismo si estuviera en sus zapatos.
Clette reflexionó sobre las palabras de Edmund una vez más. Tita necesitaba un amigo con quien hablar para compartir sus sentimientos. Él necesitaba a alguien que lo acompañe pero ¿Dónde podía Clette encontrar tal compañero? En Velos no había mucha gente de su edad.
¿Qué debería hacer Clette?
Unos días después, Clette trajo un cachorro al castillo. A primera vista, se veía cómo un cachorro ordinario, pero el cachorro era una mezcla de un perro y un demonio; su nombre era Canis.
El cachorro era del tamaño de su palma, pero una vez que creciera por completo, su tamaño sería comparable al de un león. Dado que era mitad demonio y mitad perro, era mucho más fácil domarlo. El cachorro será muy leal a su dueño si se le cría desde muy joven. Aunque el demonio crecerá exponencialmente, era bastante rápido y ágil, perfecto para cazar herbívoros rápidos y demonios pequeños.
Recibió este cachorro de un hombre que vivía en sus tierras que pidió la jefatura de Lycans. Aunque era difícil para ella ponerle las manos encima a ese cachorro, Clette no tenía mucha opción. Era difícil para crías jóvenes como este cachorro sobrevivir por sí mismos, así que lanzó el mismo hechizo que había puesto en Tita. El hechizo fortalecería su sistema inmune y ayudaría a combatir el frío.
¿Qué debería decir cuando le dé este Canis a Tita?
« No tienes nada como esto, así que traje uno para ti. »
« Acabo de recogerlo de la calle. Yo no lo compré para ti…? »
Todo lo que Clette pudo pensar eran estas dos líneas penosas. Se preguntó si debería pedirle un consejo a Edmund, pero él probablemente se reiría de su dilema. Tal vez debería ordenarle a Edmund que le llevara el cachorro a Tita por ella.
Clette miró a Canis.
─ Tu maestro es un solitario al igual que tú, así que deben cuidarse el uno al otro muy bien.
Traducción: Leslie
Corrección: Smiley