¡No puedo creer que esté usando el juramento divino para algo como eso! ¿Cómo se atreve a tratarme como una niñera sin saber que es por mi que su reino está protegido de los bárbaros? ¡Estos malditos emperadores! Cada uno de ellos es igual al anterior, es como si tuvieran miedo de que alguien pudiera pensar que no son de sangre imperial. ¡Incluso la manera en la que me usan es egoísta y permanece igual a través de las generaciones!
La evaluación de las personas sobre Clette también cambiaba de vez en cuando.
Le temían, pero a la vez la admiraban y al mismo tiempo la despreciaban.
─ ¿A quién se le ocurren estas ideas inconscientes?
Podrá ser una decisión sinvergüenza pero bajo ningún término era irracional para el emperador designar a Clette cómo la guardiana del príncipe. La familia real había estado atrapada entre la espada y la pared por generaciones, hasta el punto en que incluso un hijo ilegítimo era atesorado. El guardián del príncipe no podía ser cualquier noble, si no uno de respeto e innegable nobleza; al mismo tiempo no debía tener motivos ocultos. Eso hacía a Clette la opción perfecta porque ella, a pesar de tener el título de Gran Duquesa, no tenía interés en la política de ningún modo.
El emperador, consciente de su inminente rechazo, primero envió al niño y meticulosamente cerró cualquier salida que su plan pudiera haber tenido. Clette miró al niño que agachaba la cabeza como alguien que hizo algo malo. Había, de hecho, otra razón por la que el emperador le envió a este pequeño niño a ella. El esperaba que Arpen conociera su final en Velos.
Cómo sugería el indiferente tono de su carta, el emperador no esperaba que Clette cuidara apropiadamente al joven príncipe en absoluto. En la novela, había sido un milagro que este niño lograra sobrevivir hasta la adultez en Velos sin el cuidado apropiado. Que el protagonista masculino creciera como adulto depravado y no filial pudo haber sido un acto de venganza contra su padre que lo había abandonado. A Clette no podría haberle importado menos la muerte del emperador en la trama. Pero el hecho de que ella era arrastrada a ese desastre y moría era un asunto de seria importancia.
No podía desobedecer la orden directa del emperador, aún así, dudaba en aceptar al niño.
─ Aah… Lo siento.
La voz del niño era tan débil que no habría entendido sus palabras si no hubiera estado viendo sus labios mientras hablaba. Clette miró estúpidamente al niño que se disculpó.
« ¿Por qué se está disculpando? »
Un silencio incómodo se mantuvo entre ellos por un rato. Eventualmente el pequeño niño abrió los labios y habló una vez más.
─ Debe ser muy inconveniente para usted que haya aparecido de pronto en su puerta, lo siento. Puede decirme que me vaya, estaré bien.
─ ¿Uh?
Sorprendentemente las palabras del niño no son incorrectas, sin embargo Clette no se lo esperaba.
« ¿Son esas palabras que deberían ser pronunciadas por un niño? »
Durante sus largos 200 años en este mundo, no había visto “cosas” pequeñas muy a menudo. No muchas cosas vivas florecían en Velos, a excepción de los monstruos demoníacos pero incluso ellos la tenían difícil para preservar sus especies. En ese territorio, donde encontrar larvas era una cosa rara, los niños humanos eran como un mito.
Podía decirle al emperador, que esperaba este resultado, que el niño no pudo ganar contra los elementos y dejó este mundo. A pesar de haber vivido 200 años en este mundo como la bruja de Velos, ella no se atrevía a hacer eso. Tal vez vivió como una bruja por 200 años pero su humanidad permanecía intacta.
Traducción: Leslie
Corrección: Smiley