Podría haberlo matado fácilmente si quisiera, pero sus manos no se movían. Clette deseaba que matarlo no pesara tanto en su consciencia. Deseaba ser capaz de deshacerse de esa molestia ella misma. Pero no podía rechazar al pequeño niño que se parecía a un cachorro abandonado en un día lluvioso. Incluso si este cachorro estaba destinado a ser una bestia que acabaría con su vida en el futuro.La evaluación de las personas sobre Clette también cambiaba de vez en cuando.
« Tal vez… Tal vez si solo lo crío bien, el futuro podría cambiar. »
Clette tal vez no tenía una personalidad digna de alabar, pero podría ser útil, ¿cierto? Su único problema, ahora, es la forma de cómo decirle al niño que su preocupación era tan innecesaria.
─ Absurdo. ¿Me veo como alguien que puede ser molestada por un pequeño niño como tú?
Clette no sabía si había algo mal con lo que dijo, pero sus palabras parecían solo haber hecho lagrimear al niño. Pequeñas gotas se acumularon en sus pestañas alrededor de sus ojos púrpura causando que ella se sintiera desconcertada. ¿Qué se supone que debe hacer uno en situaciones como estas?
« ¡Vamos a consolarlo por ahora…! »
─ ¿Y qué quieres decir con que estarás bien cuando no tienes un lugar al que regresar? ¿Huh?
Su intento por consolarlo sólo sirvió para empeorar las cosas. Grandes lágrimas cayeron por las mejillas del niño mientras sus delgados hombros temblaban.
« ¿No era eso? »
─ ¿Qué pasa con esas lágrimas? ¡No hagas eso! Deja de llorar.
« No sé lo que fue, pero algo de lo que dije lo puso triste. ¡Por favor, deja de llorar, niño! »
Como si pudiera escuchar su voz interna, Edmund regresó pronto. Él miró a Clette con una expresión frustrada.
─ Su excelencia, me fui por un momento y usted ya ha hecho llorar al niño.
─ Realmente no ha sido mi culpa, él está llorando solo… No hice nada que lo hiciera llorar.
Edmund miró a Clette, quien trataba de hacer una excusa después de sentirse agraviada.
─ Estoy seguro de que ese es el caso, su excelencia. Sin embargo, usted es la clase de persona que se vería terrorífica para el pequeño niño incluso si solo se para sin hacer nada.
Clette miró su reflejo en el espejo para ver qué quería decir Edmund exactamente y la mujer que miraba tenía un largo cabello blanco acompañado de afilados ojos azules y una figura delgada; sus exquisitas facciones se asemejaban a una escultura de hielo.
Clette tenía la apariencia de una reina de nieve, de aquellas que podrían encontrarse en Narnia y tal. Ella podía permanecer joven a pesar de tener más de 200 años debido a la habilidad que sólo las brujas tienen; lucir tan jóvenes como de 20 años a pesar de su edad.
─ ¿Qué tiene de malo mi cara? Es hermosa.
En los primeros días del imperio, cuando la Clette original seguía con vida, el nombre 'Clette' era usado como adjetivo para implicar belleza. Incluso ella se enamoró de esta cara cuando transmigró a este cuerpo. Ella pasaba su tiempo admirando la fría belleza de su nueva cara cada día en el espejo.
Incluso en la sociedadmoderna, el nombre 'Clette' se había convertido en leyenda. Su fatal belleza todavía era pintada por artistas. La ahora complacida duquesa se volvió hacia Edmund, segura de que no había nada malo con su apariencia.
─ Estoy consciente del hecho de que has envejecido, pero no te has vuelto senil ¿o tienes presbiopía?
─ No.
─ ¿Ya has olvidado el recuerdo de ti gritando que me amabas y aferrándote a mí con lágrimas?
A pesar de haber sacado una memoria como esa para molestarlo, él alguna vez joven y tímido hombre sólo resopló a Clette. Él, que no podía ni mirarla apropiadamente a los ojos, ya era viejo y gris. Edmund se había convertido en una persona que ya no reaccionaba mucho a sus palabras.
─ Era joven en ese entonces; Además no estoy comentando basándose en los estándares de fealdad o belleza. ¿Qué niño no rompería en llanto después de ver su fría cara?
Edmund sostuvo al niño en sus brazos y empezó a consolarlo.
─ Por favor no llore, su alteza. Una sonrisa le queda mejor a su hermoso rostro que las lágrimas.
Traducción: Leslie
Corrección: Smiley