Chomsky y Halle, en su libro The Sound Pattern of English, continúan desarrollando la teoría de los rasgos distintivos. De hecho, esta obra está dedicada a Roman Jakobson. Sin embargo, los rasgos que proponen Chomsky y Halle difieren de los que propusieron Jakobson, Fant y Halle (1952) y Jakobson y Halle (1956) en diversos aspectos. Chomsky y Halle proponen cambios que constituyen una mejora con respecto a las insuficiencias del modelo jakobsoniano. Leer la fundamentación de los cambios resulta un ejercicio muy valioso para comprender cómo se puede modificar una teoría con la finalidad de conseguir una mayor capacidad explicativa.
En el capítulo 7 (capítulo 3 en la versión castellana) de The Sound Pattern of English, se presentan los rasgos que proponen los autores, junto con sus correlatos articulatorios (en algunos casos también acústicos y auditivos) y con ejemplos que muestran su conveniencia para la descripción de aspectos fonológicos de diferentes lenguas. A continuación, podemos ver una comparación de la clasificación de las clases principales de segmentos fonológicos que permiten realizar el modelo de Jakobson y Halle (1956) y el de Chomsky y Halle (1968).
Como se puede observar, Chomsky y Halle mantienen la propuesta de que los rasgos son binarios, pero introducen el rasgo [+sonorante / -sonorante], con el cual dividen la clase de las consonantes de Jakobson y Halle en dos: obstruyentes y nasales. Este rasgo también permite incluir en una sola clase, la de los segmentos [+sonorante], a las vocales, las nasales, las líquidas y los glides; las obstruyentes son los únicos segmentos [-sonorante]. Otra novedad de este modelo es que presenta dos tipos de glides: las glotales (como en el modelo jakobsoniano) y las semiconsonantes.
Una particularidad de The Sound Pattern of English es que en el capítulo 8 presenta una propuesta diferente de los rasgos de clase mayor. Esta nueva propuesta, que presentamos a continuación, es la que predominó en los trabajos posteriores de la fonología generativa.
La novedad de esta propuesta es la supresión del rasgo [+vocálico / -vocálico], que habían propuesto Jakobson, Fant y Halle y habían mantenido Chomsky y Halle en el capítulo 7. En su lugar, introducen el rasgo [+silábico / -silábico] que, en su valor positivo, corresponde a la función de núcleo silábico y que no presenta un correlato articulatorio o acústico. Este rasgo recoge en clases diferentes las líquidas y nasales que funcionan como núcleo silábico y las que no. También propone que la diferencia entre las vocales y sus correspondientes glides es que las primeras ocupan el núcleo silábico y los segundos no. El cuadro que ofrecen Chomsky y Halle no presenta obstruyentes [+silábico], pero el modelo sí predice su existencia y, de hecho, existen en algunas lenguas.
Las clases mayores de segmentos se subdividen en otras mediante rasgos binarios. Una diferencia importante con respecto al modelo jakobsoniano es la preferencia del criterio articulatorio, antes que acústico, para la definición de los rasgos. A continuación, podemos observar este cambio en la propuesta de los rasgos [+anterior / -anterior] y [+coronal / -coronal], que equivalen, aproximadamente, a los rasgos [difuso / compacto] y [agudo / grave], respectivamente.
Como podemos observar, el rasgo [+anterior / -anterior] divide a la cavidad oral en dos: desde la zona labial hasta la zona alveolar y desde la zona postalveolar hasta la zona glotal. Por su parte, el rasgo [+coronal / -coronal] corresponde a segmentos articulados con la parte anterior de la lengua versus segmentos que no se articulan con este órgano articulatorio.
Esta clasificación requiere subclasificaciones para abarcar otros puntos de articulación. Como sabemos, los segmentos labiales pueden ser bilabiales o labiodentales y algunas lenguas, como el ewe, oponen distintivamente fricativas sordas y sonoras en estos dos puntos de articulación. Chomsky y Halle proponen que este contraste puede recogerse mediante el rasgo [+estridente / -estridente]: el sonido estridente [f] presenta mayor ruido que el mate [ɸ]. Los autores sostienen que, articulatoriamente, también se diferencian por el rasgo [+distribuido / -distribuido]. La constricción del aparato fonador a lo largo de la cual pasa el aire es relativamente mayor en los sonidos bilabiales que en los labiodentales: los primeros son [+distribuido] (los órganos están más extendidos en la dirección de la salida del aire) y los segundos son [-distribuido] (los órganos están menos extendidos en la dirección de la salida del aire).
El rasgo [+distribuido / -distribuido] también se usa para subclasificar los segmentos [+coronal]. En la zona correspondiente al rasgo [+anterior], la corona puede producir sonidos laminares, como la [s̻] del castellano hispanoamericano, o sonidos apicales, como la [s̺] del castellano peninsular; los primeros son segmentos [+distribuido] (porque la corona se extiende a lo largo de la dirección de la corriente de aire) y los segundos, [-distribuido] (porque solo el ápice se extiende a lo largo de la dirección de la corriente de aire). Este rasgo también distingue sonidos coronales articulados en la zona correspondiente al rasgo [-anterior]: un sonido postalveolar (o prepalatal) como [ʃ] es [+distribuido]; en cambio, un sonido retroflejo como [ʂ] es [-distribuido].
Por último, los sonidos palatales, velares, uvulares y faríngeos también requieren de otros rasgos para su caracterización. Chomsky y Halle proponen los siguientes rasgos para ello.
El dorso es el encargado de ejecturar estos rasgos, que, además, son los mismos para la producción de las vocales. El rasgo [+alto / -alto] corresponde al ascenso del dorso desde su posición "neutra" (la de la vocal media abierta [ɛ]) versus la ausencia de ascenso: los sonidos palatales y velares son [+alto]; los sonidos uvulares y faríngeos son [-alto]. Por su parte, el rasgo [+bajo / -bajo] corresponde al descenso del dorso desde la posición neutra versus el no descenso: los únicos sonidos bajos son los faríngeos. Finalmente, el rasgo [+retraído / -retraído] (también llamado [+posterior / -posterior]) se implementa retrocediendo el dorso desde la posición neutra o dejándolo en esa posición en el eje horizontal: mientras que, para producir los sonidos palatales, el dorso no retrocede, para producir los sonidos velares, uvulares y faríngeos, esto sí ocurre.
Chomsky y Halle proponen otros rasgos en su inventario universal, algunos de los cuales presentaremos más adelante. Terminaremos esta sección presentando algunos de los rasgos que caracterizan a las vocales.
De acuerdo con la posición del dorso de la lengua en los ejes horizontal y vertical se obtienen distintos tipos de vocales. Dado que los rasgos son binarios, dividen de manera categórica la altura vocálica. Lo mismo propone Hayes (2009) con respecto al eje horizontal para incluir las vocales centrales, por lo que propone el rasgo [+frontal / -frontal]. No introduciremos por ahora este rasgo.
Para la distinción entre los miembros de pares de vocales como [i, ɪ], [u, ʊ], [e, ɛ] y [o, ɔ], se propone el rasgo [+tenso / -tenso]. Asimismo, para distinguir los miembros de pares de vocales como [i, y], [e, ø], [ɛ, œ], [ɯ, u] y [o, ɤ], se propone el rasgo [+redondeado / -redondeado].
En la siguiente sección, empezaremos a estudiar la manera en que Chomsky y Halle entienden la organización del sistema fonológico. Veremos, en particular, cómo dan cuenta del fenómeno de alofonía gracias a la postulación de que la información fonológica de los morfemas se representa mentalmente en dos niveles de representación: las representaciones subyacentes de los morfemas y su representación superficial.
En la subsiguiente sección, estudiaremos la propuesta de que las representaciones mentales se relacionan mediante reglas, de modo que las representaciones subyacentes derivan las representaciones superficiales. Estas reglas, crucialmente, operan con rasgos, lo que refuerza la idea de que estas son las unidades fundamentales de los sistemas fonológicos.