Como hemos visto en el capítulo 2. La noción de fonema de Trubetzkoy, la Fonología Estructuralista, expuesta en los Principios de Fonología de este autor, describe los sistemas fonológicos de las lenguas como sistemas de fonemas relacionados entre sí por distintos tipos de oposiciones distintivas. Las oposiciones distintivas que propone Trubetzkoy dependen de las “propiedades fonológicamente pertinentes” de los fonemas, pero estas propiedades no son consideradas de manera independiente de los fonemas, pues para el autor son estos y no aquellas las unidades más simples del lenguaje. La idea de que estas propiedades o “rasgos distintivos” son “los componentes discretos últimos del lenguaje” la encontramos de manera explícita en la obra de Jakobson, Fant y Halle (1952) Preliminaries to Speech Analysis The Distinctive Features and Their Correlates.
La propuesta de Roman Jakobson (expuesta en Preliminaries to Speech Analysis junto con C. Gunnar M. Fant y Morris Halle, luego en Fundamentals of Language junto con Halle y, finalmente, en The Sound Shape of Language junto con Linda Waugh) es que existe un conjunto universal de solo doce rasgos distintivos ―doce oposiciones binarias―. Para construir sus inventarios de fonemas, las distintas lenguas del mundo eligen algunos de estos rasgos. Los rasgos distintivos propuestos no corresponden en todos los casos a los rasgos fonéticos tradicionales, sino que son más abstractos. Además, son rasgos basados tanto en propiedades articulatorias como acústicas. De hecho, en el mismo subtítulo del libro, se aprecia el carácter abstracto de los rasgos distintivos: los rasgos distintivos y sus correlatos. Los rasgos distintivos son abstractos y tienen correlatos o realizaciones articulatorias y acústicas.
En nuestro curso, no desarrollaremos las definiciones de los rasgos distintivos de Jakobson et al. porque muchos de ellos han perdido vigencia en la fonología contemporánea. Nos limitaremos a estudiar la manera en que estos autores conciben la función de los rasgos distintivos en la organización de los sistemas fonológicos de las lenguas. En algunos casos, señalaremos brevemente algunos de los correlatos fonéticos de los rasgos distintivos. Los doce rasgos distintivos presentados en Fundamentals of Language son los siguientes:
Para Jakobson, al igual que para Trubetzkoy, los fonemas son conjuntos de rasgos distintivos. Dos ideas fundamentales de cómo conciben Jakobson y sus colaboradores la organización de los sistemas fonológicos es que los rasgos son binarios y se organizan jerárquicamente para la determinación de los fonemas de una lengua, de manera que algunos rasgos distinguen clases mayores de fonemas y otros rasgos subclasifican los fonemas en clases menores.
Los rasgos distintivos que sirven para clasificar los tipos más generales de fonemas que usan las lenguas son [vocálico / no vocálico] y [consonántico / no consonántico]. La combinación de los valores de estos dos rasgos determinan las siguientes clases fundamentales de fonemas:
La división entre fonemas consonánticos y no consonánticos corresponde a las clases que, en castellano, conocemos como "consonantes" y "vocales". La distinción fonética de estos dos tipos de sonidos es clara: los segmentos [consonántico] se articulan obstruyendo el paso del aire por el tracto vocal y muestran poca energía acústica; en cambio, los segmentos [no consonántico] se producen sin obstrucción y con mucha energía. Aunque el correlato fonético es notorio, lo importante para la identificación de este rasgo distintivo (así como para los demás) es su relevancia fonológica; por lo tanto, lo que debe sustentar los rasgos que propone la teoría es el papel que desempeñan los rasgos en la organización de los sitemas fonológicos. Así, por ejemplo, con respecto al rasgo [consonántico / no consonántico], la relevancia fonológica de estas dos clases se puede observar en castellano en el hecho de que las vocales funcionan como núcleos silábicos y las consonantes como márgenes silábicos. Esta diferencia empírica, que no es exclusiva de nuestra lengua, muestra la adecuación descriptiva de la teoría de los rasgos distintivos de Jakobson.
El correlato fonético del rasgo [vocálico / no vocálico] es la presencia de una estructura de formantes precisa causada por la actividad de las cuerdas vocales. Como sabemos, estas propiedades caracterizan a las vocales, pero lo interesante de la propuesta jakobsoniana es que este rasgo subclasifica a las consonantes —más técnicamente, a los fonemas caracterizados por el rasgo [consonántico]— en las consonantes líquidas (laterales y vibrantes), que presentan estructura formántica nítida, y las otras (obstruyentes y sonorantes). También nuestra lengua nos muestra que esta división es fonológicamente relevante, pues determina dos clases de fonemas que presentan distinto comportamiento fonológico: los fonemas [vocálico, consonántico], es decir, las consonantes líquidas, funcionan como el segundo miembro de un grupo consonántico en posición de ataque silábico, como en la primera sílaba de las palabras Blas /blas/ o tres /tɾes/ (la vibrante múltiple no tiene esta función en castellano), mientras que los fonemas [vocálico, no consonántico] no pueden aparecer en esta posición.
El hecho de que el castellano utilice vocales, consonantes y líquidas, pero no glides, muestra que no todas las lenguas hacen uso de todos estos tipos; de hecho, también hay lenguas que no presentan líquidas. La propuesta teórica de que los segmentos glotales [ʔ] y [h] conformen una clase distinta de las otras, definida por los rasgos [no vocálico, no consonántico], predice que su comprtamiento fonológico debe ser distinto. Esta predicción debe ser contrastada con los hechos de la realidad para evaluar su validez y, aparentemente, hay evidencia de que es correcta.
El resto de rasgos sirve para hacer distinciones dentro de cada una de estas grandes clases de fonemas. Por ejemplo, el rasgo [nasal / oral] sirve para distinguir, en una lengua como el castellano, entre los miembros de la clase de los fonemas [no vocálico, consonántico], las consonantes nasales de las obstruyentes; la pertinencia de esta distinción en nuestra lengua se nota en el hecho de que las obstruyentes, pero no las nasales, pueden funcionar como el primer elemento de un grupo consonántico en posición de ataque silábico: [bla], pero no *[mla]. Asimismo, en castellano, por ejemplo, el rasgo [discontinuo / continuo] sirve para distinguir, entre la clase de las líquidas, las vibrantes de las laterales y, entre los fonemas [no vocálico, consonántico, oral] (obstruyentes), las oclusivas de las fricativas. Una lengua como el inglés distingue entre las fricativas /s/ y /θ/ mediante el rasgo [estridente / mate]. El quechua cuzqueño diferencia las consonantes eyectivas de las oclusivas simples mediante el rasgo [recursivo / infraglotal]. Por último, una lengua como el ruso diferencia entre las consonantes palatalizadas y las simples mediante el rasgo [sostenido / normal].
Así pues, las dos ideas fundamentales de Jakobson son que todas las lenguas construyen sus inventarios de fonemas a partir de un conjunto universal de rasgos distintivos binarios y que estos rasgos se organizan jerárquicamente de manera que los fonemas forman clases definidas por algunos rasgos y estas se dividen en subclases por la presencia de otros rasgos. En la siguiente sección, desarrollaremos un poco más la propuesta de la jerarquía de rasgos, lo que Jakobson llama la "escala dicotómica" de rasgos.