La propuesta de Jakobson, Fant y Halle (1952: 12) es que los fonemas se organizan según una “escala dicotómica [que] la lengua superpone a la materia sonora” de manera que las clases mayores o principales de fonemas se definen por rasgos distintivos y se van dividiendo en subclases que presentan distinciones cada vez más sutiles. Estas distinciones son practicadas de manera binaria por los rasgos distintivos.
La manera en que funciona esta propuesta se puede apreciar en el siguiente texto de Jakobson y sus colaboradores en el que se muestra cómo el oyente debe discriminar y reconocer el mensaje lingüístico que escucha identificando los fonemas que lo componen sobre la base de las oposiciones binarias que los distinguen de los otros fonemas de la lengua.
Texto 1
“El oyente de un acto de habla particular se encuentra frente a una serie de elecciones binarias. Para identificar en inglés el mensaje bill ‘billete’, debe decidir que el inicio de la palabra es no vocálico en lugar de vocálico y consonántico en lugar de no consonántico. Por esta doble operación, elimina las vocales, las líquidas y los glides, porque si la palabra hubiera comenzado en vocal, el inicio habría sido vocálico y no consonántico; si hubiera comenzado con una líquida, el inicio habría sido vocálico y consonántico; y si hubiera empezado con un glide, el inicio no habría sido ni vocálico ni consonántico (…).
“La siguiente decisión que debe realizar el oyente es entre bill y gill /gil/ ‘branquia’ ―difuso o compacto― (…), entre bill y dill ‘eneldo’ ―grave o agudo― (…) y, finalmente, entre bill y mill ‘molino’ ―oral o nasal― (…). Una decisión a favor de la última de estas dos alternativas no dejaría ninguna otra elección, dado que /m/ es la única combinación de grave y nasal en inglés. Pero al elegir la otra opción, inevitablemente continúa la elección entre bill y pill ‘píldora’ ―débil o fuerte (en términos más generales, laxo o tenso (…))―, y, finalmente, la elección entre bill y vill ‘villa’ ―oclusiva o fricativa (en términos más generales, interrupto o continuo (…))”.
“[T]he listener of a speech sample is faced with a series of two-choice selections. To identify the message bill, he must decide for the non-vocalic inception against the vocalic and for the consonantal against the non-consonantal. By this double operation, vowels, liquids and glides are eliminated because if the word had begun with a vowel, the inception would have been identified as vocalic and non-consonantal; if with a liquid, as both vocalic and consonantal; and if with a glide, as neither vocalic nor consonantal…
“The next decision to be made is between bill and gill /gil/ – diffuse or compact (…), between bill and dill – grave or acute (…), and finally, between bill and mill – non-nasalized or nasalized (…). A decision in favor of the latter of the two alternatives would leave no further selection, since /m/ is the only combination of grave and nasal in English. But the opposite choice being made, there inevitably follows the selection between bill and pill – weak or strong (in more general terms, lax or tense (…)), and, finally, the selection between bill and vill – stop or constrictive (in more general terms, interrupted or continuant (…))”.
R. JAKOBSON, C. G. M. FANT y M. HALLE, Preliminaries to Speech Analysis, pp. 2-3.
Como se ve, la identificación del primer fonema de la palabra inglesa bill 'billete' supone descartar los otros fonemas que podrían ocupar ese lugar. En primer lugar, se identifica el fonema como un miembro de la clase [consonántico, no vocálico], es decir, como una consonante. La identificación de este fonema requiere, en segundo lugar, ubicar su punto de articulación. Esto se consigue mediante los rasgos binarios [compacto (o denso) / difuso] y [grave / agudo]. El primer rasgo divide los fonemas pronunciados en la parte posterior de la cavidad oral (compactos) y los que se pronuncian en la parte anterior (difusos); el segundo rasgo subdivide a los compactos en velares (graves) y palatales (agudos) y a los difusos en labiales (graves) y dentales/alveolares (agudos). De este modo, /b/ es un fonema definido como [difuso, grave].
En tercer lugar, la elección entre los fonemas /b/ y /m/ depende de reconocer que el fonema inicial de la palabra bill 'billete' es [oral] (por lo tanto, no [nasal]. En cuarto lugar, el oyente tiene que decidir si está ante el fonema /p/ tenso (recuérdese que el inglés es una lengua germánica, como el danés) o ante el fonema /b/ laxo; la decisión es, entonces, por el valor [laxo] del rasgo. Por último, para identificar la palabra correctamente, se debe reconocer que el fonema /b/ es [interrupto], es decir, oclusivo, pues este rasgo es el que permite descartar que el mensaje escuchado haya sido vill 'villa', que empieza con el fonema [continuo] (fricativo) /v/ del inglés.
Otra manera en que Jakobson et al. muestran la organización jerárquica dicotómica de los fonemas de una lengua es mediante el sistema de consonantes del francés. En primer lugar, muestran que los fonemas del francés se dividen en tres clases principales de acuerdo con la combinación de los rasgos [vocálico / no vocálico] y [consonántico / no consonántico]: los segmentos [vocálico, no consonántico] (es decir, las vocales); los segmentos [vocálico, consonántico] (es decir, las consonantes líquidas); y los segmentos [no vocálico, consonántico] (es decir, las consonantes obstruyentes y nasales). El siguiente esquema, basado en la información que ofrecen Jakobson, Fant y Halle, muestra la organización jerárquica de estos últimos:
De acuerdo con la escala dicotómica o “jerarquía contrastiva”, como la llama Dresher (2009), los fonemas [no vocálico, consonántico] del francés se subdividen en [nasal] y [oral] (es decir, en fonemas nasales y orales). El fonema consonántico /ɲ/ ilustra el caso de un fonema que se define fonológicamente solo por los rasgos distintivos [no vocálico, consonántico, nasal, compacto]. Estos cuatro rasgos distintivos conforman este fonema; los demás rasgos que acompañan la realización de este fonema (como sonoro o discontinuo) son redundantes o concomitantes, es decir, que se pronuncian al articular el fonema /ɲ/, pero no sirven para distinguirlo de los otros fonemas de la lengua. El rasgo [consonántico] distingue a /ɲ/ de las vocales del francés; el rasgo [no vocálico] lo distingue de las líquidas; el rasgo [nasal], de las obstruyentes; y, finalmente, el rasgo [compacto], que corresponde a sonidos articulados en la parte posterior de la boca, distingue a /ɲ/ de los fonemas nasales /n/ y /m/, que se caracterizan por el rasgo [difuso]. Dado que, en francés, hay dos fonemas nasales articulados en la parte anterior de la boca, es necesario que un rasgo distintivo los oponga fonológicamente: esta es la función del rasgo [grave / agudo].
En lo que respecta a los fonemas [oral], la primera división que propone el esquema es entre los fonemas [continuo] y los [discontinuo]. Dentro de cada una de estas subclases, el rasgo [tenso / laxo] (más o menos equivalente a [sordo / sonoro]) define otras dos subclases, las cuales, a su vez, se subdividen por el rasgo [compacto / difuso]. En cada una de estas últimas subclases, solo hay un segmento [compacto], por lo cual, no se requieren más rasgos distintivos para definir estos fonemas. En cambio, existen dos fonemas [difuso] en cada subclase, los cuales se distinguen por el rasgo [grave / agudo]. Así, por ejemplo, el fonema /b/ se define por los rasgos distintivos [no vocálico, consonántico, oral, discontinuo, laxo, difuso, grave]; estos rasgos permiten oponer distintivamente a este fonema con respecto a los demás fonemas del francés.
Ahora bien, como sabemos, los fonemas están conformados únicamente por los rasgos distintivos, por lo que son unidades abstractas que requieren, para su realización o implementación fonética, estar acompañados de otros rasgos que los "completen" como fonos o sonidos del habla. En la siguiente sección, vamos a examinar la manera en que Jakobson propone la relación entre los rasgos distintivos y los rasgos redundantes o concomitantes.