Cohn afirma que otra tarea que se debe realizar al dar cuenta del sistema fonológico de una lengua es mostrar cómo se combinan los sonidos para formar unidades fonológicas mayores. Las unidades mayores que los segmentos, así como sus propiedades, se conocen como "suprasegmentales" o "prosódicas". El siguiente esquema de Cohn (2003: 187) muestra las unidades conocidas como “sílabas”, “pies métricos” y “palabras prosódicas (o fonológicas)”.
Cohn explica este esquema de la siguiente manera:
“Esta palabra [information 'información'] consta de una secuencia de sonidos ɪ-n-f-ɚ-m-e-ʃ-n̩. Estos sonidos se agrupan en secuencias de consonantes y vocales, conocidas como sílabas (σ). La mayoría de hablantes de inglés estaría de acuerdo en que esta forma consta de las siguientes cuatro sílabas: ɪn-fɚ-me-ʃn̩. Las consonantes y las vocales no se agrupan en sílabas de manera arbitraria: una vocal forma el núcleo (como en [me]) y una o más consonantes pueden precederla (formando el ataque, como en [me]) o seguirla (formando la coda, como en [ɪn]). En la sílaba final [ʃn̩], el núcleo es [n̩], que es una nasal silábica, desempeñando el rol [típico J.P.] de una vocal. Estas sílabas, a su vez, se organizan en grupos acentuales (ɪ̀n-fɚ) (mé-ʃn̩). La tercera sílaba es la más prominente (acento primario, indicado con ´) y la primera también presenta algo de prominencia (acento secundario, indicado con `). Se puede dar cuenta de estos patrones de prominencia agrupando las sílabas en unidades conocidas como pies métricos (F). Finalmente, los pies se agrupan en una palabra prosódica (PWd) (p. 187)”.
A su vez, las palabras prosódicas se combinan formando unidades suprasegmentales mayores conocidas como "unidades melódicas", "grupos entonativos" o "frases entonativas". Por ejemplo, un enunciado como No vas a ir corresponde a una frase entonativa completa. Asimismo, el enunciado Si no terminas todo, no vas a ir corresponde también a una frase entonativa completa, pero está conformada por dos frases entonativas intermedias: Si no terminas todo y no vas a ir.
Aparte de las unidades suprasegmentales o prosódicas, la fonología también debe dar cuenta de las propiedades o rasgos suprasegmentales o prosódicos que caracterizan un sistema fonológico. Uno de ellos ya fue aludido en el texto de Cohn: se trata del acento o prominencia. La palabra information 'información' presenta cuatro sílabas que se distinguen entre sí por su prominencia: ( (ɪ̀n-fɚ) (mé-ʃn̩) ). En el nivel de los pies métricos, la primera sílaba recibe el acento y, en el nivel de la palabra prosódica, el segundo pie es el acentuado. En castellano, la mayoría de palabras fonológicas solo presentan un acento primario (los adverbios en -mente son una excepción, pues presentan un acento secundario y uno primario: ( (sò-la) (mén-te) ) o, utilizando los símbolos del Alfabeto Fonético Internacional, ( (ˌso-la) (ˈmen-te) ). El acento puede recaer en la última sílaba (terminó), en la penúltima (termino) o en la antepenúltima (término). Nuestra lengua presenta clíticos, signos que no llevan acento y que, por ende, se incorporan a uno que sí lleva acento para formar una palabra prosódica o fonológica, como tómatelo o me lo tomé.
Otras lenguas utilizan el rasgo prosódico de cantidad para codificar información léxica o gramatical. La duración relativa de un segmento con respecto a otro sirve para diferenciar signos en una lengua como el finés: tulen ‘yo vengo’ – tuulen ‘de viento’ – tuullen ‘yo soplaría’. De manera similar, las lenguas tonales codifican información léxica o gramatical mediante el rasgo prosódico de tono; el chino mandarín es un caso de lengua tonal en la que, por ejemplo, la secuencia [ma], acompañada de cuatro tonos diferentes, constituye cuatro palabras distintas: [ma˥] ‘madre’ – [ma˧˥] ‘cáñamo’ – [ma˨˩˦] ‘caballo’ – [ma˥˩] ‘regañar'. Los ejemplos de finés y chino mandarín son de Ladefoged (2005).
La fonología también debe dar cuenta del rasgo prosódico de entonación que presentan las lenguas. Todo enunciado que producimos corresponde a una secuencia de segmentos que va acompañada de una melodía, es decir, de una curva de tonalidad que corresponde a los cambios de la frecuencia fundamental que producen nuestras cuerdas vocales. Las lenguas presentan ciertos patrones o regularidades melódicas que constituyen su sistema entonativo, una parte de su sistema fonológico. Dos patrones de entonación muy notorios en castellano son los que corresponden a las oraciones declarativas y a las interrogativas: simplificando un poco la descripción, en ambos la frecuencia fundamental empieza con un ascenso y luego va descendiendo a lo largo del enunciado; hacia el final, el patrón entonacional de las declarativas continúa descendiendo, mientras que el de las interrogativas presenta una ascenso abrupto.
En nuestro curso no vamos a desarrollar el estudio de las unidades ni de los rasgos suprasegmentales. Para una breve presentación de estos temas, puede consultarse el siguiente enlace de nuestro Curso de Fonética:
https://sites.google.com/view/cursofonetica-letrasyciencias/prosodia
Con esta sección, termina la primera parte de nuestro curso: 1. El objeto de estudio de la fonología. Pasamos ahora a estudiar algunas de las ideas de Nikolai Trubetzkoy, en particular, su concepción del fonema.