Los últimos tipos de oposiciones que examinaremos son las constantes y las suspendibles. Veamos la explicación que nos ofrece Anderson:
Texto 14a
“Si la oposición entre un par concreto de fonemas es constante, esto quiere decir que uno de ellos puede aparecer (en contraste con el otro) en cualquier contexto. Las oposiciones suspendibles, por su parte, son aquellas para las cuales existe al menos un contexto en el que los dos fonemas implicados no pueden contrastar entre sí. En tal posición, se dice que la oposición entre los dos fonemas está neutralizada. Por ejemplo, en ruso o alemán, sólo los miembros sordos de los pares sonoro/sordo aparecen en posición final, en la que no contrastan, pues, con los correspondientes segmentos sonoros. Diremos entonces que la oposición de sonoridad (…), en dichas lenguas, está neutralizada en esa posición.
S. ANDERSON. La fonología en el siglo XX. p. 128.
Hemos visto que el estudio de un sistema fonológico empieza por la identificación del inventario de sonidos. Luego se debe examinar la distribución de los sonidos: aquellos que aparecen en el mismo contexto contrastan el uno respecto del otro o se oponen distintivamente, es decir, son realizaciones de fonemas distintos (regla II de Trubetzkoy); aquellos que presentan una distribución complementaria y son semejantes articulatoria y acústicamente se deben considerar realizaciones del mismo fonema o alófonos (regla III de Trubetzkoy). El tercer paso consiste en determinar cuáles son los rasgos fonológicamente pertinentes que conforman los fonemas: aquellos que aparecen en todos los alófonos y que permiten el contraste con el resto de fonemas.
Normalmente, identificamos sonidos que presentan una distribución idéntica —y que, por tanto, son realizaciones de fonemas distintos— en algún contexto o posición particular. Por ejemplo, en castellano, las palabras mota y nota nos muestran que los sonidos [m] y [n] se oponen distintivamente; asimismo, las palabras rama y rana nos muestran que estos sonidos son realizaciones de dos fonemas distintos, que podemos representar gráficamente como /m/ y /n/, respectivamente. Es evidente que estos sonidos tienen capacidad distintiva cuando aparecen a inicio de palabra o dentro de la palabra antes de una vocal, es decir, cuando aparecen en posición de ataque de una sílaba. Sin embargo, estos dos fonemas no tienen capacidad distintiva cuando aparecen en coda silábica al interior de una palabra. En efecto, en castellano, existe una palabra como campo [kampo], pero es imposible una palabra como *[kan̪po]; de manera similar, en nuestra lengua, encontramos la palabra canto [kan̪t̪o], pero es imposible una palabra como *[kamt̪o]. La capacidad distintiva de los fonemas /m/ y /n/, perfectamente funcional a inicio de sílaba, se pierde o, simplemente, no existe antes de una consonante en medio de la palabra. Se dice que, en esta posición, la capacidad de contrastar o de oponer distintivamente de los fonemas se neutraliza o que, en este contexto, se da una neutralización. Más específicamente, también se dice que se neutraliza la oposición distintiva que permiten los puntos de articulación labial y dental.
El fenómeno de las consonantes sordas y sonoras del ruso y el alemán que menciona Anderson en el texto anterior es similar al de los fonemas nasales del castellano que acabamos de ver. Hyman lo explica de la siguiente manera en referencia al alemán:
Texto 14b
“En el alemán estándar, las obstruentes sonoras se ensordecen al final de sílaba. Aunque los fonemas /t/ y /d/ contrastan inicialmente (por ejemplo, Tier (ti:r) ‘animal’ frente a dir (di:r) ‘a ti’) e intervocálicamente (por ejemplo, leiten [laɪtən] ‘guiar’ y leiden [laɪdən] ‘sufrir’) no hay un posible contraste al final de la sílaba. Por tanto, las palabras Rat ‘consejo’ y Rad ‘rueda’, que se escriben de distinta forma, se pronuncian las dos [ra:t]. Notemos, sin embargo, que en los plurales, a los que se les añade un sufijo (causante, además, de un cambio vocálico), el contraste habido entre /t/ y /d/ reaparece: Räte [rɛ:tə] ‘consejos’ y Räder [rɛ:dər] ‘ruedas’”.
L. HYMAN. Fonología. Teoría y análisis. p. 92.
Como podemos observar, /t/ y /d/ contrastan o se oponen distintivamente en alemán a juzgar por ejemplos como Tier (ti:r) ‘animal’ versus dir (di:r) ‘a ti’ y leiten [laɪtən] ‘guiar’ versus leiden [laɪdən] ‘sufrir’. Sin embargo, esta capacidad distintiva no existe en posición final de palabra porque las consonantes oclusivas se pronuncian sordas en esta posición. Así pues, la oposición entre /t/ y /d/ no es posible a final de palabra o, en términos de Trubetzkoy, se neutraliza.
Trubetzkoy, consistente con su definición de fonema como "la suma de propiedades fonológicamente pertinentes de una unidad fónica", propone que, en los contextos en los que existe neutralización, no aparece ninguno de los dos fonemas neutralizados, sino una unidad más abstracta a la que llama "archifonema". Así, por ejemplo, en castellano, la palabra campo no presenta el fonema /m/ y la palabra canto no presenta el fonema /n/. La razón es que la definición del fonema /m/ incluye el rasgo fonológicamente pertinente labial y el fonema /n/, el rasgo dental, porque es este contraste el que permite la distinción en pares mínimos como mota-nota y rama-rana. Sin embargo, en posición preconsonántica, crucialmente, este contraste no es posible, por lo que los rasgos de punto de articulación no pueden ser parte de la unidad que aparece en este contexto. ¿Qué unidad aparece en las palabras canto y campo, entonces? Un archifonema, una unidad formada por las propiedades fonológicamente pertinentes de /m/ y /n/, con excepción de las de punto de articulación, cuya capacidad de oposición distintiva se ha neutralizado en esta posición. Trubetzkoy propone representar gráficamente el archifonema con una letra mayúscula: /N/.
El siguiente texto de Anderson explica la noción de archifonema con respecto al ejemplo de neutralización de las consonantes sordas y sonoras en alemán y en ruso.
Texto 15
Se plantea entonces la pregunta de qué entidad fonémica es la que aparece en la posición de neutralización cuando una oposición está neutralizada. En el caso concreto de las obstruyentes sordas finales del ruso o del alemán, en ambas lenguas se pueden reconocer fonemas como /p/ vs. /b/, /t/ vs. /d/, etc., en posiciones en las que la sonoridad no está neutralizada, pero ¿qué pasa con los [p], [t], etc., fonéticos que aparecen en posición final? Si asumimos que no está involucrada ninguna otra neutralización, estos elementos tienen, al parecer, todas las propiedades fonéticas de otras realizaciones de /p/, /t/, etc. —excepto que, puesto que no se oponen a segmentos sonoros, no pueden contener ningún valor respecto a la propiedad de sonoridad (por la definición de fonema, puesto que tal valor no sería distintivo en esta posición). Como consecuencia, un elemento de esos debe constar, en concreto, de los rasgos comunes a /p/ y /b/, /t/ y /d/, etc., pero sin el rasgo que en otras posiciones diferencia los miembros de estos pares.
Trubetzkoy denomina a este elemento, idéntico al subconjunto de rasgos comunes a un par de fonemas cuya oposición está neutralizada en alguna posición, archifonema. La existencia de archifonemas es una consecuencia inmediata del hecho de que las oposiciones puedan ser suspendidas en determinadas posiciones junto con el hecho de que el fonema se defina como un elemento que consta de todas las propiedades que le distinguen de otros elementos del sistema (y sólo de esas propiedades). Para Trubetzkoy, los archifonemas en un sistema constituyen elementos adicionales del sistema más allá del inventario de fonemas: así el sistema del alemán o del ruso contienen el archifonema /P/ (que representa los rasgos comunes a /p/ y a /b/) así como los fonemas individuales /p/ y /b/. Sin embargo, puesto que los archifonemas están relacionados de manera esencial con oposiciones establecidas independientemente (y, de hecho, están implicados por ellas), no se presentan, por lo general, como unidades distintas en los sistemas fonológicos”.
S. ANDERSON. La fonología en el siglo XX. pp. 128-129.
Con esta sección, en la que hemos revisado el concepto de neutralización, termina la segunda parte de nuestro curso: 2. La noción de fonema de Trubetzkoy. En la siguiente sección, estudiaremos el pensamiento de Roman Jakobson, en particular, su propuesta del inventario universal de rasgos distintivos.