De acuerdo a los objetivos pedagógicos que tengamos para la utilización del material audiovisual podemos elegir proyectarlo de manera completa o ir pausándolo en momentos específicos para focalizar en aspectos relevantes o concretos. Puede trabajarse con actividades escritas sencillas introducidas previamente a la proyección y para cuya resolución puede pausarse algunas veces. Mucho dependerá de la duración del material, de la edad de los estudiantes, del tema y/o los objetivos pedagógicos.

Por ejemplo, si el objetivo fuera trabajar la estructura narrativa de una determinada pieza podríamos pausar la proyección inmediatamente luego de la introducción y focalizar en los personajes, en el tiempo y lugar de la acción y anticipar posibles conflictos. Podría procederse de igual manera con el desarrollo y desenlace para luego volver sobre aquello que se cuenta y cómo se cuenta.

Si el objetivo fuera trabajar en lo que aportan las imágenes y el sonido, podríamos elegir realizar primero sólo la escucha o sólo la proyección de las imágenes sin sonido y reflexionar sobre aquello que cada una aporta a esa pieza en particular, qué sentido distinto adquiere, cómo se transmite mejor el mensaje, cuáles son los elementos del lenguaje audiovisual, etc.

Una vez más, son los objetivos planteados los que determinan el accionar. No hay técnicas prescriptas sino sólo ejemplos y razones para trabajar en cada momento.