uso del audiovisual en el aula

Incorporar la imagen y el audiovisual a la enseñanza implica un cambio en la metodología de abordaje al conocimiento, cambia no sólo el modo de ver y analizar el mundo, sino de acercarnos, transmitirlo, aprender sobre él y de interactuar con la realidad y con los demás.


Del dominio adecuado del audiovisual dependen factores claves tales como:

  • el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación;

  • la renovación de los métodos de aproximación al conocimiento, tanto en sus procedimientos de investigación como en su diseminación y comunicación;

  • la consideración del lenguaje cotidiano de los estudiantes que involucra, cada vez más, aspectos relacionados con la cultura audiovisual;

  • la adecuación educativa en métodos, lenguajes y sistemas;

  • la comunicación entre las instituciones educativas y la comunidad que integran;

  • la participación de los individuos y ciudadanos en una cultura global dominada, cada vez más, por la imagen.”[1]

[1] Estudio Perspectivas 2015: El uso del audiovisual en las aulas. La situación en España.

En palabras de Inés Dussel “es importante proponer formas de trabajo con la imagen y con los productos de la cultura audiovisual que enriquezcan el trabajo escolar. La imagen es uno de los modos de representación más extendidos hoy, mucho más probablemente que las palabras. Vivimos en una sociedad dominada por las imágenes, desde la televisión y la publicidad; aprender a leer esas imágenes y analizar la carga que contienen, “abriéndolas” hacia contextos más amplios y poniéndolas en relación con otros relatos y discursos que interpretan esa realidad, es una tarea educativa de primer orden.”


No debe suponerse que sólo es suficiente ver para saber, ya que no podemos ver lo que no sabemos. La imagen no es un artefacto puramente visual o icónico sino una construcción que involucra a creadores y receptores en diálogo con otros saberes y lenguajes creando sentido.


Las siguientes imágenes podrían ser interpretadas de manera diferente si no se tiene en cuenta su contexto. La intencionalidad, el mensaje, solo es construido si hay saberes previos que ayuden a dar sentido.

Mural en recuerdo a Aylan Kurdi frente a la sede del Banco Central Europeo.

Serpiente boa digiriendo un elefante, “El principito”, Antoine de Saint-Exupéry.

Semáforo símbolo de diversidad sexual, Madrid.

El video “La vida interior de una célula” fue proyectado sin título y sin ningún trabajo previo a estudiantes de sexto grado quienes expresaron ver un ataque entre formas de vida extraterrestre. Sin embargo, la animación muestra la reacción de un leucocito cuando se produce un estímulo externo.

¿Por qué es crucial considerar su uso en el aula?

  • Tanto alumnos como docentes tienen la posibilidad no sólo de convertirse en consumidores críticos de producciones audiovisuales sino también en generadores de recursos propios y colectivos.

  • Al fomentar el uso del audiovisual en las clases, todos los contenidos y servicios educativos digitales se potencian al mismo tiempo.

  • El rol del docente se transforma al apropiarse de los usos y técnicas respecto de materiales audiovisuales, de la interactividad y de los nuevos lenguajes.

Con frecuencia la incorporación de piezas de video se hace con improvisación, sin un plan previamente establecido. La presentación del material audiovisual no debe verse como una simple forma de entretenimiento. El video debe tener un objetivo pedagógico previamente formulado ya que el aprendizaje no se encuentra en función del medio, del recurso didáctico utilizado sino, fundamentalmente, sobre la base de las estrategias y técnicas aplicadas.

El uso del video en clase facilita la construcción de conocimiento significativo dado que se aprovecha el potencial comunicativo de las imágenes, los sonidos y las palabras para construir sentidos, apreciaciones, mensajes y conceptos más accesibles. Sabemos que hay emociones, inferencias, focos en la atención que estimulan los distintos estilos de aprendizaje.

La imaginación vuela, los conceptos se reagrupan y se redefinen, y es entonces cuando la presencia del docente se reafirma, determinando cómo, cuándo y para qué se debe utilizar, dándole sentido y valor educativo.