Las características de este último momento están definidas por el tipo de material audiovisual y los objetivos de su utilización. Puede ser éste el momento de la reflexión, del debate, de la experimentación, de la reconstrucción, de la renarración, de la expresión plástica, musical o teatral. Las posibilidades de hacer o comunicar a partir de una determinada pieza audiovisual son innumerables y dan lugar tanto a trabajos grupales como individuales.


Lo central radica en aquello que esta pieza brinda y en cómo lo interpretamos, lo utilizamos, o lo transformamos.

Trabajo de escritura, adaptación libre a partir del corto “El tiempo de Víctor Jackson”, realización integral Escuela 359 “Manuel Belgrano”, San Carlos Sud, Santa Fe.

Autora Mirella Sartini, Escuela Primaria 1388 “Antonio Berni”, Funes, Santa Fe.


🖍 La vida es como una estrella fugaz que brilla intensamente. No dura mucho tiempo, por eso hay que disfrutar cada pequeño momento.

Cuando Víctor Jackson tenía 11 años, pensó que en algún momento envejecería, y eso lo aterraba. Detestaba a los ancianos; detestaba su piel arrugada, detestaba sus historias aburridas, detestaba su dentadura echada a perder y detestaba sus dolores musculares.

Se le había ocurrido una idea loca, que era inventar una fórmula para jamás envejecer, y así, cumplir años sin ser en algún momento anciano. Pero a esa edad no podría hacer tal cosa.

Pasaron los años, cumplió 27. A Víctor desde pequeño le interesó la Química. Seguía pensando en la fórmula para no envejecer. No podía sacarse de la mente esa idea. Entonces decidió comenzar con el plan. Para hacer la fórmula, iba todos los días a la Facultad de Ingeniería Química. Siempre iba de noche, entre la 1:00AM y 5:00AM, ya que en esas horas no había nadie.

Cada vez se acercaba más a los resultados de su gran fórmula. Pero su madre estaba preocupada, lo notaba raro, cansado y despistado. No estaba pasando mucho tiempo con su familia. Dormía todo el día. Apesadumbrados, sus padres decidieron hablarlo seriamente. Se dirigía a la cocina después de una larga siesta, su padre y su madre estaban sentados en el comedor esperándolo y fue ahí cuando lo llamaron para hablar. Víctor se sentó, estaba nervioso. Preguntaron sobre lo que hacía diariamente. Él solo contestó que salía con unos nuevos amigos, y dejó el comedor. Sus padres estaban tristes. Notaban su ausencia por las noches. He aquí que su madre decide revisar entre sus cosas, tratando de encontrar alguna razón por su comportamiento.

De tanto buscar, encontró un manuscrito. Reconociendo su letra vio la preocupación de Víctor por la vejez. Sin dudarlo, decidió hablar con él. Comenzó el diálogo con un “Qué bello es vivir, porque toda etapa tiene su hermosura. La niñez, con sus travesuras. La adolescencia, con sus dudas y ese despertar a todo lo nuevo. La adultez, con ese toque de responsabilidad que va alternando con la chispa de la juventud. Y la vejez, que es el culminar de una vida llena de aciertos y desaciertos. De sentir cada momento como el último, con intensidad, disfrutando de la familia, los nietos. Ese disfrute sin limitaciones, de la tarea cumplida. De saber que si fuese el último suspiro, la vida dio sus frutos”. Al escuchar todas estas palabras, Víctor entró en razón, sintió que todo lo que estaba haciendo era un gran error. Que cada etapa de la vida es diferente, pero todas tienen su hermosura y su felicidad. Abrazó a su madre y le dijo lo mucho que la quería y amaba. Dejó de buscar resultados para la fórmula y simplemente siguió con su carrera de Químico. Hoy en día, Víctor tiene 81 años y es muy feliz con su esposa, con sus 2 hijas y sus 4 nietos. Disfruta mucho de la vejez, y le agradece siempre a su madre en el cielo, diciendo… “Gracias madre, gracias por hacerme reflexionar, por haberme apoyado en mis peores momentos, por mostrarme la vida tal como es, así de fugaz y a la vez hermosa.”

Mirella Sartini - Escuela Primaria 1388 “Antonio Berni”, Funes.

📖Para seguir profundizando:

Los desafíos de las nuevas alfabetizaciones: las transformaciones en la escuela y en la formación docente. Instituto Nacional de Formación Docente. Inés Dussel.