Es el proceso en el cual se organiza el material grabado para editarlo, según lo previsto en el guion.

A través del montaje se ponen en diálogo los distintos elementos del lenguaje audiovisual. Esta conjugación de elementos puede dar vida a personajes, historias, reconstrucciones de procesos de investigación y sus resultados, diagnóstico y evaluación de situaciones diversas. También pueden intervenirse piezas audiovisuales existentes mediante la utilización de efectos, texto y/o la introducción de voces en off y sonidos otorgando nuevos sentidos.

Los programas de edición ofrecen la posibilidad de insertar las distintas tomas, dándoles un orden determinado. Los elementos visuales y los sonoros colocados cronológicamente y/o en simultáneo componen la línea narrativa y construyen una obra única. Pueden usarse combinaciones: voces en off, personas que actúan y recrean escenas, testimonios, entrevistas, imágenes grabadas previamente o de archivo, fotografías, música, efectos sonoros, textos, gráficos, ilustraciones, animaciones, las variantes elegidas para mostrar de la manera más elocuente el mensaje deseado.

Es preferible organizar todos los elementos grabados y recopilados en una sola carpeta de archivos para facilitar el proceso. Se descargan los archivos en la computadora, se visualizan tomando nota sobre cuáles serán los fragmentos seleccionados, precisando dónde empiezan y terminan.

Una vez organizado el material, se procede a darle un orden en función de lo previsto en el guion. Para construir una narración coherente y comprensible, creamos la relación entre los fragmentos, estableciendo el orden en que serán presentados y la duración de cada toma. Así decidimos –una vez más– qué elegimos mostrar y qué se busca ocultar. Estas decisiones definen el criterio de selección para lograr la producción de efectos de sentido a través de las relaciones significativas entre los fragmentos. De esta manera se otorga ritmo, fluidez y dinámica al relato.

Además de relatar correctamente una historia, se puede intentar transmitir sensaciones, despertar emociones, conmover para activar la identificación de los espectadores. Si se pretende alcanzar un sentido metafórico, se puede recurrir a técnicas específicas de edición como las transiciones que disuelven el corte directo entre las tomas y las alteraciones de la temporalidad, como aceleraciones, reversa y cámara lenta, para nombrar solo algunas de las más conocidas/utilizadas. Los recursos expresivos de la edición son procedimientos para mejorar la retórica de los mensajes audiovisuales, orientados a mejorar la eficacia comunicacional de los discursos.

Para editar con teléfonos celulares, se pueden usar algunas aplicaciones gratuitas y sencillas en línea o descargables, que permiten operaciones básicas sin mayor complejidad.

Para editar con computadoras, hay editores de uso libre tales como Movie Maker, Avidemux, Openshot, o cualquier otro que tengan disponible.

También hay editores comerciales con licencias, aunque suelen dejar marca de agua en sus versiones gratuitas.

La edición como aprendizaje

En el camino de la deconstrucción de la mirada ingenua, el proceso de edición aporta un escenario fecundo para poner en juego las claves de la construcción de nuevos sentidos. Si bien en este módulo exploramos todos los recursos para la realización integral de audiovisuales como la etapa más compleja de esta escalera espiralada, también es posible ejercitar la técnica de edición de manera autónoma, aunque no transitemos el proceso completo de producción integral. Se propone tomar la edición como un rompecabezas donde cada fragmento adquiere significación en función del todo.