La Carrera de la Protección contra la Potencia de Fuego (Parte 1)

Índice de Contenidos

    • Blindaje Inclinado

    • Blindaje Endurecido

    • Blindaje Adicional (SGM)

Desde la antigüedad, el hombre siempre ha ido mejorando sus armas para hacer más daño. Eso produjo la necesidad de encontrar protecciones para reducir el daño de las armas de los enemigos y así sufrir menos bajas.

La invención de los primeros carros de combate empleaban un blindaje fino capaz de detener pequeños proyectiles de fusiles y ametralladoras, por lo que el blindaje era de unos pocos milímetros. El periodo de entreguerras (años 30) supuso algunos cambios, pero más dirigidos a aumentar la potencia de fuego que la protección.

Blindaje Inclinado

En la Segunda Guerra Mundial se vio un primer gran salto en cuanto a la protección: el blindaje inclinado. El concepto no era nuevo y de hecho se conocían sus beneficios desde la primera guerra mundial, sólo que en aquel momento no era adecuado el uso de blindajes inclinados y fue desestimado su uso.

El T-34 fue revolucionario al ser uno de los primeros carros de combate en hacer uso del blindaje inclinado alrededor de su chasis, lo cual permitía que con sólo 45mm de acero, su protección real fuera equivalente a un blindaje más grueso.

Vemos que el simple hecho de inclinar el blindaje hace que el proyectil tenga que atravesar más espesor, por lo que aumenta su eficiencia. Steven J. Zaloga indicaba en uno de sus libros que el blindaje frontal del T-34 equivalía a 75mm a 0º de la vertical.[1]

Hay también algunos datos orientativos al respecto, como la tabla que nos ofrece Thomas L. Jentz:[2]

En ella se muestra la penetración de un proyectil según la inclinación de un blindaje. Por ejemplo, el Gr.HL es un proyectil HEAT y penetra la mitad de lo que indica su valor nominal cuando impacta contra un blindaje inclinado a 60º de la vertical. En realidad la tabla es orientativa y puede funcionar con algunos casos, pero en las ecuaciones de penetración hay muchas más variables.

Además, el blindaje inclinado ofrecía otra cualidad importante, la posibilidad de que el proyectil rebotara. Cuando el proyectil impacta, lo primero que intenta es adherirse a la superficie. En un blindaje plano es muy sencillo, pero en uno inclinado, la punta puede resbalar y desviarse, evitando así la penetración.

En la actualidad es muy poco probable que un proyectil rebote porque los proyectiles están preparados para adherirse al blindaje. Algunos carros de combate actuales tienen un frontal superior muy inclinado de tal forma que a pesar de que el inferior esté más desprotegido, pero el superior es casi plano, por lo que el blindaje es tan alto que evita la penetración. Un ejemplo:

Este método permite mejorar la protección en una zona, en detrimento de otra, pues el frontal bajo queda más expuesto y por lo tanto hay que buscar otros métodos para aumentar su protección o buscar la forma de ocultarlo (posiciones defensivas) de tal forma que sólo esté expuesta la parte superior y la torreta.

Durante la Segunda Guerra Mundial se buscó la forma de combatir estos blindajes inclinados. Uno de los métodos empleados fue el uso de proyectiles con recubrimiento, que a pesar de restar velocidad al proyectil por su forma, una vez golpeaba el blindaje se deformaba el recubrimiento y así evitaba que el proyectil rebotara. Básicamente se trataba de un metal más ligero que el proyectil que se deformaba al impactar.

La imagen muestra, de forma exagerada, el funcionamiento de un proyectil con recubrimiento (APBC). AL impactar, el metal con menor densidad ayuda al proyectil a agarrarse al blindaje y ayuda en su normalización, de forma que resta unos pocos grados al blindaje inclinado gracias a la sujeción.

Blindaje Endurecido

Otro método para mejorar la protección era el de endurecer el acero. Lo más habitual es que pensemos que se hacía para que cuanto más duro fuese, más resistente, pero en realidad el motivo de ese endurecimiento era principalmente para intentar romper la punta del proyectil, de tal forma que al impactar sobre un acero muy duro y a gran velocidad, se rompiera evitando la penetración.

Los problemas de los blindajes duros son la dificultad para conseguir una dureza constante y no sólo en parte del acero, junto con que a mayor dureza, mayor fragilidad y posibilidad de sufrir fragmentación y astillamiento. Los soviéticos usaron blindaje muy duro en el T-34 (+400BH)[4], lo cual permitía aguantar bien proyectiles hasta 45mm, pero ofrecían menos resistencia que un blindaje convencional frente a proyectiles de mayor calibre.

Los alemanes emplearon un sistema particular: Cara Endurecida (Face Hardened). Consistía en endurecer la cara externa del blindaje de 450BH a 650BH[4], elevando su dureza, pero conservando un blindaje más dúctil en el resto. La gran ventaja consistía en poder romper la punta del proyectil y en el caso de no conseguirlo, evitaría la fragilidad y astillamiento por la excesiva dureza.

El motivo de que no se hiciera en todos los vehículos y blindajes era principalmente por el coste. De hecho, al finales de la guerra los alemanes dejaron de usarlo para abaratar costes.

Blindaje Adicional (SGM)

El uso de añadidos al blindaje fue algo común durante la Segunda Guerra Mundial. Cualquier cosa era usada para aumentar la protección o al menos para subir la moral al sentirse más seguro. Algunos vehículos aumentaron su blindaje en forma de planchas adheridas al blindaje de serie. Un buen ejemplo es este KV-1E que lleva blindaje adicional en la torreta:

Se ven los remaches en la torreta par añadir esa armadura adicional. En general no fue un sistema muy empleado, principalmente porque los añadidos de blindaje suponían un incremento del peso y reducción de la movilidad o incluso la sobrecarga de la suspensión en algunos casos.

Los carristas americanos emplearon métodos menos convencionales como los sacos de arena. En algunos casos se llegó a prohibir estas prácticas por el aumento del peso y la baja protección que ofrecían.

Uno de los elementos más clásicos del blindaje adicional eran las propias cadenas de repuesto del carro de combate. Aveces se almacenaban de tal forma que supusieran un trozo más de metal, tanto en frontales como en laterales. Aquí tenemos un ejemplo:

Esas orugas de repuesto eran usadas tanto para hacer reparaciones como de blindaje adicional frente a disparos frontales. La protección que ofrecían no está del todo clara.

Pruebas alemanas hechas sobre blindajes inclinados, sacaron varias conclusiones sobre la efectividad de añadir orugas/cadenas en los blindajes. El 8 de mayo de 1944 en Oberstlt se realizaron unas pruebas con los siguientes resultados:[3]

    • La protección disminuyó cuando el blindaje era vertical o inclinado hasta los 10º.

    • La protección aumentó cuando el blindaje estaba inclinado a más de 30º.

    • La protección fue la misma cuando el blindaje estaba inclinado entre 10º y 30º.

En la imagen del StuG III capturado podemos observar que también lleva blindaje adicional en la superestructura. Se trata de hormigón y probablemente ya lo tenía aplicado cuando fue capturado. El hormigón es mucho más ligero que el acero, pero también más voluminoso, por lo que es ideal para la fabricación de bunkers, pero no para blindados.

Lectura adicional: Cemento sobre el blindaje - Foro Segunda Guerra Mundial

Referencias y Fuentes

    1. Steven J. Zaloga y Peter Sarson, "T-34 Medium Tank 1941–45", Osprey Military, London, 1994, ISBN 1-85532-382-6.

  1. Thomas L. Jentz, "Germany's Tiger Tanks: Tiger I & II: Combat Tactics", Schiffer, China, 1997, ISBN 0-7643-0225-6

  2. Thomas L. Jentz y Hilary L. Doyle, "Germany's Tiger Tanks - VK45.02 to Tiger II: Design, production & modifications", Schiffer, China, 1997, ISBN 0-7643-0224-8

    1. "WWII Ballistics- Armor and Gunnery", por Lorrin Rexford Bird y Robert D. Livingston, de la editorial Overmatch Press

Artículo creado por ACB, el Mutie