18. Verá el dinero multiplicarse.

    La nueva Congregación, bendecida por la Divina Sangre de Jesús, iba progresando. Gaspar, de vez en cuando, se vio obligado a ir a Roma para las prácticas formales, proporcionar fondos, buscar nuevos reclutas. Las solicitudes a los Misioneros en Umbría se multiplicaban. ¡La fama de los santos sacerdotes ahora se estaba extendiendo por todas partes!No faltaron tribulaciones. Gaspar, cuando estaba ausente, escribía cartas para alentar, inspirar, aconsejar. Y en estas, insistía Siempre: "Unidos en el vínculo de la caridad de la Sangre de Cristo, celantes para su gloria y la salvación de las almas; pobres con Cristo en la Cruz”. “Somos pobres, pero hay quién siempre es más pobre que nosotros; los pobres son los amos de nuestras pertenencias, ay de nosotros si los despedimos sin haberles dado al menos un poco de ayuda"."¡hemos sido enviados como Cristo a evangelizar a los pobres, es decir las poblaciones humildes,  y los ricos, tan pobres del espíritu!".

Sería un error pensar que Gaspar hiciera pasar de hambre y molestias a sus “hijos”. Velaba personalmente, que la pobreza no fuese una excusa para la suciedad y la miseria. Alimentos sencillos, pero abundante; hogar y cuartos muy bien equipados de lo necesario para una vida tranquila y saludable.

El daba en todo el más alumbrante ejemplo. Aquí está lo que leemos en crónica de la Casa: "¡Cuántas veces el pobre canónigo del Búfalo se sacaba los zapatos, ropa, abrigo, y mucho más para dar a los pobres! ¡Entonces trataba de entrar a escondite de nuevo para evitar ser visto casi desnudo!" En otro registro se lee: "En tiempos de lluvia no pueden salir más de dos misioneros, porque en la casa hay un solo paraguas". Gaspar mismo, de su puño y letra señala: “En lafundación de este Instituto, hubo que sufrir mucho no sólo debido a la falta de personal, sino de lo necesario para sustentarse. Los Misioneros van en pares, como los apóstoles, para predicar la palabra de Dios. Gracias a la Providencia de Dios y a la buena gente, nunca nos hizo falta nuestro pan de cada día”.

¡No pocas veces Gaspar también se encontró a tener que hacer frente a los plazos con los proveedores! No existían facturaciones y ellos siempre estaban confiados de su palabra dada.

Pero, a veces, incluso los proveedores no pasaban por buenos momentos y, en algunos casos, intervino claramente la Providencia.

Ocurrió que, en ausencia del Fundador, Don Biagio Valentini,tesorero de la casa de San Felice, se había quedado con las cuentas en rojo. No teniendo más valor para pedir prórrogas y nuevos créditos al proveedor, escribió al Santo Gaspar que, con pocos centavos de baiocchi restantes en el cajón, y sin ninguna posibilidad de conseguir más, no sabía dónde más golpearse la cabeza. La respuesta de Gasparfue inmediata y precisa: "Tenga fe y el dinero se multiplicará en sus manos".

Don Blas, que también era un santo, conocía bien a Gaspar (luego será su primer sucesor). Su vocación y el ingreso a la Congregación fueron acompañados por una serie de circunstancias con sabor a milagrosas. Pensó: "El Canónigo  es un Santo y... si él lo dice,así será. El caso quiso - ¿o el Señor? - Que la carta de Gaspar fuereentregada en presencia del proveedor de Giano quién fue para pedir dinero. Le hizo leer el papelito y este, sacudiendo la cabeza, observó:“Sin lugar a dudas el Canónigo es un santo y hace milagros, pero si el dinero en el cajón, usted padre Biagio, no los puso, no pudieron haber brotado por si solos”.

Don Biagio se persignó, y abrió el cajón: - “Uno, dos, tres, cuatro…”

Cuando llegó a la cantidad exacta a abonar, ¡el recipiente quedólimpio, limpio! E1 rostro de don Biagio, mientras contaba, se habíaquedado sereno, sin mostrar absoluto asombro, como si fuera todo muy natural. E1 acreedor en cambio se quedó con asombro y alegría:¡Iba a recibirlo todo, hasta el último centavo!

Saliendo del monasterio, daba vueltas mostrando el montoncito de dinero, y diciendo: ¡Haga crédito al canónigo del Búfalo todas las veces que quiera, tanto, si no paga él, paga siempre el Señor!