0. Introducción

Las Florecillas

De San Gaspar 

 

Concesión: Tullio Veglianti cpps, Director de “Unio Sanguis Christi”.

Traducción: Danilo Sacchetti Coletta cpps.

Revisión: Prof. María Teresa Concha Ortúzar.

Ilustraciones: Sr. Otello Scarpelli.

  

Santiago de Chile - 2012

“Florecillas” se llaman episodios, milagros, dichos y sentencias de los cuales es impregnada la vida de un santo. Las más famosas son, sin duda, “ Las Florecillas de San Francisco de Asís”, hermosos por contenido y el valor intrínseco que ofrece la límpida prosa de la literatura del siglo XIV. Las páginas de aquella obra se aceptan, así como al mérito artístico, para la validez de las enseñanzas del Santo de Asís, sin despreocuparse de la precisión histórica y la autenticidad literal. Esas historias son verdaderas, porque es verdadero el protagonista que sale a la luz y, verdaderas en su sustancia y las acciones que cumple.

También San Gaspar del Búfalo tiene sus “ Florecillas”. Encarnan el mismo espíritu, aunque no pueden gozar del mismo valor literario. Sus primeros discípulos, entre los cuales se destaca el venerable Don Giovanni Merlini, premurosamente atestiguaron lo que presenciaron en persona u oído contar. A ellos se unieron muchos de sus contemporáneos, la mayoría de diverso carácter, nivel cultural y ubicación geográfica, para que nada de lo que el Santo había sido o les habían dicho, se pierda. Si el Merlini nos parece el más riguroso al considerar los alegatos, el testigo que está más cerca del espíritu de “ Las Florecillas” fue el Siervo de Dios Don Biagio Valentini, dirigido por su carácter y naturaleza de fe, a una lectura completa de los hechos llena de transparencias trascendentes. En la misma longitud de onda de los dos personajes citados, se pueden agregar los recuerdos de otros contemporáneos. Cada uno comprometido a entregar su propia verdad.

Encontrarás en este libro una abundante selección del heterogéneo coro, que sin embargo fue unísono, en la admiración del gran Apóstol de la Preciosísima Sangre. La colección completa se puede encontrar en las miles de páginas de los Procesos de beatificación y Canonización. Cuentan las hazañas que santos sacerdotes, dirigidos por él, hicieron en la Italia de su tiempo, atormentada por bandidos, masones y traficantes de toda clase. Este volumen hace accesible la memoria colectiva conservada en los archivos que de otra forma quedaría aprovechada por unos pocos. Es natural que Gaspar del Búfalo - sacerdote incansable, capaz de participar en luchas sin fronteras, doquier y con inusitado valor; capaz de enfrentar a cabeza levantada a Masones y Sectarios, lográndolos callar, y que logró domesticar a los bandidos, atreviéndose llegar a sus cuevas con la única arma del Crucifijo - suscitó gran fascinación en las mentes de las personas. También es lógico que, habiéndose atrevido a escribir abiertamente al Papa Pío VII y sus sucesores, para poner de relieve el enfoque equivocado y contraproducente para la erradicación de males sociales, bandidaje y otras con la ferocidad y la violencia de las leyes, sublevara las muchedumbres haciéndolas propensas en formas taumatúrgicas las acciones y los efectos.

Aunque la palabra “Florecillas”, pues, en sí misma nos lleva a pensar mitos y realidades fantasiosas, los episodios que podrás leer en este libro no pueden llamarse ni leyendas, ni hechos del imaginario inventados artificialmente. Todos ellos tienen una base histórica única. Como sucede en los libros de este género, que a veces el autor parece dejar pasar algunos particulares, sin averiguar si en la realidad ocurrieron de tal manera, eso no significa que hayan sido inventados. Los relata cómo fueron vividos y contados en su momento; y también esta es historia. También rigurosamente cierto, es entonces, el dato de fondo: los hábitos y costumbres de los pueblos que el relato representa, no fueron objeto de interpretación y no lo serán tampoco ahora.

El protagonista casi absoluto de “Las Florecillas” es San Gaspar. Los episodios lo acompañan desde el nacimiento hasta la apoteosis del Cielo. En él se combinan las hazañas de los primeros compañeros y discípulos que le seguían y han cooperado con él, imitándole las virtudes. Si tomemos en cuentas estas advertencias, se podrá decir que el Santo que se presenta no es ficción o leyenda. Es de hecho, el más autentico de aquel que surge a partir de estudios rigurosos en torno a su persona y su obra. Es más verdadero, ya que vuelve a sorprendernos, al igual que asombró a los hombres de su tiempo. El porte de un hombre poderoso y un taumaturgo, de su sufrimiento físico y espiritual, el carácter explosivo, no excluyen ciertos defectos, que por otra parte, fue capaz de dominar con la ayuda de Dios y el poder que deriva de la práctica constante de las virtudes heroicas. Este aspecto está presente en estas páginas. No esperes, buen lector, el relato cronológico de los hechos. Exigencias de orden práctico y de la brevedad, nos han aconsejado de reunir algunos episodios en un solo capítulo de forma homogénea, aunque cuando este se hayan producidos tiempos y lugares diferentes. También nos preocupamos, en la medida de lo posible, para mantener el estilo de los cronistas de la época, insertando entre comillas sus palabras y a menudo citaciones enteras, para que todos puedan disfrutar del sabor típico de lo antiguo y poner en mayor evidencia de la autenticidad y la genuinidad, al menos subjetiva, de los hechos narrados.

Por muchos episodios y muchos testimonios, brinque a nuestros ojos la excelsa figura de San Gaspar, cuya vida fue siempre conforme con la de Cristo Crucificado, en quien solo, como el Apóstol Pablo, quiso presumir. Nos empuje a la devoción de la Sangre de Cristo; él fue de ella el más grande Apóstol, y suscite en nosotros tanta confianza en su válida intercesión.