Los ángeles o poderes causales son extensiones del Espíritu de Dios que habita en cada individuo. Son formas de pensamiento divino que operan bajo la Ley del Libre Albedrío, lo cual significa que están sujetas a la energía que, consciente o inconscientemente, irradiamos todos nosotros. Hay que pensar también que mediante diversas formas de adulteración ya sea por medio del temor, la culpa, la ira, la frivolidad y otras características del ego, podemos literalmente cambiar su verdadera naturaleza. Podemos desviar sus divinas intenciones y restringir y paralizar sus expresiones.
Cada Ángel tiene un deber cósmico que cumplir, como un vórtice, a través del cual emite su verdadera naturaleza de su ser, la abundancia, las relaciones amorosas, el éxito, la armonía, o cualquiera puede ser su tarea específica. Su rol es siempre el de estar a tu servicio, lo cual significa que tú puedes hacer caso omiso de su función y de su naturaleza primaria y crear tu propia realidad, y Él está obligado a seguirte.
Ya dije previamente que los Ángeles son como los pensamientos y que nos inspiran introduciendo ideas en nuestros procesos y modelos mentales. Los Ángeles nunca interferirían en nuestros procesos sin que antes nosotros lo solicitáramos, así que, en definitiva, somos nosotros los responsables.
Si conscientemente decidimos que estos procesos mentales se lleven a cabo, los Ángeles colaborarán a que eliminemos de diferentes maneras, los pensamientos negativos y molestos.
Si quieres ser una persona más feliz es importante saber con precisión por qué hay que revisar los pensamientos negativos. A continuación citaré algunas de las formas en las que los pensamientos negativos afectan nuestro bienestar:
1) Los pensamientos negativos aplastan la vitalidad y el sistema inmunológico.
2) Los pensamientos y aseveraciones negativas influencian a los que te rodean.
3) Los pensamientos e ideas negativas crean perjuicios en el plano perceptivo haciendo que sólo tengas en cuenta los aspectos negativos de la vida. En consecuencia esperas y buscas (consciente o inconscientemente) resultados negativos que confirman tu pesimismo.
4) Los pensamientos negativos te apartan de la consecución de metas positivas. Por ejemplo, en vez de desperdiciar tiempo y energía intentando sobrellevar una posible situación negativa, deberías perseguir las oportunidades más valiosas
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