La función del Ángel de la Imaginación y la Liberación es ayudar al individuo a fortalecer la visión de su ojo interior, para ver con la mente – en lugar de hacerlo con los ojos físicos – tanto las cosas abstractas como las concretas, y para liberar el alma de la dominación de la personalidad. En las escuelas más recientes, se enseña que este Ángel tiene el poder de demostrarnos que el elemento dominante es el que vemos y no lo que pensamos; o sea que la verdadera visión es el único poder capaz de llevarnos hacia nuestros objetivos, y que esa visión es el vínculo entre los cielos y la tierra.
Si la energía de este Ángel se encuentra bloqueada por una inadecuada utilización de nuestras facultades imaginativas (la visión de la mente mortal que mira hacia abajo en lugar de mirar hacia arriba), el individuo puede llegar a ser poco sincero y poco confiable. Será una persona llena de miedos que utiliza las trampas y el engaño para conseguir lo que desea, un pronosticador de tristezas y predicciones, debido a la descontrolada sensibilidad de su naturaleza emocional.
Cuando sentimos que nuestra capacidad de pensar se encuentra bloqueada y que somos incapaces de utilizar la imaginación, debemos solicitar la ayuda de este Ángel. En ese caso tómate un tiempo y escribe, dejando que fluyan libremente, las primeras cosas que te vengan a la cabeza, aunque sean completamente absurdas. Esto hará que se afloje la presión de los pensamientos con que el ego está bloqueando tu mente y te liberará para que tus pensamientos creativos se eleven a un nivel superior.
Tú puedes hacer que tu vida cambie completamente utilizando el poder de la imaginación creativa y el comienzo de ese cambio es entrar en contacto con el Ángel de la Imaginación y la Liberación. Entabla una amistad con el Ángel, y deja abiertas las líneas de comunicación para poder escuchar los consejos adecuados para liberar tu mente, purificar tus emociones y contemplar la visión superior.
Ejercita la visión de tu ojo interior y una vez que logres ver (y sentir) la acción de la energía, dedica varios minutos a la búsqueda y la percepción de la imagen, el ver y sentir como desciende el rayo de Luz y, por último, la forma en que se irradia hacia el exterior.
Nos enseña a aplicar la imaginación abstracta y ver con nuestro ojo interior; fortalece la visión espiritual capacitándonos para ver la Verdad del Reino – una visión superior de la Realidad que puede manifestarse completamente en el plano tridimensional.
Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: persona poco sincera, poco confiable, que acostumbra engañar y mentir para lograr sus objetivos, “un pronosticador de calamidades”.
Su energía resulta bloqueada debido a: el uso inapropiado de la imaginación; ver siempre con la mente mortal, la cual mira hacia abajo en lugar de mirar hacia arriba; porque el sistema emocional se encuentra limitado por el miedo.
Cuando invitamos a los Ángeles a participar en nuestra vida, comenzamos a comprender que todos los senderos pueden llevarnos a Dios. La enfermedad es una ruta hacia el despertar espiritual; también lo es una adicción. Como timbres de alarma, nos advierten que estamos atascados o fuera de curso y que no podemos progresar en nuestra senda espiritual mientras no despertemos. Para avanzar en nuestro desarrollo superior, necesitamos descubrir el bloqueo y retirar la causa. Debemos curar en un plano profundo.
Una señal de que estamos en el camino hacia la Conciencia Superior es el reconocer que creamos nuestra propia realidad. Todo lo que atraemos a nuestra vida (¡incluyendo situaciones que no se nos ocurriría desea!) es una oportunidad, y a veces un desafío, de iniciar la acción correcta. Esta comprensión no encierra ninguna culpa. Sin embargo ¡cuántas veces se nos hace sentir equivocados y hasta culpables por estar enfermos o tener un adicción!.
Los Ángeles nos dicen que cuanto viene a nuestra vida es una enseñanza, una lección. El cáncer ya es bastante malo sin necesidad de que nos flagelemos por haberlo contraído. Sin embargo, equiparamos enfermedad con maldad. Cuanto más enfermos estemos, peor debemos de ser.
Es aquí donde la presencia curadora de los Ángeles resulta muy importante, pues los Ángeles nos dan amorosa aceptación, sin censuras ni críticas. Están aquí para ayudarnos a salir de las enfermedades y de los problemas que hemos atraído hacia nosotros, a fin de entrar en la salud y el equilibrio. Con la ayuda de nuestros Ángeles aprendemos a bendecir la lección, en vez de maldecir el problema. Y lo que bendecimos mejora.
Alinearnos con nuestros Ángeles nos permite descartar la culpa y la vergüenza por nuestro estado, para continuar con la curación. En vez de sentirnos mal al respeto o tratar de negarlo, podemos iniciar acciones responsables que nos liberen y nos curen. cuando damos intervención a los Ángeles nos abrimos a la manera angélica de encarar cualquier situación dada: sin culpa, sin vergüenza, sin reproches.
Sin que importe lo que hayamos hecho, los Ángeles nos hacen saber que aún estamos bien. No nos juzgan; por eso, cuando unimos nuestras fuerzas a las de ellos, aprendemos a no juzgarnos a nosotros mismos. Esto libera una energía que podemos aprovechar para recuperarnos y curarnos, ya estemos luchando contra el cáncer, el SIDA o el abuso de drogas. Vale para cualquier clase de abuso, sea físico, mental, emocional o sexual.
Los Ángeles no nos curan: nos ayudan a curarnos solos. Su presencia permite que cada uno de nosotros, cualquiera que sea nuestra enfermedad o adicción en particular, cure sus sentimientos de separación y soledad. No estamos solos. Desde el momento en que te vinculas con tu Ángel no tienes por qué volver a sentirte solo. Y no tienes por qué curarte solo. Los Ángeles están contigo; son parte de tu equipo personal de curación, que puede incluir a médicos, terapeutas y otros profesionales del arte de curar, y a miembros de un grupo de recuperación.
Así como cada uno de estos auxiliares dará a tu curación una inclinación o una modalidad especiales, así los Ángeles te conectarán con una perspectiva espiritual, para que puedas captar la importancia y el significado de la afección que has manifestado.
Las adicciones surgen de una sensación de poco valor, así como todos los abusos provienen de la falta de interés y respeto. Son una señal de que el amor está ausente. Todo abuso de alcohol, drogas, cafeína, nicotina, sexo, relaciones sexuales, apuestas y comida es un intento de llenar el vacío interior.
Las adicciones son técnicas para soportar las deficiencias de amor. Cuando un bebé no recibe las caricias, la alimentación y el vínculo que requiere, crece con un déficit de amor. Eso perjudica la autoestima y retrasa el desarrollo de un saludable amor por uno mismo. Cuanto menos te ames a ti misma, más propensa será a alimentarte con un sustituto para sentirte bien. Eso toma la forma de una conducta compulsiva.
Las conductas compulsivas o adicciones están fuera de equilibrio con la medida correcta. Cuando no recibes lo que necesitas en cantidad suficiente, tus actos compensatorios serán también desequilibrados.
Las adicciones son el camino que muchas personas eligen para hallar a Dios. Es el Yo Superior en marcha, guiando al individuo de la manera que más se adecua a los requerimientos de esa alma. Se podría decir que es una manera rigurosa, como lo son el SIDA, el abuso sexual u otras vías difíciles. Ese rigor guarda proporción con el nivel de obstinación del alma atrapada en él… y su fortaleza final. Si quieres desenterrar una piedra pequeña, puedes hacerlo con los dedos o con una pala. Si requieres retirar un canto rodado, usas dinamita.
Para romper el ciclo de la adicción, la dinamita suele presentarse bajo la forma de un suceso dramático: un accidente, una enfermedad, una catástrofe. Esto ocurre con tanta frecuencia que es habitual creer que el adicto debe tocar fondo antes de empezar a recuperarse. No es necesariamente así, pero en los casos en que la dinamita estalla, se demuestra que no había otro modo de llamar la atención de esa persona. El hecho es una llamada para despertar.
Tienes a tu disposición el Ángel de la Guarda, como fuente de amor curativo. En esos momentos de aislamiento y temor, cuando no sabes cómo seguir adelante, ábrete a tu Ángel y deja pasar ese amor, ese cuidado, esa ternura. Si has abandonado tu adicción y tienes miedo de recaer, convócalo para que te colme, para que te sirva de respaldo y apoyo, para que te dé la fuerza que necesitas. Eres digno de ese amor.
Si recaes, no te castigues ni vuelvas a culparte, pero también debes autorizarte a continuar con los abusos. Pide a tu Ángel que te envuelva en sus alas grandes y suaves. Aspira su amor sin censuras y ten compasión de ti mismo, y de tu problema. La compasión equivale a amorosa aceptación, no de tus acciones, sino de tu YO. Tu Ángel te ama tal como eres. Tu Ángel no te juzga.
EL ÁNGEL DE LA OBEDIENCIA
La obediencia humilde, dijo una vez un Ángel, hace que se cumpla sin trabas la voluntad de Dios.
Ser obediente no es hacer lo que nos digan los demás sin pensar y sin responsabilizarnos.
Ser obediente es ser capaz de distinguir qué impulsos proceden de nuestro ego y cuáles de nuestro corazón y tener la valentía de seguir a estos últimos, sin ponerles trabas.
Ser obediente no quiere decir abandonar nuestra voluntad y nuestra responsabilidad; es más bien fundir nuestra voluntad con la de Dios y ser plenamente responsables no sólo de lo que nos atañe, sino también de aquello que aparentemente no tienen nada que ver con nosotros.
Siéntate perfectamente relajada, satisfecha y a gusto contigo misma. Cierra los ojos y no intervengas: deja que acudan pensamientos y sensaciones, pero no hagas nada ni por que vengan ni por que se vayan.
Invoca al Ángel de la Obediencia y espera pacientemente a que acuda.
Si junto a Él aparece el demonio de la desobediencia, pídele simplemente que se vaya. Pero no se lo pidas con palabras: te desobedecería. Pídeselo con el corazón y dale las gracias por irse.
Pídele también con el corazón al Ángel de la Obediencia que entre en tu vida.
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA N.º. 12
A medida que practiques los ejercicios de cimentación y vayas conociendo tus chakras, puedes querer aclarar un problema específico que corresponda a tu centro de energía en especial. Por ejemplo, los problemas de seguridad se relacionan con el chakra de la raíz; las desilusiones amorosas se relacionan con el chakra del corazón, etc. sino estás segura de cuál es el chakra involucrado, puedes cubrir todas las bases liberando el bloqueo de todos los centros. Una solución más rápida es liberar desde el corazón y luego desde el chakra de la raíz.
El ejercicio que te doy a continuación amplía el esquema del ejercicio Básico de Liberación; te permite profundizar más en el cuerpo sutil, para que puedas llegar al sitio donde están almacenados estos bloqueos. Puedes pasar por todos tus chakras en una sesión o trabajar con uno solo.
Para despejar un bloqueo de un solo chakra, puedes pasar directamente allí después de cimentarte en tu chakra de la raíz. Este ejercicio es especialmente efectivo para liberar miedos, dudas, desilusiones y sensaciones de poco valer, ineptitud y autocrítica.
1) Relájate y cierra los ojos. Invita a tu Ángel a estar contigo. Concéntrate en la respiración, en tanto envías tus raíces a la tierra. Cuando hayas penetrado y estén afirmadas, comienza a extraer por tus raíces la energía de la tierra, llevándola a cada uno de tus chakras, uno a uno.
2) Imagina finas hierbas o filamentos que surgen del chakra de la coronilla, alargándose al cielo y conectándote con Él. Aspira la energía de los cielos por medio de estas fibras, llevándolas a todas tus chakras, uno a uno. Vuelve a concentrarte en el chakra de la raíz.
3) Fíjate si hay allí emociones, recuerdos o bloqueos que necesites liberar. En ese caso, concéntrate en cada uno de ellos, sucesivamente. Averigua de dónde han venido y pregúntate qué te han enseñado.
4) Cuando estés lista para liberar, agradece al recuerdo o bloqueo lo que hayas aprendido. Inhala profundamente y exhala el bloque con fuerza, por la boca, con un sonido sibilante. Siente cómo viaja por tus raíces hasta la tierra, a medida que exhalas. Repite dos veces más.
5) Cuando estés lista, aspira hondo, lleva la energía de la tierra a tu chakra sexual y repite los pasos 3 y 4. continúa avanzando por los chakras, uno a uno, explorando y liberando.
6) Agradece a tus Ángeles y a nuestra madre, la Tierra, por trabajar contigo. Presta atención a tu cuerpo físico. Repara en tu respiración. Y cuando estés lista, abre los ojos.
Tal vez descubras que este ejercicio de Liberación por la Tierra ofrece una bonificación: te deja más cimentada, más centrada y estable.
WEB http://wayran.blogspot.com/