Eran veteranos de la guerra civil, duros, altivos y temerarios, y por eso su capitán les puso el apodo de "Los Cosacos". Muchos no llegaron a ver el final de la guerra, en este blog ya conocimos a Amado Granell y a Angel Rodríguez Leira, pero fueron muchos más, y hoy día solo hay 3 supervivientes: Rafael Gómez, Luis Royo Ibáñez y Manuel Fernández.
Tras un improvisado homenaje en el 2004, el reconocimiento oficial llegó el 24 de febrero de este año, 66 años después. El Ayuntamiento de París condecoró con su máxima distinción, la Gran Medalla de Vermeil, a los tres supervivientesdel centenar de españoles que ejercieron de punta de lanza en laliberación de la capital francesade los nazis.
Durante la Segunda Guerra Mundial muchos republicanos españoles, la mayoría de ellos desconocidos, combatieron junto a los aliados contra los nazis. Algunos lo hicieron en una unidad militar bajo el mando del general Leclerc, que se hizo célebre por su nombre en castellano, "La Nueve", y por haber sido la primera en entrar en París el 24 de agosto de 1944, en la liberación de la ciudad.
La División Leclerc blindada nació en mayo de 1943 bajo el mando del general Philippe Leclerc en el Chad centroafricano, actuando en apoyo a la Francia Libre, compuesta por 16.000 hombres, de los cuales a inicios de 1943 unos 2.000 eran españoles. Después que la Francia Libre tomara el control del Norte de África, los republicanos españoles integrados en las tropas francesas tuvieron la opción de escoger entre la División Leclerc, veterana de la Francia Libre, o las fuerzas del general Giraud, formadas por numerosos leales a Vichy que recientemente habían cambiado de bando. Ante esta situación, la gran mayoría de los españoles escogió la unidad de Leclerc. Se les permitió bordar en sus uniformes franceses la antigua bandera tricolor republicana.
En septiembre de 1943 la División Leclerc fue transferida a Rabat en Marruecos, donde se la dotó de armamento procedente de los Estados Unidos: 160 tanques M4 Sherman, 280 carros de combate M3 Stuart y M-8 Greyhound, camiones Dodge, GMC, Brockway, Diamond y también muchos jeeps. Junto a estos vehículos, rodaban unos cuantos camiones encargados del suministro y abastecimiento de La Nueve. Veteranos anarquistas intentaron nombrar a un carro de combate como su fallecido líder Buenaventura Durruti, pero los franceses no lo permitieron, por lo que le pusieron Le Pingouins. En los tanques manejados por los españoles se permitió también pintar la bandera de la Segunda República Española.
Se decidió que el capitán fuese un francés, y que su adjunto en el mando, un teniente, fuese español. Dronne sostiene que, por su parte, nunca tuvo problemas para ser aceptado como jefe por los españoles, pero cabía el riesgo que un oficial español desatase los celos y las dudas sobre su competencia. Dronne despertó las simpatías de los españoles por una razón un tanto banal: Con su español un tanto rudimentario les habló del "gobierno provisional de la República francesa", y a ellos les agradó que les hablaran de "República", una palabra que habían dejado de oír desde 1940.
Finalmente, el carácter español de la compañía se hizo tan intenso que, como quiera que elcastellano era el idioma "oficial" de sus miembros, la 9ème compagnie de combat du RMT pasó a ser conocida por todo el Regimiento, usando nuestro idioma, simplemente como "La Nueve".
Dronne dejó escrito unos "carnets de route" en los que puede seguirse la historia de La Nueve desde sus primeros días hasta el final de la guerra.
Dronne pensaba que Leclerc, que conocía bien a sus leales, le había hecho este encargo por dos razones. Una, porque los españoles, muy motivados políticamente, sólo aceptarían como mando a un "francés libre" de primera hora, no a algún "petainista" que hubiese "chaqueteado" recientemente. La otra, porque sabía que Dronnehablaba algo de español, al haber estudiado unas semanas en España algunos años atrás. El caso es que a él los españoles no le daban miedo, así que asumió el mando de la compañía y se dispuso a convertirla en la unidad más famosa de todo el Regimiento.
La División Leclerc se denominó oficialmente "2ª División Blindada"y su 9ª Compañía fue más conocida como "La Nueve" o "La Española", al mando del líder francés Raymond Dronne.
Cuando Leclerc le entregó el mando de la División a Dronne, Le advirtió que era una compañía especial:" Esos hombres dan miedo a todo el mundo, pero son buenos soldados. Usted se las apañará. ¿De acuerdo?"
El 26 de septiembre el mando militar reconoció la importancia de esta división, y De Gaulle en persona repartió las principales condecoraciones en la ciudad de Nancy. La Medalla Militar y la Croix de Guerre fueron entregadas al líder francés Raymond Dronne, al subteniente canario Miguel Campos, al sargento catalán Fermín Pujol y al cabo gallego Cariño López.
La batalla por la recuperación de Alsacia comenzó en noviembre; allí los alemanes destruyeron un tanque español de un proyectil donde iba el alférez Federico Moreno, por suerte no hubo bajas. El 23 de noviembre la 9ª Compañía española tomó la capital alsaciana de Estrasburgo.
Al día siguiente de la liberación, los diarios no hicieron referencia alguna a los españoles. El blindado Guadalajara fue rebautizado Dromilly y en las crónicas el oficial español Amado Granel, sustituido por Dronne.
Tras la Liberación de París la guerra prosiguió. La Nueve volvió al frente. El día 12 de septiembre los españoles obtuvieron un señalado éxito cuando hicieron prisioneros a 300 soldados alemanes al tomar la ciudad de Andelot. El 15 cruzaron el río Mosela y establecieron una cabeza de puente tras las líneas alemanas, donde tuvieron un enfrentamiento con heridos en Châtel-sur-Moselle.
La decidida participación de los españoles en la liberación de Francia trocó el recelo inical de los franceses respecto a los “indeseables” que en el 39 les habían invadido el país por una abierta simpatia y solidaridad con ellos. En decreto del 15 de marzo de 1945 se concedía el estatuto de refugiado político a todos los que habían tenido que huír de la España Franquista.
Sin esperar respuesta, el 21 de agosto, Leclerc envió un destacamento hacia París, obligando a los americanos a decidirse. El dia 24 entraban en París por la Porte de L’Étoile, entre aclamaciones, abrazos y miles de parisinos, 120 hombres y 22 blindados, la 9ª Compañía, la de “los españoles”, que era la vanguardia del general Leclerc al que venían acompañando desde los campos de batalla africanos.
Los españoles tomaron el ayuntamiento, el Hotel-de-Ville, donde se instaló elConsejo Nacional de la Resistencia y quedó al mando de los hombres que lo defendían el teniente español Amado Granell. Participaron también decisivamente en el ataque al Cuartel General de la Gestapo, instalado en el Hotel Majestic. Uno de los españoles,Pacheco, fue el primero en ocuparlo con sus hombres e hizo, él mismo, doce prisioneros. Dos días después entraba en Paris el general Charles de Gaulle con los miembros del Comité Nacional de Liberación. Le escoltaban por los Campos Elíseos carros blindados tripulados por españoles.
El General Leclerc, que comandaba la Segunda División Blindada bajo las órdenes delgeneral Bradley, urgió al manso a acudir en socorro de París, pero los aliados dudaban porque su objetivo era el ataque inmediato a las fronteras alemanas para acorralar a Hitler.
Siguiendo la costumbre francesa de"bautizar" a todos los vehículos, los españoles de La Nueve darán a sus half-tracks los nombres de lasbatallas de la guerra civil: Teruel, Ebro, Brunete, Madrid, Belchite, Guadalajara... También otros tópicamente evocadores como Don Quijote, o España Cañí. Y otros franceses como Résistence, Libération, Nous Voilà, les Pingouins. Faltaba el nombre del half-track de mando. Después de pensar en varias opciones, Dronne obtuvo el consenso: puesto que consideraba que sus hombres "parecían una banda de cosacos" ningún nombre mejor, para llamar al semioruga que "Les Cosaques". Todos esos nombres quedarán indisolublemente unidos a laleyenda de La Nueve.
París se sublevó el mismo día de la liberación de Fix, el 19 de agosto. El jefe de la resistencia de la ciudad, coronel Henri Rol-Tanguy, dio la orden:“Aux armes, citoyens”, y la lucha se generalizó por toda la ciudad. Entre los combatientes había 4.000 españoles, de los que algunos murieron en la liberación de Paris, como José Barón, cuando atacaba a los alemanes en la plaza de la Concordia.
Los tres combatientes, que formaron parte de la escolta de protección del General De Gaulle en su entrada triunfal en los Campos Elíseos de París, fueron tratados como “héroes” en la ceremonia organizada por la teniente de alcalde Anne Hidalgo, nieta de un republicano español y artífice del homenaje.
Sin ella, y sin el trabajo realizado por Evelyn Mesquida, autora del libro "La Nueve, los españoles que liberaron París", seguramente no se habría rescatado la memoria de los soldados capitaneados por Raymond Dronne, el único francés de la compañía.
El concejal de Relaciones Internacionales, Pierre Schapira, evocó el "infinito reconocimiento" de París para con los combatientes españoles de la IX compañía de la II División blindada del ejército del general Leclerc.
Glosó su compromiso, su valor y su generosidad, así como la determinación y el altruismo "que encarnan y representan", al citar "la deuda eterna" de París para con ellos, que "son y serán siempre nuestros héroes".
"Dronne nos decía que éramos diferentes de otros combatientes porque nosotros no luchábamos por una bandera, sino por un ideal", explica Fernández.
"Estábamos muy bien vistos por la población. A mí me acogió una familia francesa que me cuidó como a un hijo. Los que se olvidaron de nosotros fueron los otros", dice Fernández en alusión a las autoridades. El asturiano advierte de que los españoles no fueron los únicos que no salieron en la foto: "También olvidaron a los africanos, los polacos y los belgas".
Las siguientes fotos son del homenaje del día 24 en París, pertenecientes a Evelyn Mesquida, gracias a Sonia de Librairie Espagnole Et Cie:
Cuando la 9ª Compañía cruzó el río Rin y se internó en suelo alemán, los españoles quedaron estancados por el frío invierno de -22ºC en el camino boscoso hacia Múnich. A lo largo de ese tiempo sufrieron unas 50 bajas por congelación y las bombas. Cuando se acabó el invierno la 9ª Compañía se puso en marcha de nuevo. La actuación más importante en esta etapa de la 9ª Compañía fue el 5 de mayo de 1945 al participar en la toma del Nido del Águila, el refugio final de Hitler en Berchtesgaden.
El pasado 24 de febrero, en París, por fin les llegó el reconocimiento oficial. "Más vale tarde que nunca", se contentaba Rafael Gómez, andaluz que entró en París con el Guernica. Su compañero Luis Royo Ibáñez, originario de Barcelona, llevaba el Madrid, que se averió y tuvo que cambiarle la oruga a las puertas de la ciudad: "Los republicanos españoles no habían sido reconocidos como liberadores hasta ahora", afirmaba. El tercer superviviente, Manuel Fernández, un asturiano que entró en camilla en la capital tras ser gravemente herido a causa de un plato de cordero con judías ofrecido por una francesa, rememoraba: "Hacía mucho tiempo que no comía algo tan bueno, me olvidé de la ametralladora, y cuando fui a recuperarla recibí un cañonazo".
De izquierda a derecha: Rafael Gómez, Luis Royo, Evelyn Mesquida y Manuel Fernández
Quede aquí mi reconocimiento a aquellos que, como dice Sonia en su blog Librairie Espagnole et Cie "llevaban con orgullo la bandera republicana en la solapa del uniforme del Ejército francés, tenían fama de aguerridos e indisciplinados, y cantaban Ay Carmela para darse coraje antes de entrar en la batalla."
Fuentes y más información: Wikipedia, La Nueve memoria y recreación de la 9ª compañía del Regimiento de Marcha del Chad, Librairie Espagnole et Cie, Segunda Guerra Mundial, El Exilio Español; J. Martin Casas y P. Carvajal Urquijo (Ed. Planeta).
Información sobre el libro de Evelyn Mesquida "La Nueve, los españoles que liberaron París":Segunda Guerra Mundial
"Sin ideales sería inexplicable la evolución humana". - José Ingenieros