La tumba de Merlín: realidad o timo para turistas
Hace cinco años unos buenos amigos decidieron visitar la Bretaña francesa, tierra de mitos y leyendas. Al año siguiente, y después de escucharlos hablar maravillas de esa región del norte de Francia, decidimos que pasaríamos nuestras tres semanas de vacaciones allí.
El único pero que pusieron nuestros amigos a aquel viaje, fue la visita a la tumba de Merlín, que la calificaron como una pérdida de tiempo y no de dinero porque afortunadamente no hay que pagar entrada.
Personalmente, siempre me pasa que cuando me dicen que algo en concreto es muy malo como por ejemplo una película, ya me entran ganas de verla. Lo mismo sucedió con el consejo de no ir que me dieron mis amigos. Curiosidad, morbo, no lo sé, pero el caso es que destinamos un día a la zona. Y he aquí mi opinión:
La tumba de Merlín
La tumba son cuatro piedras mal puestas que se supone que es un túmulo entre los cuales, supuestamente, descansan los restos y el espíritu del legendario mago Merlín.
En cuanto a la fuente de la eterna juventud, no hay palabras para describir lo ridícila que era. Más bien era un charco. Era tan poco destacable que ni tiré una miserable foto y ahora me sabe mal no poder enseñárosla.
Poco que hacer allí, a no ser que vayas muy sugestionado o seas un fanático del personaje y de su mundo.
Eso si, sólo por los alrededores, vale la pena gastar una jornada en esta parte de la Bretaña. Y es que en esta región no sólo hay playas salvajes e inhóspitas, faros o ciudades corsarias y medievales, también hay una parte interior llena de espesos y umbríos bosques como el de esta zona, y dónde algún iluminado dijo que descansaban los restos del hechicero.
Un duende en Broceliande
El bosque de Paimpont o Broceliand (su nombre legendario) es precioso, de esos en los que no entra la luz del sol y sólo conducir es un placer. De hecho, la zona está considerada parque natural y apenas hay algunas granjas diseminadas como único rastro humano.
Bosque de Paimpont
Muy cerca también puedes visitar la preciosa abadía de Paimpont o la encantadora y medieval Josselin.
Abadía de Paimpont
Josselin
Conclusión: es un buen lugar para ir y pasar el día. En cuánto a la tumba, lo dejamos a tu elección… aunque puedes pasar un rato divertido buscándola... y aún más, años después, recordando el tiempo que dedicaste a encontrarla