En esta unidad estudiaremos el contexto histórico y sociocultural, así como las características y elementos de la música y la danza utilizados en las composiciones durante el Renacimiento. Combinaremos el estudio, definición y explicación de los mismos, con el análisis de una serie de obras musicales en la materia de Análisis Musical II.
Por tanto, los conceptos que repasaremos aquí, son esenciales para comprender y asimilar, no solo esta materia, sino también la de Análisis Musical II. Las Unidades 2 de ambas materias se estudiarán simultáneamente, sus contenidos y aprendizajes serán complementarios.
Esta unidad tiene asociada dos tareas en Classroom que debes entregar antes de la fecha acordada.
Entendemos por Renacimiento al periodo cultural que se produce en Europa Occidental, que comienza en Italia (posteriormente en otros países) a comienzos del siglo XV (en el punto anterior hemos establecido como fecha el año 1453; en música, diremos, en 1430) y que termina hacia 1600 (siglo XVI).
Distinguimos dos sub-periodos dentro del mismo. El siglo XV será un “siglo de transición” entre la Edad Media y el mundo moderno. El siglo XVI será un siglo de “renacimiento pleno”.
Hubo teóricos del siglo XV que, ya desde entonces, mencionaron un “renacimiento musical”, entendiéndolo como una ruptura con la Edad Media para emprender una “vuelta” al pasado clásico. Veamos en qué aspecto histórico, culturales y sociales, se manifestó lo anterior:
Humanismo, antropocentrismo y vuelta a la Antigüedad Clásica
Humanismo y antropocentrismo renacentista. El movimiento llamado humanismo ponía de nuevo al hombre en el centro del universo. El antropocentrismo valora al hombre en sí mismo, frente al teocentrismo medieval. Esta valoración será uno de los factores determinantes a la hora de conocer a los creadores, a los artistas, de este periodo. Lo anterior tiene como consecuencia una mayor y progresiva secularización de la vida y la sociedad.
Vuelta a los ideales del mundo clásico greco-latino. El Renacimiento supuso la revitalización de la sabiduría antigua: la gramática, la retórica, la poesía, la historia y la filosofía moral, el retorno a las fuentes primigenias del saber, la lectura de los clásicos en los textos originales desde una perspectiva diferente al teocentrismo medieval, y no a través de la opinión que dieron sobre ellos los eruditos religiosos medievales y la religión católica.
Inspirado en esa vuelta a los ideales clásicos, el Renacimiento propició una transformación y un gran avance en las artes plásticas: pintura, escultura y arquitectura. Brunelleschi, Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio o Miguel Ángel Buonarroti son solo algunos de los grandes genios italianos del momento.
Sistema de mecenazgo de las artes. Muchos nobles y ricos burgueses a utilizar el arte como forma de exaltación personal y propaganda. Lorenzo de Medici en Florencia fue un claro ejemplo de mecenas de las artes.
Acontecimientos históricos
La Caída de Constantinopla (1453) en manos de los turcos supone el fin del Imperio Bizantino (Imperio Romano de Oriente). Sabios, artistas y conocimiento antiguo viajarán buscando refugio en las prósperas ciudades estado del norte de Italia: Florencia, Venecia o Pisa.
Invención de la imprenta: Las ideas humanistas tuvieron una gran difusión gracias a la imprenta, inventada por Gutemberg en 1455. Pronto se extendieron por Europa mediante figuras como Erasmo de Rotterdam (Holanda), Tomás Moro (Inglaterra) y Antonio de Nebrija (España).
Creación y consolidación de los primeros estados modernos. España, Portugal, Francia e Inglaterra, las ciudades estado italianas y los Estados Pontificios, serán poderosas cortes que se convertirán en los principales mecenas de las artes, incluyendo la música con las capillas musicales.
Tras el reinado de los Reyes Católicos (siglo XV), con Carlos V y Felipe II (siglos XVI), se configuró un basto imperio. España ejerció un papel hegemónico durante el siglo XVI con las monarquías de los Austrias. Gracias a esta hegemonía política y territorial, muchas costumbres de la corte española pasaron al resto de Europa. Nuestra música y músicos no fueron ajenos a esta situación. El siglo XVI será el “Siglo de Oro” de las artes y las ciencias en España.
Se interpreta el mundo con espíritu crítico, poniéndose en marcha el camino a la ciencia moderna: los fenómenos naturales ya no eran vistos como “la voluntad de Dios”. Citamos a Nicolás Copérnico (el Sol es el centro del Universo y la Tierra gira a su alrededor) y al médico español Miguel Servet. Lo más importante de todos estos avances es que por primera vez se cuestionaba abiertamente, mediante la razón y el método científico, la autoridad suprema de la Iglesia en los diferentes órdenes de la vida.
Descubrimiento y colonización de América. El descubrimiento de América (1492) fue uno de los hechos más relevantes de este periodo. Se importaron a Europa de ingentes cantidades de metales y materias primeras, mejora de la dieta europea con la incorporación de nuevos alimentos, expansión de la navegación y el comercio a nivel mundial. En definitiva, un estímulo decisivo en el renacer económico y a la postre también artístico y cultural del mundo occidente.
Reformismo religioso. La reforma religiosa y las posteriores guerras de religión que asolaron Europa fueron otros de los grandes acontecimientos del siglo XVI. Todo ello conllevó la división de la cristiandad occidental entre el sur católico y el norte protestante. La reforma fue iniciada en 1517, con la publicación de las 95 tesis en la iglesia de Vittemberg, por el monje alemán Martín Lutero que inicia la reforma protestante en Europa. Al luteranismo pronto le siguieron el calvinismo en Francia y la reforma anglicana de Enrique VIII en Inglaterra.
En relación con la música, el protestantismo concedió gran importancia, sobre todo, al canto coral de la comunidad como vía de acercamiento a Dios. Lo anterior favoreció la tradición musical en el centro y norte de Europa. La reacción católica se conoce como Contrarreforma. Comenzó con el Concilio de Trento (1545-1563) y será fundamental en la historia de la música, como veremos más adelante.
Siglo XV. Renacimiento temprano
Un nuevo clasicismo aparece en Italia.
Durante el siglo XV nuevas ideas de pensamiento y un gran florecimiento artístico surgen y se desarrollan en Italia, teniendo una gran acogida y difusión en las cortes principescas de las ciudades renacentistas italianas. En el arte, la huella clásica es una referencia continua para los artistas. Las artes y las letras de la antigüedad grecolatina, después del retroceso que supone la Edad Media, se considerarán un paraíso perdido que se tiene la intención de recuperar. El concepto de belleza renacentista resucita el concepto de belleza del arte clásico griego: simetría, elegancia, proporción, armonía, etc.
Las artes en el Renacimiento imitan el antiguo arte clásico. A la música esta imitación llega con un cierto retraso: debido a la inexistencia de partituras resulta imposible recuperar los sonidos del pasado. A pesar de esta limitación, los teóricos y compositores del Renacimiento pudieron conocer cómo era la música de la Antigüedad gracias al descubrimiento de los tratadistas grecolatinos.
Los estilos nacionales.
Recordemos que Durante este siglo se produce la creación y consolidación de los primeros estados modernos. España, Portugal, Francia e Inglaterra, las ciudades estado italianas y los Estados Pontificios, serán poderosas cortes, ya, con identidad nacional.
Los compositores crean sus obras respondiendo a peculiaridades estilísticas referidas a determinadas zonas geográficas europeas, lo que llamamos estilos nacionales.
Siglo XVI. El Renacimiento se difunde por el resto de Europa. Las capillas musicales. El estilo internacional
La música en esta época goza de una vitalidad extraordinaria: los músicos renacentistas cumplen su función en las capillas de príncipes y en las capillas de música de catedrales y colegiatas.
Las capillas musicales.
Las capillas musicales en general, y las capillas religiosas, en particular, están integradas por el organista y el maestro de capilla que educa y dirige a los cantores de polifonía (distintos de los de canto llano) y los instrumentistas. En general, son profesionales mal pagados que, en busca de mejor salario, van de capilla en capilla, contribuyendo con ello a la difusión, junto con la imprenta, de los procedimientos musicales por toda Europa.
El estilo internacional.
Todo lo anterior contribuye a la creación de un estilo musical internacional. En las capillas civiles, los solistas virtuosos de un instrumento polifónico (laúd, vihuela, etc.) tendrán especial consideración por parte de los mecenas. Lo anterior, incentivará la existencia de una primera música instrumental específica para instrumentos, es decir, desvinculada de lo vocal.
Criticismo y reformismo religioso en la música
Ya hemos hablado sobre ello en el punto anterior. El siglo XVI está marcado por fuertes tensiones religiosas. El espíritu crítico propio del humanismo se aplicará al mundo de las creencias, criticándose la corrupción, los abusos y la falta de piedad de la Iglesia Católica. Esto será el origen de la reforma protestante en Europa, movimiento religioso y político que dividirá la antigua Europa cristiana en dos mitades irreconciliables: la protestante y la católica, y que tendrá importantes repercusiones en la música de sus respectivas liturgias.
En relación con la música, el protestantismo concedió gran importancia, sobre todo, al canto coral de la comunidad como vía de acercamiento a Dios. Lo anterior favoreció la tradición musical en el centro y norte de Europa. La reacción católica se conoce como Contrarreforma. Comenzó con el Concilio de Trento (1545-1563) y será fundamental en la historia de la música, como veremos más adelante.
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Para comprender en profundidad las características musicales específicas de este periodo, te remito al punto AMII 3.1. Características musicales del Renacimiento de la Unidad 3 de Análisis Musical II. Utiliza el siguiente índice para acceder a la información:
Este apartado se complementa con el punto AMII 3.1.4. Géneros y Formas musicales de la Unidad 3 de Análisis Musical II.
La música de los siglos XV y XVI puede ser clasificada en dos categorías: música religiosa y música profana. Dentro del primer grupo, destacan, en el entorno católico, dos grandes géneros: la misa y el motete.
La misa, además de ser el rito ceremonial más importante del catolicismo (Rito Romano), es también, desde la Edad Media, una importante forma musical compleja. Desde la existencia del canto gregoriano, se aplica música a sus partes, utilizando como soporte las melodías oficiales, textos litúrgicos, de la iglesia, cantados coralmente, en latín y a capella. A estos textos oficiales, que se toman, tal cual, sin posibilidad de modificarlos, para usarlos como base de la polifonía, se les llama canto llano.
En la forma musical compleja que llamamos misa hay dos tipos de textos litúrgicos a los que se le pone música:
El ordinario Las partes de la misa invariables, que siempre permanecen igual, durante todo el año litúrgico.
El propio. Las partes de la misa que cambian según el calendario litúrgico.
Los compositores del renacimiento pusieron música, sobre todo, al ordinario de la misa, y no tanto al propio. Se solían así componer misas en seis partes:
Kyrie (¨Señor, ten piedad").
Benedictus (¨bendito el que viene en nombre del Señor").
Agnus Dei (¨cordero de Dios").
Esta música se empleaba para las celebraciones litúrgicas solemnes y al igual que los motetes, solían interpretarse mediante coros, a cuatro o más voces, a capella, En ocasiones, se doblaban o reforzaban las voces con instrumentos como el órgano (el único instrumento permitido oficialmente por las autoridades eclesiásticas).
Muchas misas se compusieron según la técnica del cantus firmus: consistía en usar una melodía, generalmente del canto gregoriano, como base sobre la que elaborar la polifonía. En ocasiones, los compositores utilizaron melodías profanas (melodías populares) como base para la elaboración polifónica. Mediante este procedimiento, se otorgaba cierta unidad y coherencia a los diversos números de la misa. Cuando se escribía música para una misa para difuntos, se le llamó Requiem (del latín, “descanso”).
Consulta: Análisis de audición AMII. 3.1-1. Agnus Dei, de la "Misa del Papa Marcelo” (1562). Palestrina. Misa.
El motete es una forma que aparece ya en la polifonía medieval. A partir del renacimiento, se le llama motete a cualquier pieza religiosa que no formara parte de la misa. Se trataba de poemas religiosos, algunos de nueva creación, con música coral a capella, utilizando las mismas técnicas compositivas que en la misa. Tanto misas como motetes se escribían en latín.
Para conocer los procedimientos técnicos empleados en la misa y el motetet renacentista, consulta el punto AMII 3.1.4. Géneros y Formas musicales de la Unidad 3 de Análisis Musical II.
Consulta:
Este apartado se complementa con el punto AMII 3.1.4. Géneros y Formas musicales de la Unidad 3 de Análisis Musical II.
La música de los siglos XV y XVI cuanta con importantes formas y géneros polifónicos profanas. Esta música es fruto de la vitalidad festiva de las cortes de reyes y príncipes, además de una expresión de su poder. La polifonía profana usará textos en lengua vulgar. No está destinada solamente para ser cantada por coros, sino que en ocasiones utiliza voces solistas y acompañamiento instrumental. Se practicarán diferentes formas según las naciones que confluirán en la segunda mitad del siglo.
El figuralismo, relacionado con la descripción y la onomatopeya musical, comienza a ser practicado en esta época. Consiste en hacer corresponder descriptivamente la música con el texto, creándose así un repertorio de expresiones musicales paralelas a las poético-literarias del texto. Asistimos a los inicios organizados de lo que será, ya en el Barroco y Clasicismo, la música descriptiva, y en Romanticismo, la música programática.
Las formas polifónicas profanas renacentistas que trataremos en esta unidad son las siguientes:
Entendemos por chanson renacentista, la canción polifónica francesa de tema amoroso. Deriva de la canción trovadoresca, se caracteriza por el tratamiento silábico del texto y precisión rítmica, lo que implica que use predominantemente la textura homofónica. Se emplea a menudo la música con carácter descriptivo, figuralismo musical (la se intenta sugerir en el oyente ciertas imágenes o impresiones de la naturaleza mediante giros musicales).
Consulta:
El madrigal es la principal forma y género, así como el máximo exponente, de la polifonía profana en el Renacimiento. Origen italiano, existe también un madrigal inglés. Forma desarrollada (sin estribillos). Compuesto para entre cuatro y seis voces. No solía llevar acompañamiento instrumental. Temática amorosa y de exaltación de la naturaleza (exaltación de sentimientos sensuales y amorosos). Música muy expresiva, dan mucha importancia al texto, utilizando poemas de célebres poetas renacentistas como Petrarca y Boccaccio. La música adquiere un carácter descriptivo (figuralismo): su gran preocupación es traducir musicalmente, con la mayor exactitud posible, el carácter general de la poesía y aun de cada una de sus ideas y palabras, resaltándolas musicalmente.
Es el lenguaje de una clase selecta, de ambientes cortesanos. En música se caracteriza por un lenguaje complejo, uso de disonancias, cromatismos, onomatopeyas y una gran elaboración contrapuntística combinada con secciones homofónicas.
Consulta:
Análisis de audición AMII. 3.1-5. "Cruda Amarilli” (1605). Claudio Monteverdi. Madrigal.
Análisis de audición AMII. 3.1-6. "Lamento della Ninfa” (1638). Claudio Monteverdi. Madrigal.
Los tipos formales españoles, derivados de los cantares de gesta y de los romances medievales, ahogan con su fuerza el madrigal y desembocan en peculiares formas españolas que inundan los cancioneros: principalmente, con el villancico y el romance. La canción española no posee los tecnicismos y refinamientos de la canción francesa o italiana, siendo más sobria y enraizada en la tradición.
El villancico es la forma polifónica profana por excelencia del renacimiento español. Derivan originalmente de las canciones cantadas por los “villanos” (campesinos que vivían en las villas). Canción polifónica a tres o cuatro voces, con influencias populares.
Musicalmente, se caracteriza por el empleo de la textura homofónica (de estilo vertical, armonía sencilla) y por una clara influencia en la música popular tanto en la melodía como en el ritmo. Tendencia a la regularidad, simetría y naturalidad en el ritmo. Melodía principal, cantable, fácil de cantar y memorizar, colocada en la voz superior. Texto con temáticas cortesanas, populares o religiosas.
En el villancico, tanto en la estructura como en las temáticas, se reconocen influencias del zéjel, recibe, por tanto, la influencia arabo-andalusí.
Normalmente estructurado en versos octosílabos. Es una canción estrófica con estribillos. Los villancicos, tanto literaria como musicalmente, constan de estribillo y copla. La copla, a su vez, tiene dos partes: mudanza y vuelta. La música de la copla se repite en todas las estrofas y es distinta de la del estribillo, a excepción de los últimos versos (vuelta) que repiten la música de este para facilitar su entrada. Solía llevar acompañamiento instrumental improvisado.
Consulta:
Análisis de audición AMII. 3.1-7 "Tres morillas me enamoran" (s. XV). Anónimo. Villancico.
Análisis de audición AMII. 3.1-8 "Hoy comamos y bebamos" (s. XV). Juan del Encina. Villancico.
Un romance es un tipo de poesía popular española, en lengua vernácula (castellano antiguo o español medieval) procedente de los cantares de gesta medievales, que tradicionalmente se habían transmitido, desde entonces, mediante transmisión oral por el arte de los juglares y ministriles.
Forma:
El texto se estructura en una serie indefinida de estrofas de cuatro versos octosílabos (llamadas "cuartetas" o "tiradas") con rima asonante en los pares, quedando libre los impares (del tipo 8-,8a,8-,8a).
Música. Partiendo de la música de los cuatro primeros versos (primera estrofa), se establece una melodía para cada verso. La música se repite cada cuatro versos, por muy largo que sea el poema (misma música en cada estrofa, "A", con cuatro frases musicales: a,b,c,d). Se trata, por tanto, de una forma estrófica desarrollada. La música de los romances suele ser triste y reposada, predomina el estilo silábico, al final de cada verso hay una cadencia.
La temática es, normalmente, de carácter histórico, épico o narrativo. Durante el siglo XV muchos romances eran cantados, constituyéndose de esta forma en una de las grandes formas de la música vocal profana española.
Se escribirán varios tipos de elaboraciones musicales a partir de romances:
Monodia acompañada por acompañamiento instrumental (improvisado o escrito). Para cantante solista y vihuela.
Elaboración polifónica a partir de una melodía (para coro polifónico a tres o cuatro voces).
Transcripciones instrumentales, para vihuela. Los vihuelistas españoles del siglo XVI, todos ellos cortesanos, plasmaron romance en obras como "Seis libros del Delfín”, de Luis Narváez (1500-1552), los libros de cifra de Diego Pisador (1509-1557) o Miguel de Fuenllana (1500-1557).
Los romances se recopilaban en libros manuscritos recopilatorios llamados romanceros. El más importante, y referido a este tipo de poemas durante el periodo medieval y renacentista, es el llamado Romancero Viejo, conjunto de romances más antiguos conservados. La mayoría de los romances que han llegado hasta nosotros se encuentran en el Cancionero de Palacio. De los 40 que hay, 6 tratan de la Reconquista de Granada por los Reyes Católicos. El compositor más importante de elaboraciones polifónicas sobre romances es Juan del Encina. Otro género popular renacentista, emparentado con el romance, es el villancico que ya hemos estudiado.
Consulta:
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Para conocer los procedimientos técnicos empleados en las formas profanas renacentistas, consulta el punto AMII 3.1.4. Géneros y Formas musicales de la Unidad 3 de Análisis Musical II.
Tanto la música profana como la religiosa se desarrollaron a través de las denominadas "escuelas" de compositores. Fueron varias. Nosotros, vamos a hacer referencia solo algunas de ellas:
Escuela franco-flamenca
Escuela romana
Escuela española
Escuela veneciana
Escuela inglesa
En el siglo XV, renacimiento temprano, floreció la escuela franco-flamenca, con compositores como Guillaume Dufay, Johannes Ockeghem y, sobre todo, Josquin des Prés. De este autor, analizaremos su famosa misa de cantus firmus, titulada "Misa del hombre armado", basada en la canción popular "L´homme armé".
En el siglo XVI, renacimiento pleno, dentro del espíritu de la Contrarreforma destacamos la "Misa del Papa Marcelo" (1562), de Giovanni Pierluigi di Palestrina (1525-1594).
Giovanni Pierluigi da Palestrina (Palestrina, 3 de febrero de 1525 - Roma, 2 de febrero de 1594) fue un compositor italiano renacentista de música sacra. Primero organista, posteriormente maestro de capilla del Vaticano. Fue el representante más conocido de la Escuela romana de composición musical del renacimiento pleno (siglo XVI). Su obra se considera la culminación de la polifonía renacentista. Tuvo una influencia duradera en el desarrollo de la música eclesiástica y secular en Europa, especialmente en el desarrollo del contrapunto.
Palestrina representa el ejemplo de cómo la música a varias voces era válida para los propósitos contrareformistas de la iglesia católica romana, a pesar de emplear la textura contrapuntística.
Consultar:
Esta es la época dorada de la polifonía renacentista española, en el contexto del Siglo de Oro de las artes y las letras españolas. Tras el reinado de los Reyes Católicos (siglo XV), con Carlos V y Felipe II (siglos XVI), se configuró un basto imperio. España ejerció un papel hegemónico durante el siglo XVI con las monarquías de los Austrias. Gracias a esta hegemonía política y territorial, muchas costumbres de la corte española pasaron al resto de Europa. El siglo XVI será el “Siglo de Oro” de las artes y las ciencias en España. Nuestra música y músicos fueron parte de este esplendor.
Los compositores españoles destacaron en la música religiosa, en la composición de misas y motetes. Nuestra música renacentista está determinada por un espíritu religioso. Estos músicos y sus obras se vieron influidos por el misticismo de los escritos poéticos de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Escuela castellana
El compositor más conocido de esta escuela española, es quizá el castellano Tomás Luis de Victoria (1548-1611). Victoria conoció a Palestrina durante su estancia en Roma, quien influiría en sus primeras obras. En España, fue nombrado maestro de capilla y organista, entre otros cargos.
Su estilo es innovador, practica la progresión cromática, quizá influido por los madrigalistas. Su espiritualidad le impidió componer otra música que no fuese música religiosa en latín. La mayoría de sus obras fueron editadas en el extranjero. Su obra es inmensa. Destaca su "Misa de requiem" y muchos de sus motetes, como el célebre "Ave María" (1576). Su "Oficio de Semana Santa", es una de las obras cumbre de la polifonía religiosa española. Sus obras oscilan entre las 2 y 8 voces. Incluso compuso una misa, Laetatus sum, para 12 voces.
Consultar:
Escuela andaluza
Existe una Escuela andaluza de compositores renacentista. En ese marco trabajan compositores andaluces como:
Cristóbal de Morales (Sevilla, 1500 – Marchena, 1553).
El sevillano fue llamado en su tiempo “luz de España en la música”. Fue maestro de capilla de la Capilla Sixtina en Roma (escuela romana) durante diez años. Su obra fue admirada por todos los grandes maestros de su tiempo. Es, probablemente, el mejor compositor español de toda la primera mitad del siglo XVI y su fama, que se extendió inmediatamente por Europa, pervivió durante los siglos siguientes. Es, probablemente, el mejor compositor español de toda la primera mitad del siglo XVI y su fama, que se extendió inmediatamente por Europa, pervivió durante los siglos siguientes.
Principal representante de la escuela polifonista andaluza y uno de los tres grandes, junto a Tomás Luis de Victoria y Francisco Guerrero, de la composición polifónica española del Renacimiento.
Nos dejó varias misas importantes, destacando el "Offitium Defonctorum" (Oficio de difuntos, de 1526), y motetes como "Circumdederunt me". Podemos destacar también sus "Lamentaciones".
Consultar:
Francisco Guerrero (Sevilla, 1528-1599).
Uno de los máximos representantes de la escuela andaluza, maestro de capilla de la catedral de Sevilla. Es uno de los grandes nombres de la música sacra del Renacimiento y uno de los mayores compositores españoles de todos los tiempos, cuyas obras se difundieron y apreciaron no solo en Europa sino también en los territorios de la Corona Española de la época, especialmente las grandes catedrales americanas.
Máximo representante de la escuela andaluza en la segunda mitad del siglo XVI. Discípulo de Cristóbal de Morales, lo sucede a este como maestro de capilla de la Catedral de Málaga. Posteriormente, ocuparía hasta su muerte el cargo de maestro de capilla de la Catedral de Sevilla. Su espiritualidad y misticismo queda reflejado en la confesión que hace en el prólogo de su libro de vísperas, cuando afirma que lo único que ha pretendido con su música es”excitar las almas a la contemplación de los sagrados misterios en vez de halagar los oídos de las gentes”.
Deja una extensa obra, mayoritariamente religiosa, compuesta por misas, motetes e himnos.
Entre los compositores de chansons destacamos a:
Claudin de Sermisy (1490 – 1562). Compositor francés del Renacimiento. Fue uno de los más famosos compositores de chansons populares en francés a principios del siglo XVI. Su música influyó y se vio influida por los estilos contemporáneos italianos (el madrigal).
Consulta: Análisis de audición AMII. 3.1-4. "Tant que vivray” (1527). Claudin de Sermisy. Chanson.
Entre los compositores de madrigales, destacan cuatro nombres:
Orlando di Lasso (escuela franco-flamenca) y Carlo Gesualdo (escuela veneciana).
El más importante de todos, Claudio Monteverdi (1567-1643), máximo exponente de la escuela veneciana. Monteverdi compone hasta ocho Libros de madrigales ("Madrigales de Guerra y Amor"). A partir del quinto libro su música ya pertenece al estilo barroco. Con este autor, el madrigal evolucionó, alcanzando una música capaz de expresar todo el contenido dramático del texto. Sus madrigales suponen la cima de este género. El madrigal desaparecerá en favor de una nueva manera de componer la música vocal: la ópera, ya en el barroco.
El madrigal veneciano utilizó la música con carácter descriptivo, el llamado figuralismo musical o "madrigalismo". Consiste en la descripción musical en una obra vocal del significado de una palabra o de una idea asociada con una palabra.
El madrigal se convertirá en el "campo de experimentación" para el canto al servicio de la expresión del texto (que dará lugar a la ópera barroca) y a todo tipo de audacias armónicas.
El madrigal también tuvo importancia en Inglaterra, con Thomas Morley.
Consulta:
Análisis de audición AMII. 3.1-5. "Cruda Amarilli” (1605). Claudio Monteverdi. Madrigal.
Análisis de audición AMII. 3.1-6. "Lamento della Ninfa” (1638). Claudio Monteverdi. Madrigal.
Juan del Encina, a finales del XV y principios del XVI, es el compositor más destacado de villancicos: analizaremos, "Hoy comamos y bebamos". Los villancicos se recogían en libros manuscritos, llamados cancioneros. Destacamos dos: el Cancionero de Palacio y el Cancionero de la Colombina (de la catedral de Sevilla). Un relevante compositor sevillano renacentista, autor de villancicos, fue Juan de Triana (responsable de este último cancionero).
Una parte importante del repertorio profano de música renacentista española nos ha llegado a través del Cancionero de Palacio (Madrid, Biblioteca Real), llamado a veces Cancionero Musical de Palacio (CMP) y también conocido como Cancionero de Barbieri. Se trata de un códice manuscrito. Las obras que posee están recopiladas durante un periodo de unos cuarenta años, desde el último tercio del siglo XV hasta principios del XVI, tiempo que coincide aproximadamente con el reinado de los Reyes Católicos.
Consulta:
Análisis de audición AMII. 3.1-7 "Tres morillas me enamoran" (s. XV). Anónimo. Villancico.
Análisis de audición AMII. 3.1-8 "Hoy comamos y bebamos" (s. XV). Juan del Encina. Villancico.
El romance fue un género especialmente practicado en España durante el siglo XV, no tanto en el XVI. Entre los compositores de romances polifónicos cabe destacar también a Juan del Encina con romances como: "¿Qué es de ti desconsolado y triste”.
Los vihuelistas españoles del siglo XVI también escribieron romances para voz solista y vihuela (monodia acompañada de vihuela). Un ejemplo de ello, Luis de Narváez y su romance “Paseábase el rey moro”. La mayor parte de los textos de los romances fueron anónimos.
Consulta:
Hay que decirlo, magnífico trabajo de las alumnas Angélica Rufino Romero y Yaiza Donoso Rico.
Otro notable trabajo, esta vez de Judith Hernández y Arvin Jiménez.
Estupendo trabajo de Pepe Downey y Emily Flores.
Un riguroso y serio trabajo de Lourdes López y David Reyes.
Destaca también el estupendo trabajo de Carlos Navarro y Elena Gallardo
Sabemos que la música de la Antigüedad clásica estaba directamente vinculada a la palabra: a lo vocal y a la poesía o el teatro (concepto de mousiké griego). Por otra parte, el fuerte teocentrismo medieval, condicionó el hecho de que la música instrumental y saber tocar instrumentos era algo que se consideraba vulgar, cuando no directamente pecaminoso o prohibido (vinculado a la danza, a lo sensual, a los ritos paganos pre-cristianos)
Hasta el siglo XVI, la historia de la música se desarrolló, casi en su totalidad poniendo el foco en lo vocal. El uso de los instrumentos se limitó a acompañar improvisadamente la melodía vocal, probablemente duplicando o embelleciendo la melodía (en una suerte de heterofonía). Se practicaba, probablemente, un acompañamiento instrumental a ciertas músicas (teatro, danza y música popular), que, en todo caso, era improvisado y, generalmente, no anotado.
El Renacimiento alumbrará el "nacimiento¨ de la música instrumental. El perfeccionamiento de los instrumentos musicales despierta en los compositores renacentistas un interés inédito por la música instrumental.
La música instrumental nacerá a través de dos procedimientos:
La trascripción para instrumentos de piezas polifónicas vocales. Se trata de música instrumental, aún vinculada a lo vocal.
Anotación o transcripción, en música instrumental, de danzas. Algunas de las primeras antologías de música instrumental son conjuntos de danzas. Este es un ejemplo, de la primera música instrumental independiente de lo vocal.
La transcripción de la música instrumental: la tablatura
Entendemos por tablatura un tipo de notación musical que refleja formas de escritura musical especiales para ciertos instrumentos. A diferencia de la notación musical corriente, la tablatura representa únicamente duraciones y las posiciones o colocaciones de los dedos en el instrumento (no expresa alturas). Esta forma de escritura musical sustituye a la oralidad como medio de transmisión de la música instrumental.
En estas transcripciones, la polifonía de voces independientes se hace cada vez más vertical, en forma de acordes acompañantes de una voz principal. Por esto los instrumentos capaces de realizar acordes, instrumentos armónicos, (laúd, órgano, clavecín) serán los que evolucionaran más y más rápido.
Hay, por tanto, una relación entre el nacimiento de la música instrumental y el progreso musical que conlleva una evolución de la textura. La música instrumental favorecerá la evolución de la textura homofónica (acórdica o vertical).
La improvisación durante el Renacimiento:
La improvisación era para el músico del Renacimiento y del Barroco una necesidad. Las ornamentaciones improvisadas eran tan habituales, que, los intérpretes llegaban a no tocar nunca las obras tal y como estaban escritas. La ornamentación y la improvisación eran parte del estudio y maestría del músico renacentista y barroco.
Clasificación por familias. Los instrumentos que conocemos hoy día son la evolución de aquellos que existieron en el pasado, especialmente, de los creados y perfeccionados durante el renacimiento. A partir del siglo XVI, los instrumentos comienzan a agruparse por familias.
Timbre homogéneo dentro de cada familia. A su vez, dentro de cada familia, los instrumentos se organizaban por tamaños. De esta manera, el criterio de organización de instrumentos durante el renacimiento permitía que una sola familia de instrumentos pudiera rellenar todo el ámbito sonoro, desde el grave hasta el agudo, diferenciándose de otra familia por el timbre.
Los instrumentos de teclado existen desde el siglo XIV. Su antecesor más remoto, podría ser el medieval organistrum (también conocido como viela de ruedas). Existe también un precedente de instrumento de teclado con mecanismo de cuerda golpeada, el salterio (las cuerdas se golpean con láminas).
El clave
A partir del añadido de un mecanismo de teclado a estos antiguos instrumentos surgirán, a partir del siglo XV, otros dos que son los que más se emplearán en el siglo XVI.
La espineta: su nombre probablemente provenga del mecanismo de pulsar las cuerdas con una púa.
El virginal: tocado frecuentemente por las doncellas de la alta aristocracia ingles (de ahí su nombre).
Estos dos instrumentos evolucionarán, sufriendo ciertas modificaciones, durante el periodo barroco en el clavecín (o, simplemente, clave)y el clavicordio.
El órgano
El órgano gozó de importantes perfeccionamientos: suavidad y aligeramiento en la pulsación de las teclas, introducción del pedalero, registros de lengüeta, doble teclado, etc. Con estas mejoras se convertirá, durante el siglo XVI en el instrumento eclesiástico por excelencia.
La escuela de órgano española quizá sea la más importante del siglo XVI. Los músicos españoles fueron consumados maestros en el arte de la variación. De entre ellos, citaremos al más importante representante de la música española del siglo XVI: Antonio de Cabezón (1510-1566). Sus "Obras de música para tecla, arpa y vihuela" (1578) supuso el paradigma de la música de órgano del siglo XVI, anticipándose en dos siglos a los grandes maestros del órgano barroco.
El laúd
El laúd renacentista fue el instrumento favorito en el Renacimiento. En las pequeñas iglesias podía incluso sustituir al órgano. Su número de cuerdas era variable, con órdenes dobles (cuerdas dobladas). Se ejecutaban punteadas con los dedos. Tenía forma de media pera partida longitudinalmente, con trastes en el mástil, Poseía además una roseta decorada en el centro y estaba rematando por un característico clavijero oblicuo. Se fabricó en varios tamaños, desde el laúd doméstico al archilaúd o la tiorba.
El repertorio escrito para laúd es inmenso, permaneciendo la mayor parte aún inédito. Se transcribieron para laúd toda clase de obras polifónicas y era el acompañante obligado para toda danza y canción, a semejanza del piano en nuestros días. Las principales formas de la música para laúd fueron: la fantasía, el preludio, danzas, variaciones, y diferentes transcripciones (ver punto HDM.3.6.3. Formas instrumentales renacentistas).
Entre sus principales compositores podemos citar a Francesco da Milano (Italia), y John Dowland (Inglaterra).
La vihuela
La práctica del laúd en Europa coincidió con el apogeo de la vihuela española, que constituye el instrumento favorito español de la época. A diferencia del laúd , la caja de la vihuela es plana y su mástil más corto. Fue un instrumento aristocrático, siendo frecuente su uso en familias distinguidas. Como el laúd es un instrumento polifónico fabricado también en diferentes tamaños. Su apogeo fue muy breve, alrededor de medio siglo (primera mitad del siglo XVI), pero en tan breve lapso de tiempo su repertorio eclipsó en España al de cualquier otro instrumento.
Los principales compositores de música para vihuela son: Luis de Milán, Luis de Narváez, Alonso de Mudarra, Enríquez de Valderrábano, Diego Pisador y Esteban Daza. La música española de vihuela constituye hoy, junto con la música de Cabezón y la escuela de polifonía religiosa, una de las más gloriosas contribuciones a la música europea, como ya casi no volveremos a encontrar hasta la escuela nacionalista de Albéniz, Granados y Falla, en el tránsito al siglo XX.
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Se trataba de toda una familia, la familia de las violas: viola da braccio, viola da gamba, de brazo y de pierna, respectivamente. Contaban con trastes. Fueron muy populares en el Renacimiento. Serían reemplazadas en los siglos XVII y XVIII, periodo Barroco, por la familia del violín.
Familia de las flautas: la que hoy en día llamamos flauta dulce, flauta de madera, se le llamaba flauta de pico, y será sustituida por la flauta travesera, aún de madera. Las flautas renacentistas estaban construidas en una sola pieza, eran cilíndricas y tenían seis orificios muy pequeños, lo que producía una sonoridad de colores pálidos.
Instrumentos de lengüeta: chirimías y cromornos (antecedentes del oboe), bombardas (de la trompeta), bajón (del fagot).
Instrumentos de viento metal, característicos en la escuela veneciana del compositor, Giovanni Gabrielli, en un periodo de transición entre el Renacimiento y el Barroco. Eran aún bastante imperfectos, limitándose casi exclusivamente a los sonidos armónicos que dan por resonancia los cuerpos naturales. Podemos mencionar el sacabuche, antecedente del trombón.
Los instrumentos se combinan en conjuntos sin una reglamentación especial, dependiendo del gusto de los intérpretes y de su disponibilidad.
Timbre homogéneo. La sonoridad favorita del Renacimiento es la de el timbre homogéneo, es decir, un conjunto de cámara formado por el mismo instrumento, con diferentes tamaños, pertenecientes a una misma familia instrumental. A esto se le llamaba música de consort.
Podemos considerar las Sacrae Symphoniae (1597), "Sinfonías Sacras", de Giovanni Gabrielli, como el precedente directo de la agrupación instrumental que posteriormente se llamará orquesta barroca.
Las podemos clasificar en dos categorías:
Formas instrumentales vinculadas a lo vocal, surgidas a partir de modelos vocales. Som ambas contrapuntísticas, basadas en la imitación de voces (contrapunto imitativo). La canzona y el ricercare serán los antecedentes de la fuga del siglo XVII.
Ricercare. Prácticamente se trata de un motete instrumental. Al igual que el motete utiliza varios temas que, tratados contrapuntísticamente, van pasando sucesivamente de una voz a otra.
Canzona. Afín al ricercare, prácticamente se trata de la transcripción instrumental de una chanson. El tema va pasando imitativamente por todas las voces, contrastando las diferentes secciones (basadas en diferentes temas) en movimiento y medida.
Formas instrumentales puras, surgidas independientemente de modelos vocales:
Danzas. De las monótonas danzas medievales (estampida, carola, etc.) pasamos a unas danzas renacentistas que se agrupan por parejas, contrastando en ritmos y metros. Se escribían para toda clase de instrumentos y agrupaciones. Este emparejamiento de danzas será el germen y prototipo de la suite barroca (serie de danzas).
Baja danza (lenta) y turdión (más animada y de diferente medida). Ambas francesas,
Passamezzo (danza de pasos) y saltarello (danza de saltos, ambas de Italia), etc.
Variación. También conocida como diferencias, en España, divisiones en Inglaterra o folías en Italia. Se basa sobre una melodía popular que, repetida varias veces, es presentada diferentemente en cada una de las repeticiones, modificando su tonalidad, ritmo, armonía, textura, etc. Esquemáticamente, podríamos representarla así: A A1 A2 A3 A4...... An. De esta forma derivarán otras que encontrarán su pleno apogeo en la época del barroco.
Tocata y preludio. Generalmente, para instrumentos de tecla. De estructura bastante libre eran como improvisaciones ejecutadas antes de un motete orgánico o fuga, en donde alternaban pasajes de estilo polifónico con pasajes de acordes llenos y verticales. El intérprete demuestra en estas piezas tanto sus habilidades como las posibilidades del instrumento.
Fantasías. Escritas durante el Renacimiento para laúd y diversos instrumentos de tecla carecen de forma fija y tienen una textura polifónica e imitativa, menos rigurosa que el ricercare.