2 de Junio del 2021
Louise Hay
Recientemente hice esta pregunta a varias personas y me sorprendió saber que la mayoría de nosotros nos hemos hecho daño a sí mismos, no de forma consciente claro, o al menos en la mayoría de los casos, pero si comprendemos que de alguna u otra manera hemos postergado el atendernos, nos criticamos muy duramente, evadimos el tener un tiempo a solas con nosotros mismos y en general, no validamos los aciertos y los errores, los calificamos como algo imperdonable, lacerando nuestra autoestima constantemente.
Es relevante que pongamos un límite a este daño constante, estableciendo una reconciliación personal que nos valide como un gran ser humano, merecedor de todo el bien que sea posible y mejorando la relación en este mundo tan necesitado de seres amorosos. Así que te invito a que elijas alguna o varias de las siguientes sugerencias y decidas ser feliz el tiempo que te queda de vida.
Evita recriminarte por equivocaciones cometidas, no nacemos siendo sabios, es la experiencia la que nos aporta conocimientos y nos permite tomar mejores decisiones.
Si consideras que generaste algún mal a alguien, ofrece disculpas, repara el daño o haz un bien a alguien más, sino es posible hablar con la persona a quien dañaste, no continúes con la culpa eternamente, además de innecesaria, no te permite reparar el daño.
Pon un límite al considerar que no has sido suficiente para las personas o los acontecimientos, revalida tu magnificencia dejando la adicción al reconocimiento social y enfócate en todas las virtudes y capacidades que posees.
Queda prohibido hablarte con descalificaciones, sancionarte, lastimarte o enjuiciarte constantemente sin tener derecho a una defensa justa, dirígete a ti de la misma forma que lo haría un padre comprensivo o una madre amorosa.
No esperes que sean los demás quienes te den valor, tiempo de atención o las palabras de afirmación que esperas, sé independiente emocionalmente, ya que al ser tú quien mejor se conoce, sólo tú sabes lo que necesitas y requieres de forma específica.
Otórgate premios por logros alcanzados, los cuáles pueden ser tiempo de ocio o diversión, disfrutar el tiempo que tienes en el presente, decirte lo bien que desarrollaste algo, disfrutar una comida o darte como obsequio ese bien postergado.