1 de Septiembre del 2022
1 de Septiembre del 2022
No hay duda de que la competitividad es una de las principales claves para la estabilidad y el éxito de una empresa; dicta el actuar del día a día y el porvenir, destacando una organización sobre otras.
Sin embargo, incluso siendo un término frecuentemente usado en distintos ámbitos, poco se ha hablado de cuáles son las partes que conforman la competitividad en si y en este caso la de una empresa.
En este artículo queremos recordar y reflexionar, ¿de qué se compone la competitividad?, ¿qué hace a una empresa ser competente?, ¿hay factores cuyo verdadero valor no se toma en cuenta?, ¿es el bienestar laboral uno de estos factores subestimados?.
"Las empresas deberían esforzarse en crear un gran lugar en el que las personas con talento hagan un trabajo excelente".
Marilyn Carlson
De acuerdo con un artículo publicado por una de las editoriales de las Naciones Unidas, la revista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la competitividad es un determinante para el crecimiento económico y se define como la capacidad que tiene una empresa para crear y llevar a cabo estrategias competitivas para mantener o aumentar su valor en el mercado.
Ahora bien, ¿cómo se compone esta capacidad para hacer las cosas mejor que la competencia?
En el trabajo mencionado se describen varios elementos que configuran la competitividad de una empresa a partir de diversos enfoques, desde la teoría clásica, pasando por la práctica organizacional, hasta las nuevas teorías del crecimiento económico. En este sentido, la competitividad de una organización está conformada por las inversiones de capital, su estructura e infraestructura, la apertura comercial, la investigación, desarrollo e innovación y uno de los elementos principales, que si bien es un gasto, resulta en una inversión, el capital humano.
Muchas cosas se dan por sentado respecto al motor de la organización, los colaboradores. Si bien su respectivo valor toma cada vez más presencia en la cultura empresarial, hay evidencia que demuestra la urgencia de tratar su bienestar laboral como una prioridad; una encuesta de la plataforma de bolsa de trabajo OCC Mundial arrojó que 75% de los mexicanos con un empleo no está satisfecho en su lugar de trabajo.
Si bien puede no ser el caso de tu organización o lugar de trabajo, dicho dato expone evidentes factores: baja en el rendimiento, ansiedad, mobbing, burnout, entre otros, generando un ambiente laboral poco favorable para el desempeño de la empresa.
Según un estudio realizado por las empresas Factorial y GOintegro, dedicadas a los Recursos Humanos, 70% de 300 responsables en dicha área consideró que implementar mejoras y programas para el bienestar laboral son extremadamente importantes. Pero, ¿por qué?, ¿cómo se refleja?
Uno de los datos a destacar es el incremento de la competitividad cuando se atiende la calidad emocional de los colaboradores, la cual, de acuerdo con especialistas de Factorial, puede llegar a aumentar hasta un 80%.
Tips para optimizar la competitividad de la empresa.
Ahora bien, ¿qué acciones se pueden realizar para mejorar el bienestar laboral de los colaboradores?
Involucrarse en la salud mental y emocional de los empleados a partir de diagnósticos y consultorías externas. Existen especialistas dedicados a evaluar aspectos psicosociales y a dar terapias psicológicas a los colaboradores.
Buscar programas de capacitación regularmente. Estos pueden ser técnicos o talleres que doten de conocimiento y habilidades para gestionar los retos psicoemocionales a los que se enfrenten los colaboradores.
Poner atención al clima laboral. Entre los resultados de los estudios mencionados, en una de las encuestas, el 70% de participantes consideró que una de las causas para descartar un puesto es el mal ambiente de trabajo.
Tener en cuenta el salario emocional. Una de las características más importantes para los colaboradores, es poder tener un balance entre su vida y el trabajo, tales como la flexibilidad.
Decide ser feliz.