Nadia Boulanger 

Ilustración ©2021. Mª Carmen Pichardo Fumadó

“Olvidemos que soy una mujer y hablemos de música”. Estas son palabras de la compositora, pedagoga e intelectual francesa Nadia Boulanger. 


Nadia Boulanger (París 1887- 1979) fue una compositora, pianista, organista, directora de orquesta, intelectual y profesora francesa que formó y enseñó a muchos de los grandes compositores del siglo XX. Según el compositor Ned Rorem, «fue la pedagoga musical más importante que jamás existió».


Creció en el seno de una familia con una larga tradición musical. Eran frecuentes las sesiones musicales en casa de los Boulanger. Entre los visitantes asiduos estaban Gounod, Saint-Saëns y Fauré, amigos del padre.


Nadia entró temprano al Conservatorio y pronto demostró talento como pianista y como organista. Ganó varios concursos de solfeo, órgano, acompañamiento al piano y fuga. Estudió con Gabriel Fauré y con Charles-Marie Widor.

Siendo muy joven, se presentó en dos ocasiones al Gran Premio de Roma, la máxima distinción que podía recibir un músico. El mero hecho de que Nadia hubiera podido formar parte del certamen fue considerado como "una gran victoria del feminismo". 


Las normas impuestas en 1903 por el gobierno reformista a la Academia de Bellas Artes, permitió a "las artistas solteras de nacionalidad francesa mayores de 15 años y menores de 30 poder participar en los concursos del Grand Prix de Rome". Sin embargo, la Academia no pensaba poner las cosas fáciles a ninguna mujer que se atreviera a presentarse al concurso. Las normas mismas eran disuasorias. La edad no afectaba de igual forma a mujeres y hombres. La mujer debía ser soltera tanto en el momento de participar en la competición, como en el de disfrutar el premio, además de muchos inconvenientes más. 

Sin embargo, ninguna de estas dificultades pareció atemorizar a Nadia Boulanger, que participó por primera vez en 1906 y llegó a la ronda final en 1907. Lo tenía todo a su favor para sentirse confiada, ya que había ganado casi todos los concursos posibles en el Conservatorio de París y, al menos desde su punto de vista, su sexo, por no hablar de sus ideas feministas, era irrelevante. "¡Olvidemos que soy mujer y hablemos de música!", diría más adelante.  No consiguió ninguna distinción pero en 1908 volvió a participar y ya ganó el Segundo Gran Premio de Roma en composición musical.

A pesar de sus capacidades para la composición, el sentido de la autoexigencia que tenía Nadia Boulanger le obligó a dejar esta faceta de su actividad musical. Según sus palabras "La música que he compuesto es una música inútil, ni siquiera mal hecha, ¡inútil!”.


    Como directora de orquesta, fue una de las primeras en recuperar las obras de Claudio Monteverdi, en la década de 1930. Fue la primera mujer que dirigió un concierto para la “Royal Philharmonic Society” de Londres, en 1937. En el año 1938, fue directora de la “Orquesta Sinfónica de Boston”.

Aunque destacó como pianista, compositora y directora de orquesta, fue insuperable en su faceta de profesora de música. Su carrera docente comenzó cuando ella tenía dieciséis años. Al ser la hija mayor de los Boulanger y la que gozaba de mejor salud, sobre ella recayó la responsabilidad de obtener el dinero necesario para mantener el estilo de vida de la familia. Desde entonces, su dedicación a la enseñanza fue total y las mantuvo durante 70 años. Cada miércoles, alumnos e intelectuales se reunían en el número 36 de la calle Ballu (su casa). El éxito de sus clases, se tradujo en giras por Estados Unidos, Inglaterra y Europa. Enseñó en la Juilliard School, en la Yehudi Menuhin School, en la Longy School, en la Royal College of Music y en la Royal Academy of Music.


   Los métodos de la enseñanza de Boulanger incluyeron armonía tradicional, el estudio de las obras de los grandes maestros, la corrección de los ejercicios y las composiciones de cada estudiante. En esos ejercicios exigía a sus alumnos "expresar lo que quiere": "Esto es lo que quiero decir, esto es lo que me gusta, esto es lo que busco".

   Se calcula que tuvo más de 1.200 alumnos, muchos de ellos de fama mundial, entre los que destacan Leonard Bernstein, Daniel Barenboim, Aaron Copland, Igor Markévich, Yehudi Menuhin, Astor Piazzolla, Philip Glass o Manuel Castillo.


     Esta extraordinaria y talentosa profesora de músicos, murió en París con 92 años, en 1979.

 

 




Fuentes:

Armonías y suaves cantos. Las mujeres olvidadas de la música clásica. Anna Beer. Editorial Acantilado.

"Mademoiselle". Conversaciones con Nadia Boulanger. Bruno Monsaingeon. Editorial Acantilado.


Trabajo realizado por la profesora Dña. Mª Carmen Pichardo Fumadó. Curso 2021-22. 

Fantaisie pour piano et orchestre



Eric Le Sage, piano

Orchestre philharmonique de Radio France dirigé par Leonardo Garcia Alarcon