La Niña de los Peines

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La Niña de Los Peines (Pastora Pavón) es una de las grandes figuras del flamenco de la primera mitad del s. XX. Está considerada como la más completa y enciclopédica cantaora de su tiempo y como una de las mejores de la historia del flamenco.


En 1996, la Junta de Andalucía declaró su voz como patrimonio cultural y, comenzó un trabajo de recopilación, a lo largo de todo el mundo, de sus extensas grabaciones.



Nació en Sevilla en 1890 y creció cerca de la Alameda de Hércules, un vecindario gitano donde los cantaores se congregaban para cantar en la calle o en los chiringuitos. Allí comenzó Pastora y allí, probablemente fue donde aprendió esa copla que llegó a ser “su copla” y de la que deriva su nombre artístico:

Péinate tú con mis peines,

que mis peines son de canela

La gachí que con mis peines

se peinare

canela fina se lleva

Archivo - Pastora María Pavón Cruz, 'La Niña de los Peines', para la que Palem pide la 'Llave de Oro del Cante'. - PALEM - Archivo

https://www.europapress.es/andalucia/noticia-figuras-flamenco-apoyan-lobby-mujeres-junta-reconozca-nina-peines-20210501120009.html


La Niña de Los Peines comenzó a grabar en 1910, primero con Ramón Montoya, uno de los guitarristas más importantes de la época, y en 1918 con Luis de Molina. En 1922 trabajó con el guitarrista Juan Gandalla Habichuela. Fue invitada a Granada, ciudad en la que conoció a Federico García Lorca, y participó en algunas grabaciones que coincidieron con el Concurso de Cante Jondo puesto en marcha por el poeta y Manuel de Falla ese mismo año.


Después de esto, llegaron los viajes por toda Andalucía y Madrid donde actuó en teatros, embajadas y elegantes hoteles junto con los grandes nombres del flamenco de la época.



Fue galardonada con la Llave de Oro en 1926. Su biógrafo, Manuel Bohórquez, hace hincapié en las dificultades que encontró como mujer soltera en los ambientes flamencos, donde se volvía sumamente vulnerable bajo la doble moral impuesta por la sociedad andaluza. Su matrimonio con Pepe Pinto en 1930 estabilizó su vida personal.

En 1968, se erigió un monumento en su honor en la alameda de Hércules, el lugar donde se empapó de flamenco en sus primeros años. Falleció un año más tarde. En 1969, justo un més después de que lo hiciera su marido. El final de su vida estuvo lleno de tributos de poetas, músicos, pintores y artistas flamencos. García Lorca y Manuel de Falla ya la habían adorado.






Fuente:

"Mujer y flamenco" de Loren Chuse. Signatura Ediciones

Fuente aportada por la profesora Dña. Mª Carmen López Castro. Curso 2021-22.

La Niña de los Peines: Quisiera yo renegar (Petenera)


Tangos Ligeros: Del Color de Cera Mare (con Melchor de Marchena)