39: Extra 1 (II)
Después de unas horas, el auto deportivo se detuvo en el garaje de la villa. Estaba amaneciendo, pero debido a la llegada del tifón, las ciudades de la costa aún se encontraban envueltas en un cielo oscuro y cambiante.
La residencia de Zhou Yu era grandiosa. Era una casa de tres pisos con un piano en la sala de estar. Aunque las luces no estaban encendidas, la vivienda estaba muy ordenada.
—Shh. —Zhou Yu le indicó a Sun Ce que no hablara para no despertar a su madre.
—¿No hay nadie más aquí? —Sun Ce encontró eso un poco extraño. En teoría, también debería haber un ama de llaves y sirvientes.
Zhou Yu respondió:
—Hay un tifón, así que todos se fueron a casa.
Zhou Yu llevó a Sun Ce de puntitas a su habitación en el segundo piso. Sun Ce se sumergió en la gran bañera del cuarto, que se llenó de vapor. Zhou Yu estaba en otro baño, duchándose.
Mientras el agua caía, Sun Ce cuestionó tranquilamente:
—¿Por qué estabas tan abrumado?
Zhou Yu arrojó su toalla a un lado con rabia y bramó:
—¡Me has condenado!
—¿Qué? —Sun Ce preguntó—: ¿Se trata de los exámenes? Para empezar, mis calificaciones tampoco eran buenas.
Zhou Yu tenía el estómago lleno de rabia y no sabía dónde descargarla; al final, no tuvo más remedio que dejar escapar un suspiro. Un momento después, explicó:
—Le prometí a mi tío que si no podía ingresar y graduarme con éxito, no estudiaría más Biología Marina. Volvería a casa y ayudaría a administrar la empresa de mi padre.
»No lo entiendes. No me agrada hacer negocios. Me gusta bucear, el surf y la libertad. No quiero sentarme en una oficina todos los días.
Después de que terminaron de lavarse, ambos se sentaron junto a la mesa de café en la habitación. Sun Ce rebuscó en el refrigerador de la cocina y encontró mucha comida. Luego abrió descuidadamente una botella de vino tinto, se echó hacia atrás y se sentó frente a Zhou Yu para beber con las piernas cruzadas.
—¿Cuánto cuesta una botella de este vino? —preguntó Sun Ce.
—Solo bébelo y déjate de tonterías —pronunció Zhou Yu enojado.
Sun Ce mencionó:
—Para empezar, mis calificaciones no eran buenas. Repasaremos durante el receso y tomaremos nuestros exámenes de recuperación juntos. Al mismo tiempo, puedes venir a mi equipo de surf y nos uniremos a la competencia, ¿qué te parece?
Esta vez, Zhou Yu finalmente no rechazó a Sun Ce. En cambio, habló con cansancio:
—¿Tiene algún sentido que persigas ese campeonato a tal grado?
—Por supuesto —afirmó Sun Ce—. Así como estudiar Biología Marina es tu sueño, el mío es surfear. ¿No es eso realmente agradable? Te ayudaré con la tutoría y tú vienes a surfear conmigo, ¿qué dices?
—Con tus calificaciones, ¿quieres ser tutor? —Zhou Yu no sabía si reír o llorar.
Sun Ce comparó:
—Las calificaciones de mi hermano Lu Meng son buenas y también las de Ling Tong. Él estudia la misma especialidad que tú. Mientras te esfuerces un poco más durante las vacaciones de verano, podrás ponerte al día.
Zhou Yu no tomó una decisión de inmediato. Sun Ce le sonrió y extendió una mano, y finalmente, Zhou Yu no tuvo más remedio que golpear su palma contra la de él, sellando su trato.
¡Ding dong!
La estrategia de Sun Ce finalmente tuvo éxito.
Al día siguiente, cuando se despertaron, ya era de noche y el tifón se había marchado. Cuando se levantaron, la señora Zhou invitó a Sun Ce a la mesa y le sonrió mientras decía:
—Sun Ce, dejaré a Zhou Yu a tu cuidado.
Sun Ce asintió vigorosamente al mismo tiempo que devoraba el festín.
El ceño de Zhou Yu se arrugó notablemente y se sintió muy incómodo. La señora Zhou continuó:
—En su escuela anterior, Zhou Yu, no tuvo amigos. Es realmente raro, de verdad, esta es la primera vez que trae a un amigo a casa…
—¡Mamá! —protestó Zhou Yu disgustado.
Sun Ce se echó a reír y dijo:
—Está bien. Nos estamos preparando para surfear y estudiar juntos durante las vacaciones de verano.
—Muy bien, muy bien —animó la señora Zhou—. Si no tienes nada que hacer, no te quedes en casa todo el tiempo. Deja de bucear, ir a surfear con Sun Ce en la playa no está mal.
Zhou Yu murmuró abatido:
—Entendido.
Después de permanecer varios días en la villa de la familia de Zhou Yu, la señora Zhou compró ropa nueva para ambos. Desde que Sun Ce había obtenido la aprobación de la madre de Zhou Yu, su confianza se reforzó y comenzó a actuar como le placía, sin preocuparse por los demás, como si se hubiera convertido en el hermano mayor de Zhou Yu. Zhou Yu estaba a punto de morir de ira gracias a Sun Ce, porque tenía que soportar sus payasadas, pero no había forma de resistirse. No tuvo más remedio que volver obedientemente a la escuela con él.
Habían llegado las vacaciones de verano y todos los estudiantes se fueron a casa, dejando a Sun Ce, Ling Tong, Zhou Yu y Gan Ning formados, practicando surf en la playa. Sun Ce presentó a Zhou Yu, quien vestía un par de pantalones cortos azul cielo, y asintió con la cabeza a los demás, sin hablar.
—¡Comencemos! —La confianza de Sun Ce se hallaba por las nubes. Esta vez, nadie lograría derrotarlo y, en sus palabras, «Si no puedes derrotarme, solo seré más poderoso». Todos estuvieron de acuerdo, nadando hacia el océano, siguiendo el oleaje del mar bajo ese sol abrasador.
Después de agregar a Zhou Yu, el equipo de surf estuvo completo. Zhou Yu estaba en la cola del grupo y, a veces, rotaba al mismo tiempo que Sun Ce y los otros dos. Todos giraban sincronizadamente, cargando desde la parte superior de la ola. Al principio, a Gan Ning y Ling Tong no les gustaba mucho Zhou Yu, pero con sus poderosas habilidades, logró ganarse a ambos.
Sun Ce hizo que el grupo se equipara con tablas de windsurf, y volvieron a intentarlo, comenzando la segunda ronda de su competencia. Los cuatro dieron vueltas alrededor de innumerables boyas, lanzándose hacia el vasto mar frente a ellos. Un viento fuerte comenzó a soplar, las habilidades de navegación de Zhou Yu eran promedio; sin embargo, era muy hábil en el windsurf, y fue evidente que hizo esto con anterioridad.
El horario real de la competencia sería muy agotador, porque duraría cuatro horas en doce etapas. Una vez que salieran al océano, se verían afectados por el clima, las mareas y sus habilidades personales; además, era aún más fácil debilitarse por un golpe de calor en el mar, por lo que requería una gran cantidad de resistencia física.
En estos últimos días, Sun Ce aumentó gradualmente la intensidad de su entrenamiento, hasta que pudieron completar la distancia que pedía una competencia profesional. Zhou Yu se encontraba un poco cansado; no obstante, logró mantenerse al día. Su piel se bronceó un poco más por el sol, y su rostro también se estaba pelando ligeramente.
Al final, los cuatro, formaron un hermoso arco lanzándose hacia la orilla. Eso concluyó su práctica.
—Tus habilidades son bastante buenas —elogió Ling Tong.
La evaluación de Gan Ning sobre Zhou Yu, fue:
—Mocoso, eres demasiado agresivo.
Zhou Yu comenzó a reír. Sun Ce volvió a planificar la formación de su equipo para la práctica de mañana antes de que todos se dispersaran. Por la noche, Sun Ce y Zhou Yu se sentaron en un pequeño pub junto al mar, donde abrieron sus libros de texto para revisar sobre la dinámica de fluidos. Ling Tong llegó a la hora acordada y, en medio de las luces y el sonido de las olas, ayudó a Zhou Yu a repasar los puntos clave.
Esta vez, Zhou Yu estudió con mucha seriedad, por el bien del examen de recuperación y por su persistencia. Sun Ce los escuchaba como si fuera un mensaje arcaico de los cielos, y entendió a medias. Cuando regresaron después de estas sesiones de estudio nocturnas, le hizo preguntas a Zhou Yu.
El último día antes de la competencia, Sun Ce fue a buscar a Zhou Yu. No necesitaban practicar ese día, así que Zhou Yu se sentó en el pub junto al mar leyendo un libro.
—¿Demasiado nervioso? —preguntó Zhou Yu.
—Está bien. —Sun Ce le devolvió la sonrisa—. Lee tus libros. Incluso sentarme aquí contigo por un rato me hace sentir un poco más seguro.
Zhou Yu y Sun Ce se sentaron uno frente al otro. Zhou Yu continuó estudiando, mientras Sun Ce jugaba con una moneda en su mano, lanzándola una y otra vez.
—Estás preocupado —dijo Zhou Yu, sin siquiera levantar la cabeza.
—No estoy preocupado. Contigo y con ellos, nuestro equipo definitivamente ganará —respondió Sun Ce fácilmente—. Esta playa no será robada por nadie más.
Zhou Yu cerró su libro y no pudo evitar preguntarle a Sun Ce.
—¿Por qué eres tan persistente?
—¿Y por qué eres tan persistente? —cuestionó Sun Ce de forma retórica.
Zhou Yu indagó:
—¿Crees en la reencarnación?
Sun Ce no entendió por qué preguntaba eso y lo miró. Zhou Yu tomó un sorbo de té helado mientras estaba sentado allí, bajo las campanas de viento en el pasillo, y giró la cabeza para observar el vasto mar en la noche oscura, pensativo.
—Cuando era pequeño, mi madre y yo íbamos a la montaña para escapar del calor del verano. Un gran maestro me dijo entonces que los encuentros y las despedidas de una persona son como este gran océano, como las olas en el mar, como las motas de agua que se elevan del oleaje. Se reúnen y se separan; a veces, se encuentran y, a veces desaparecen sin dejar rastro.
—¿Y eso fue lo que te hizo querer estudiar biología marina? —preguntó Sun Ce.
Zhou Yu se llevó una mano a la frente, incapaz de mirarlo a los ojos por más tiempo. Finalmente, respondió:
—Supongo. ¿Sueñas habitualmente?
—Sí.
Zhou Yu continuó:
—¿Qué has soñado?
Sun Ce se encogió de hombros.
—Lo olvidé. Soñé que estaba en la misma cama, durmiendo con un extraño que me parecía muy familiar.
—¿Qué más?
—También había… un lugar muy hermoso, con un lago brillante y montañas verdes. Estábamos volando cometas desde una balsa de bambú en el lago.
—Ese gran maestro me comentó que soñamos con una vida pasada de la que no podemos separarnos.
—Ey, eso no está bien —habló Sun Ce burlonamente—. Eso se llama ¿déjà vu?, y la explicación científica es que cuando vas a algún lugar y sientes cierta familiaridad con el sitio, como si hubieras estado allí antes, eso es simplemente nuestro cerebro… —mientras hablaba, Sun Ce señaló con el dedo su propia cabeza y continuó—, engañando a nuestro sistema nervioso central, creando así una impresión equivocada.
Zhou Yu no dijo nada.
Sun Ce agregó:
—¡Somos estudiantes de ingeniería!
—Tú ganas —admitió Zhou Yu de inmediato.
—Me quedé aquí porque crecí junto al mar. Esta es mi ciudad natal, y me encanta esta playa. Mi madre y mi hermano se fueron del país, pero no fui con ellos. Incluso me hicieron una lectura de tarot, que decía que mi destino está aquí, y que podré encontrarme con la persona esperada. Vamos, volvamos a dormir.
Sun Ce se colgó la bolsa en la espalda y se levantó, Zhou Yu lo siguió. La marea menguó suavemente y miles de estrellas se elevaron gradualmente en el cielo, y el río plateado brilló en el pequeño sendero junto al mar. La música de la playa se hizo distante, y el sonido de las olas que subía y bajaba, se alejó suavemente de su mundo. Solo las luces amarillas de la calle resplandecían sobre sus sombras, caminando una al lado del otro.
—¿No eres un estudiante de ingeniería?
—¿Eh? ¿Hay algún problema?
—¿A un estudiante de ingeniería le han leído el tarot?, ¿déjà vu?
—¿Qué es un déjà vu?
Zhou Yu se quedó mudo.
Sun Ce se echó a reír y, cariñosamente, pasó un brazo por los hombros de Zhou Yu y le dio un golpecito en el brazo. Luego preguntó:
—La competencia es mañana. ¿Estás confiado?
Zhou Yu respondió:
—Si perdemos, la playa desaparecerá. ¿Realmente confías tanto en mí?
—Confío en mí —confesó Sun Ce—. En esta competencia, solo se nos permite ganar, no perder.
Zhou Yu miró la expresión de Sun Ce, rebosante de determinación, sonrió levemente, pero suspiró por dentro.
A la mañana siguiente, el lugar se encontraba lleno de gente y la playa de Huangjin dio la bienvenida al evento más esperado del verano. Las personas estaban jugando vóleibol de playa, surfeando y nadando; a su vez, había un sinfín de mujeres hermosas y chicos guapos. Muchos de los estudiantes que dejaron la escuela para las vacaciones de verano regresaron, preparándose para unirse a la competencia de vóleibol de playa y también para ver la competencia de windsurf que sucedería después.
En la playa se instaló una enorme pared de televisores. El agua de mar era cristalina, e incluso la arena del fondo se podía ver a través de esa interminable extensión de azul. Las olas se elevaban en un claro muro de agua, volando hacia la orilla. En esta ocasión, la ronda de selección requería que siguieran una ruta establecida, dando vueltas alrededor de dos islas de coral para pasar a través de doce boyas flotantes que funcionaban con energía solar. Cada vez que pasaban por una, tenían que quitar las señales que se colocaron allí con anterioridad.
Esto necesitaba un nivel muy alto de control sobre la tabla de windsurf, y también requería que sus reflejos fueran rápidos en el instante en que pasaban por la boya. Lü Bu era alto y musculoso, y cuando caminó hacia la playa, se oyeron gritos estridentes a su alrededor. Posteriormente, el equipo de Sun Ce apareció. Los dos equipos se enfrentaron, elevando instantáneamente la tensión al máximo.
Después de que el árbitro explicó las reglas, sonó un silbato y miles de personas vitorearon en la playa mientras ambos equipos corrían por ella.
Sun Ce, Zhou Yu, Ling Tong y Gan Ning fueron el primer grupo; Lü Bu, Zhao Yun, Cao Pi y Ma Chao fueron los segundos. Un conjunto de chicos altos y guapos con una altura promedio de un metro ochenta, con la parte superior del cuerpo bronceada al desnudo, se subieron a sus tablas de windsurf y se lanzaron a través del océano como peces voladores.
El helicóptero despegó con un gran estruendo y el camarógrafo los tomó desde arriba. Ocho senderos blancos como la nieve aparecieron en la superficie del agua, como cometas que se originaron en las profundidades del universo, trasladándose con velocidad y se fueron tan rápido como llegaron.
Sun Ce gritó en voz alta. Su short ondeaba con el viento, y en ese instante, Zhou Yu vio a Sun Ce liderando el camino.
El espíritu juvenil y frívolo brillaba en sus ojos, como el reflejo abrasador del sol sobre el agua. ¡Su expresión tenía una agudeza heroica, y el color blanco de su vela era como una ave acuática extendiendo sus alas, ayudándolo a atravesar la cresta de la ola!
—¿Crees en los sueños y vidas pasadas, Sun Bofu? —murmuró Zhou Yu.
El equipo de windsurf de color negro de Lü Bu los alcanzó, y como si estuviera coqueteando con él, Lü Bu le silbó a Sun Ce. ¡Las ocho personas de los dos equipos giraron, lanzando un hermoso arco de agua, mientras conducían por la primera boya! Zhao Yun rotó su tabla de windsurf, pasó por encima de la boya y entró con una patada de bicicleta, arrancando el primer indicador. Ese fue el mismo instante en que Zhou Yu extendió la mano, y el indicador se encontraba casi a su alcance, pero Zhao Yun había tomado la iniciativa y se congeló ante eso.
—¿Lo tienes? —preguntó Sun Ce en el auricular.
—¡No! —respondió Zhou Yu—. ¡Lo arruiné!
—¡Está bien! ¡Hay once más! —exclamó Sun Ce.
Zhou Yu se quedó un poco atrás, y ahora los seguía. Cuando Sun Ce presionó el comunicador, gritó:
—¡Gan Ning, reorganiza el equipo, protege a Zhou Yu!
Su formación cambió, pasaron de avanzar en una sola línea a hacerlo en forma de triángulo, con Sun Ce a la cabeza. Del equipo de Lü Bu, que estaban formados uno al lado del otro, Cao Pi y Ma Chao se quedaron un poco atrás, bloqueando a Zhou Yu.
El segundo giro estaba por llegar, y el helicóptero se acercó a la superficie del agua. ¡Inmediatamente después, una ola inmensamente grande se levantó, de repente se estrelló y dividió a los dos equipos!
—¡Sun Ce! —bramó Gan Ning.
—¡Te escuché! —gritó Sun Ce de nuevo en su auricular—. ¡No te pongas nervioso!
Su escuadrón se extendió de nuevo. Zhou Yu miró a través de la inmensidad de ese océano, buscando sin cesar la boya de energía solar que reflejaba la luz del sol. Nubes negras se acumularon rápidamente en el aire, y un relámpago descendió del cielo. El mar cambió de inmediato y, a cincuenta kilómetros de la playa, comenzó a caer una lluvia torrencial.
Lü Bu lideró a sus compañeros de equipo desde un lado; sin embargo, justo cuando estaban a punto de robar la señal roja, Gan Ning silbó y se dirigió directo a él en una colisión. Lü Bu giró su vela rápidamente para esquivar, pero Gan Ning, en el último momento, ajustó su dirección, robando el segundo señalamiento.
—¡Bien hecho! —elogió Sun Ce.
Con el tercero y el cuarto, el equipo de Lü Bu era evidentemente mucho más fuerte de lo normal, y querían derribar a Sun Ce a toda costa. Sun Ce se hallaba un poco ansioso y su frente estaba profundamente arrugada cuando la voz de Zhou Yu se escuchó en el auricular.
—¿Necesitas considerar cambiar nuestras tácticas? —preguntó Zhou Yu.
—Defenderemos —dijo Sun Ce—. Nosotros tres haremos guardias, y el resto te lo dejaremos a ti.
Su formación cambió una vez más. Cuando llegaron a la primera isla de coral, Sun Ce y Gan Ning presionaron desde ambos lados, Ling Tong los siguió justo detrás. ¡Los tres lograron contener a Lü Bu, mientras que Zhou Yu se lanzó hacia la quinta boya! La isla de coral bloqueó la línea de visión de Lü Bu, y dejó escapar un rugido de enojo en su auricular. ¡Zhao Yun fue tras Zhou Yu, dibujando un arco blanco a través del mar!
—¿Quieres hacer algunos trucos? —Zhao Yun se rio entre dientes.
—Te acompañaré hasta el final —respondió Zhou Yu distante.
Y con eso, los dos giraron al mismo tiempo, con el impulso de la enorme ola que barría hacia la isla de coral para dispararse en el aire. Zhao Yun dio un salto mortal de 360° por el aire, mientras que Zhou Yu comenzó a rotar como un giroscopio al mismo tiempo que pasaba como un rayo por la boya.
¡En ese momento, los vítores en la playa parecieron romper los cielos! ¡El impulso del giro de Zhou Yu salpicó el agua explotando como una lluvia de meteoritos sobre el mar, y fácilmente sacó la quinta señal! Zhao Yun gritó de emoción, mientras que Cao Pi y Ma Chao lo alcanzaron. Sun Ce y los otros dos abandonaron a Lü Bu, y sus dos equipos se reorganizaron una vez más acelerando, dando vueltas alrededor de la isla de coral, ¡hacia la distancia!
El viento sobre el mar abierto se hizo cada vez más fuerte, y la carpa en la playa se voló. En el horizonte, las nubes densas y oscuras comenzaron a arremolinarse.
El árbitro miró su reloj con nerviosismo. El cielo ya se había oscurecido y no sabía si la competencia podría continuar. La audiencia, no se atrevía a irse y lanzaba fuertes gritos.
El helicóptero se elevó y se alejó de ellos. Diez de las señales fueron arrebatadas, y los equipos de Lü Bu y Sun Ce tenían cinco cada uno. Incluso la respiración de Sun Ce se estaba volviendo un poco inestable. Lü Bu usaba la ofensiva como estrategia, y prácticamente no les dio la oportunidad de contraatacar; no obstante, el equipo de Sun Ce, confiando en su trabajo grupal, ¡logró igualar el campo de juego innumerables veces en los momentos cruciales!
La undécima boya apareció a cuatrocientos metros de distancia, pero al mismo tiempo, una fuerte ráfaga de viento sopló hacia ellos. El helicóptero dio vueltas en el aire. Lü Bu y Sun Ce, que tenían experiencia en competencias de windsurf, se sintieron inmediatamente incómodos, sabiendo que se trataba de un flujo de aire invisible. Las tablas giraron sobre el agua, ambos equipos se encontraron básicamente incapaces de controlar la dirección, y tomaron sus velas al mismo tiempo. Sun Ce y Lü Bu, aprovecharon esta última oportunidad, y ambos, uno a la izquierda y otro a la derecha, se lanzaron hacia la boya flotante que se elevaba del océano.
Los dos líderes de equipo chocaron fuertemente. La constitución de Lü Bu era alta y musculosa, medía un metro noventa de altura, con dedos largos. Tan pronto como los dos giraron, Sun Ce extendió la mano, se quedó corto por un centímetro. ¡Lü Bu había logrado agarrarlo!
—¡Maldición! —gritó Sun Ce.
—Maldita sea... —El vórtice que se estaba formando en las nubes se reflejó en los ojos de Zhou Yu.
Mientras los dos equipos avanzaban a toda velocidad, miraron hacia el cielo y sus expresiones cambiaron.
—¡Esto no es una tormenta! —exclamó Gan Ning—. ¡Es un ciclón! ¡Vámonos, rápido!
El poderoso flujo de aire repentinamente tomó forma sobre el océano, formándose un vórtice. Una columna de viento rugiente se extendió desde el mar hasta el cielo, y levantó la superficie del océano, absorbiendo cientos de toneladas de agua de mar, ¡conectando el cielo y la tierra!
El árbitro sonó su silbato, señalando la suspensión de la competencia, y el helicóptero dejó caer una escalera de rescate. Sin embargo, el ciclón había llegado demasiado rápido, y Lü Bu y Sun Ce no prestaron atención para ordenar a sus compañeros de equipo que se retiraran.
—¡Usen las velas! —gritó Sun Ce—. El ciclón no viene en nuestra dirección.
Todos comenzaron a girar sus velas para huir. El cambio de clima ocurrió demasiado rápido esta vez, e incluso la gente en la playa no había evacuado. Todos ellos se pararon en la parte superior del dique, observando el horizonte.
El ciclón pasó junto a las islas de coral, trayendo consigo árboles, pastos y tierra. Justo cuando todos se hallaban a punto de retirarse, Zhou Yu de repente volteó su vela, ¡corriendo hacia la última boya!
—¡Zhou Yu! —rugió Sun Ce.
La expresión de Lü Bu también cambió.
—¡¿Están buscando la muerte?!
Sun Ce fue detrás de Zhou Yu, y Lü Bu lo siguió de cerca, yendo hacia un lugar a no más de unos cientos de metros del ciclón: la duodécima boya. La vela de Zhou Yu ondeaba violentamente con el viento, y parecía que en cualquier momento perdería el control y sería arrastrado al mar.
En sus ojos no había nada más que la señal dorada que brillaba en la parte superior de la boya. En ese mismo momento, Sun Ce se acercó desde un lado y se estrelló contra él. Dejó su tabla, usando el impulso de su colisión, para equilibrar la de Zhou Yu. Inmediatamente, los dos se encontraron montados en una tabla. Sun Ce tenía una mano controlando la vela, y su otro brazo se envolvía alrededor del chico. Tan pronto como Zhou Yu se inclinó hacia la boya, Sun Ce lo empujó hacia atrás con dureza.
—Tú…
—¡Estás loco!
Lü Bu logró alcanzarlos en el último minuto. Sun Ce y Zhou Yu, montados en la misma tabla, dieron un giro y se lanzaron hacia la orilla.
Ese fue el momento más cercano a la muerte de los tres, y justo cuando se habían alejado cincuenta metros, el ciclón llegó con una fuerza devastadora, destrozando la boya, llevándola al cielo junto con la tabla de windsurf de Sun Ce.
Los cielos se encontraban furiosos y las ráfagas soplaban salvajemente. El corazón de Zhou Yu estaba a punto de salirse de su garganta. Dejaron atrás el ciclón y avanzaron hacia la costa. El viento se hizo cada vez más fuerte, y la playa era un desastre cuando comenzó a caer una lluvia torrencial. En el momento en que llegaron a la orilla, Zhou Yu casi se derrumba.
Sun Ce bramó:
—¡Eres demasiado imprudente!
Zhou Yu agitó una mano y Sun Ce se apresuró a agarrarlo, escapando con el resto hacia el dique, donde vieron el ciclón a lo lejos.
Pero el ciclón no se precipitó hacia la orilla. Simplemente barrió las dos islas de coral, antes de moverse hacia el océano abierto. En esos últimos momentos, las nubes negras desaparecieron, revelando el esplendor del mar. El sol poniente mostró un resplandor ardiente en las nubes, rociado sobre el mundo de abajo.
Zhou Yu todavía se encontraba aturdido, él y Sun Ce seguían tomados de la mano. Entonces, se dio cuenta de que todos lo miraban.
Sun Ce abrió lentamente la mano. Lo que él y Zhou Yu sostenían era la última señal.
—Es un empate —comentó Zhou Yu.
Zhao Yun y el resto, e incluso el mismo Lü Bu, tampoco parecían creerlo.
Zhou Yu comenzó a reírse, pero Sun Ce lo empujó y exclamó:
—¡¿Todavía te ríes?!
Zhou Yu se rio a carcajadas. Sun Ce casi había perdido la mitad de su vida por el susto.
La playa se limpió nuevamente, y la multitud se reunió, mientras el árbitro contaba los señalamientos.
—No hay necesidad de agregar más tiempo —informó Lü Bu con frialdad—. Admitimos la derrota.
Zhao Yun agitó una mano y dijo:
—Admitimos la derrota.
Sun Ce no sabía si reír o llorar. En la playa, todos los observadores comenzaron a animar en ese momento.
Sun Ce y Lü Bu se estrecharon la mano, y cada uno de ellos levantó un puño, estrellándolos. Sun Ce se adelantó para pasar un brazo por los hombros del otro, queriendo decir algo más para la ocasión y resolver la rivalidad entre ellos, pero Lü Bu agitó una mano y pronunció:
—Los admiro a los dos.
Zhou Yu se sentó en el pub a beber té, mirando la puesta de sol. Su luz, que cubría los cielos y la tierra, se reflejaba en sus pupilas, como un fuego furioso de hace miles de años que había sido recordado hasta el día de hoy.
Estaba a punto de caer la noche y comenzaba la fiesta de la cerveza y el asado en la playa. Zhou Yu y Zhao Yun se sentaron juntos y bebieron cerveza.
Zhao Yun sonrió y afirmó:
—La competencia de hoy fue bastante buena.
Zhou Yu lo miró, luego preguntó:
—¿Crees en vidas pasadas?
Zhao Yun reflexionó por un momento, luego sonrió con un poco de desaprobación.
—¿Por qué te importan esas cosas?
Zhou Yu lo observó y comenzó a sonreír. Sin decir una palabra, le dio una palmadita en el hombro.
—Escuché antes —le dijo Ling Tong a Zhou Yu—, que en nuestra ciudad natal, hay un talismán del sueño de la mariposa de Zhuang Zhou. Se dice que las personas que poseen este talismán pueden recordar su vida pasada en sus sueños. Por lo tanto, las vidas pasadas son algo que podrían existir.
Como si Zhou Yu hubiera pensado lo mismo, asintió. Sun Ce y Lü Bu encendieron cada uno un fuego para sus propios equipos, y se levantaron, llamando a sus compañeros para que se unieran a ellos, preparándose para tener un asado para la cena.
Zhou Yu respondió con una sonrisa. Sostenía un vaso de cristal en la mano, caminando por la arena hacia ellos con los pies descalzos. Mientras Sun Ce se reía a carcajadas, le dijo algo a Gan Ning, y bebió otro trago de cerveza. Cuando miró hacia atrás y vio que Zhou Yu había llegado, tomó su vaso y, con una sonrisa en los ojos, lo chocó suavemente con el suyo.
La luz dorada de la fogata se reflejaba en el vaso, pero se alejó rápidamente como las nubes rosadas al atardecer. La luz del vasto e interminable río plateado en el cielo y el universo que yacía más allá, centelleó a través del licor ondulante. En estas dos copas, el pasado, el presente y el futuro parecían girar juntos, cobrando vida y creciendo hasta la madurez.
El suave tintineo de los vasos atravesó la luz y la sombra de mil años, coronando los largos y prolongados tiempos de estos dos jóvenes. En medio de la brisa y el inmenso océano, les mostró el camino a casa.