El Big Data hace referencia al almacenamiento y análisis de grandes cantidades de datos. Sus beneficios hoy alcanzan el mundo de la educación.
Existen distintos métodos educativos derivados a partir de la analítica del Big Data. El uso de estos grandes volúmenes de datos permite mejorar la enseñanza, ¿pero cómo?
Gracias a la medición, recopilación, análisis y presentación – en cuadros de mando – de los datos sobre los estudiantes, podemos comprender el proceso de aprendizaje. La analítica del aprendizaje así permite, entre otros, detectar las debilidades y fortalezas de los sistemas educativos y predecir en qué ámbitos específicos los estudiantes necesitarán apoyo y atención personalizada.
El análisis del aprendizaje es un tema que afecta tanto al profesor como al alumno. Al primero el análisis del aprendizaje le ofrece una ventana para ver cómo de comprometido están los estudiantes en el proceso de aprendizaje, y dónde pueden tener obstáculos o problemas. Mediante las visualizaciones de datos de aprendizaje se pueden identificar a los estudiantes que no consiguen los resultados , lo que permite que los profesores investiguen con los respectivos alumnos, e intervengan con medidas correctivas apropiadas.
Para el alumno supone un retorno de información relevante y constante a sus logros, de ver por ejemplo no sólo cuáles son los recursos populares y de recibir recomendaciones en función de sus intereses y lecturas. Además utilizando el análisis de redes sociales , los recursos y las personas pueden estar vinculados, y permitirían por ejemplo predecir y recomendar recursos interesantes para estudiantes concretos analizando la base de lo que miran sus contactos.
A continuación veremos un vídeo donde comprobaremos los resultados de esta herramienta tan útil, probada en algunas universidades.