Rodar en grupo con total seguridad

Post date: May 2, 2015 10:28:49 PM

Del site de Michelin

Este articulo está extraído de la guía « 96 virées à Moto », editada por Michelin

y disponible en la boutique Michelin

Cuando dos motos o más ruedan juntas, es preciso conducir y colocarse de tal manera que la visibilidad sea tan buena como cuando se rueda en solitario y poder efectuar un frenada brutal sin molestar a la moto que te sigue o la que te precede.

Disfruta de la carretera

La mejor formación en grupo es la del tresbolillo (también llamada « tablero »). Cada moto se desplaza lateralmente con respecto a la moto que le precede. Combinado con una distancia de seguridad importante entre cada moto, modulable según el tipo de carretera y la velocidad, esto permitirá, ante un obstáculo imprevisto, desviarse sin riesgo de colisión, a la vez que deja especio suficiente para ver a lo lejos y para pararse en caso de necesidad.

La distancia que dejes delante de ti – el espacio necesario para poder pararse completamente sin desviarse de la ruta y sin chocar contra un obstáculo – deberá calcularse (dos segundos) en función de la moto que te precede, la que está desplazada no la que rueda delante de tu mismo lado.

La distancia que dejes delante de ti – el espacio necesario para poder pararse completamente sin desviarse de la ruta y sin chocar contra un obstáculo – deberá calcularse (dos segundos) en función de la moto que te precede, la que está desplazada no la que rueda delante de tu mismo lado.

Al menos que ruedes con un grupo muy experto capaz de mantener el tresbolillo en las curvas, es preferible pasar las curvas en fila india y después volver a la formación en tresbolillo.

Ten en cuenta a los demás

Informa con claridad a los moteros que te rodean de tus intenciones, sobre todo si vas a cambiar de posición o de dirección. Usa y abusa de los intermitentes, gira la cabeza, comprueba los ángulos muertos, haz señas con la mano… Y efectúa todas las maniobras con suavidad, reservándote la posibilidad de rectificar si es necesario.

Rodar en grupo no significa que puedas hacer maniobras que no harías si fueras solo, al contrario. No es motivo suficiente que el motero que te precede efectué una maniobra para que tú lo sigas ciegamente. El entorno de una moto evoluciona rápidamente. Conserva tu propio análisis de la situación en función de tus medios y de tus ganas.

Hay que tener en mente que, en un grupo, todas las motos no ruedan a la misma velocidad al mismo tiempo. Teniendo en cuenta las distancias de seguridad y el tiempo de reacción, un grupo de motos obedece al efecto del elástico. Cuando el primero acelera, el última acelerara un poco más tarde. Por lo tanto, deberá abrir más gas para recuperar el retraso. Y también, deberá frenar más fuerte si la cabeza de grupo frena. Cuanto más grande es el grupo, más importante es el diferencial.

Con un grupo de más de 5 motos, el cabeza de grupo deberá tener mucho cuidado de conducir con suavidad, sin grandes aceleraciones ni frenadas brutales, para minimizar el efecto «elástico». Por ejemplo, al entrar en una población, deberá decelerar tan pronto como vea el cartel para que todas las motos entren bien agrupadas y respetando la limitación de velocidad. Al salir de la población, acelerara suavemente después de pasar el cartel de salida (y no en cuanto lo vea), una vez que todo el mundo haya salido de la aglomeración.

Cualquiera que sea la talla del grupo (incluso si solo son 2 o 3 motos), es fundamental mirar a menudo los retrovisores para comprobar que la moto que va detrás de ti sigue allí. Deberías incluso poder vigilar las dos motos que te siguen, una en el retrovisor izquierdo y la otro en el derecho.

Normalmente, la regla es que nadie cambia de sitio y cada uno vuelve exactamente a su posición en el grupo después de las paradas y/o los eventuales momentos de expansión. Sobre todo en los grupos grandes y con principiantes. Pero eso debe hablarse antes de la salida.

Acoplarse al más lento

Otro peligro que acecha un buen número de salidas en grupo es la heterogeneidad de las expectativas sobre el ritmo de conducción. Cualquier que sean la experiencia y la capacidad de los moteros presentes, es importante ponerse de acuerdo antes de la salida. En caso de desavenencias, más vale repartirse en varios grupos a correr el riesgo de perder una moto o obligar a algunos a rodar por encima de sus posibilidades.

En aras de la homogeneidad, los moteros más rápidos deberán alinearse al ritmo del más lento. El motero que conduce la moto menos potente, el que posee menos experiencia o el que lleve el equipaje para todo el mundo se colocará siempre en segunda posición.

Saber encuadrar

Es recomendable organizarse antes de la salida identificando claramente las personas que tendrán la misión de controlar el desplazamiento de la columna: una moto de cabeza, una moto de cierre, y eventualmente unas motos que estén al tanto del funcionamiento del grupo. El que abre el camino, llamado también jefe de fila, deberá ser el más experimentado del grupo, capaz a la vez de seguir el itinerario, indicarlo a los que le siguen, vigilar el tráfico, el entorno y las motos que le siguen.

Gestionará también las paradas del grupo en lugares suficientemente amplios y protegidos, sin molestar a los demás usuarios, sin peligro de que una de las motos sea arrollada. La función de la moto de cierre (también llamada moto-escoba) es tan importante como la del motero que van en cabeza y requiere tanta – o más – experiencia y capacidad de vigilancia, además de rodar rápido y de frenar fuerte ya que soporta los contragolpes del efecto “elástico”. Regla absoluta: ¡nadie debe situarse detrás de la moto de cierre!

Lo ideal es que el jefe de fila pueda divisar de vez en cuando a la moto de cierre, para asegurarse que todo el mundo le sigue bien. Es recomendable que los dos lleven un chaleco reflectante o un elemento distintivo, para que se les reconozca fácilmente.

En cualquier caso, las consignas de conducción se definen colectivamente y se explican muy claramente antes de la salida. Asegurarse que todo el mundo las ha recibido y comprendido.

¡Feliz viaje!