Dos bilbainos de 1914 en el TT de la Isla de MAN. Homenaje de MCB.

Motoclásica Bizkaia quiere recordar este año el centenario de la participación de dos pilotos bilbaínos, Pedro Sorriguieta y Luis Arana, en la carrera de motos por excelencia, el mítico Tourist Trophy de la Isla de Man.

.

Y vamos a celebrarlo con una ruta homenaje en nuestras clásicas. Ocho pilotos recorreremos los casi 800 kilómetros entre Bilbao y el Circuito de Albacete, en el que se celebrará la prueba del Campeonato de España de Clásicas. Dos Lube 150, una Honda 175, dos Sanglas 400, una Bultaco Metralla, una BMW R50 y una Honda Reveré rodarán por carreteras secundarias, ida y vuelta, empleando cuatro días en total. Más de 1500 kms. para unas máquinas que rondan o superan el medio siglo de antigüedad (mejor no hablamos de los pilotos ;-)

Pero, ¿qué fue de aquellos campeones? ¿Quiénes eran y que méritos hicieron?

Imaginaos. Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, hace cien años. Pues así fueron a nivel local estos dos campeones. Pedro Sorriguieta, bilbaíno de la entonces Anteiglesia de Begoña, y Luis Arana, también bilbaíno pero nacido en Barcelona fruto de un “patinazo” de su padre en su época estudiantil.

Ambos empezaron haciendo sus pinitos en el ciclismo, despuntando en algunas carreras, pero la fiebre que se vivía a comienzos del siglo pasado en lo relativo a deporte de motor les alcanzó de lleno, de modo que cuando el dinámico Club Deportivo de Bilbao del que eran socios empezó a organizar carreras motorísticas, destacaron de inmediato.

En Noviembre de 1911 se celebraba en Bilbao la primera carrera de motos oficial de Bizkaia y de todo el estado. Aún no existían circuitos, de modo que la carrera, de Bilbao a Plentzia y vuelta, con un recorrido total de 100 kms., transitaba por polvorientas y bacheadas carreteras sin asfaltar.

Todo esto con unas motos que todavía se parecían mucho a las bicicletas de las que derivaban, con grandes y estrechas ruedas, una rústica suspensión delantera por paralelogramo, frenos de bicicleta, una o dos velocidades y transmisión por correas de cuero. Gana Pedro Sorriguieta empleando 1hora.48m y 42s. a lomos de una Alcyon de 2HP.

Sorriguieta y Arana se ven las caras en sucesivas pruebas, como la Carrera de Deusto de 1912, en la cual a Luis Arana, tras marcar una vuelta rápida a una media de 63km/h , se le incendia la moto al repostar por culpa de una colilla, y que gana Pedro Sorriguieta sobre una Triumph.

En 1913 la Carrera Internacional Bilbao-San Sebastián-Bilbao es anunciada a bombo y platillo, y acude lo mejor del motociclismo británico.

Se consigue la colaboración de los alcaldes de las localidades por las que pasa, de foma que tengan controlado el ganado y los perros y garanticen el orden. En ésta ocasión es el piloto británico Frank Applebee quien se lleva la victoria a lomos de una rapidísima Scott bicilíndrica de dos tiempos refrigerada por agua, la máquina que había ganado el Senior TT de la isla de Man de principio a fin los años 1912 y 1913, quedando Sorriguieta segundo con una Triumph, suponiendo un tremendo mérito para los pilotos locales.

En 1913 se celebraría también la primera carrera del Campeonato de España nuevamente Bilbao-San Sebastián-Bilbao, ganada por Isidro Gros y en la que Sorriguieta abandonaría por caída. Fue sin embargo Luis Arana quien se haría vencedor de la Subida a Igueldo en las categorías de 350cc y 500cc, ambas con máquina Douglas, el mes de Octubre de ese mismo año. Al año siguiente vencería en el circuito Bilbao-Munguía-Bilbao.

Llega así el año 1914, y nuestros ases deciden unir fuerzas para medirse con lo mejor del motociclismo mundial en la carrera por excelencia, el Tourist Trophy de la Isla de Man.

Esta ya por entonces mítica prueba se venía celebrando desde 1907, y había incluído en su recorrido el circuito de montaña en 1911. Suponía el reto máximo para máquinas y pilotos, en sus dos categorías, Junior TT hasta 350cc y Senior TT hasta 500cc. En aquella época las marcas británicas dominaban el mercado, y ya teníamos en liza las Norton, Ariel, Royal Enfield, Triumph, Scott, Douglas, Rudge, y BSA entre otras, marcas que irían aumentando su prestigio durante décadas. Y si de prestigio se trataba, no lo había mayor que vencer en el TT.

Arana no conocía el circuito y se presentó cuatro días antes de la carrera, con el tiempo preciso para los entrenamientos. Tuvo que dar seis vueltas reglamentarias para tomar la salida.

La intensa lluvia y niebla no permitía ver con claridad a diez metros.

La carrera redujo a cinco vueltas y la línea de salida se trasladó a la parte superior de Bray Hill. Arana empezó corriendo sin convicción, convencido de que hacía el ridículo. Pero al parar en el box para repostar gasolina, los mecánicos de la Douglas le dijeron que iba muy bien. Iba el tercero en la tercera vuelta superando a otros pilotos de la casa.

En la cuarta vuelta tuvo problemas con las bujías, y en la última vuelta apretando para recuperar el terreno perdido, entró en un viraje demasiado rápido y cayó .Se rompieron los balancines de las válvulas de uno de los cilindros del motor. Terminó la prueba con un solo cilindro.

Pedro Sorriguieta se presenta al Junior TT con la NUT con la que ya se había fogueado en Bilbao. Esta marca había sido casi una desconocida hasta que su creador, Hugh Mason, consigue una victoria con ella en el Junior TT de 1913. En el TT de 1914 se hace obligatorio al casco, y gracias a él Sorriguieta sufre una caída sin consecuencias. El cambio de su NUT le da problemas, además tiene un reventón, y no consigue pasar del puesto 11, siendo no obstante el primero del equipo NUT, lo que le vale el reconocimiento del director de la marca.

En el telegrama enviado a su familia Pedro Sorriguieta decía: "Rotos los cambios y con un reventón, he llegado el primero de mi equipo y me he clasificado en el octavo puesto de la general.

Luis Arana, en un cablegrama enviado al periódico Euzkadi, dice así: Iba el tercero en la última vuelta, una caida ocasionada por un choque con otro corredor inutiliza mi moto y llego en el puesto quince.

Los dos pilotos demostraron que tenían las cualidades de los grandes campeones. La casa Douglas incluso ofreció a Luis Arana un contrato a condición de residir en suelo británico, que finalmente rechazó.

Sorriguieta y Arana seguirían midiendo fuerzas en años sucesivos en diversas pruebas. Luis Arana siguió vinculado posteriormente al mundo del motor en Bilbao como empresario hasta su fallecimiento en 1968.

Pedro Sorriguieta presenta en 1915 un nuevo diseño de motor de cilindros horizontales que le vale un reconocimiento, y marcha a Barcelona, meca del mundo del motor en aquella época. Se le pierde la pista tras serle concedida una patente en 1946.

Sólo 22 pilotos españoles han corrido en el circuito de La Isla (23 si incluimos al bilbaíno de origen británico George Frank). La casualidad y fatalidad quiso que otro bilbaíno de adopción, Santi Herrero, fuese el último que corrió con licencia de la Federación Española, la cual ha negado desde entonces la licencia para el TT.

Nuestro homenaje recordará a los pioneros, los bravos pilotos Luis Arana y Pedro Sorriguieta.

Todos los detalles sobre el palmarés de éstos y otros pilotos de la época podéis encontrarlos en el fantástico blog de Cesar Estornes, con cuyo permiso hemos extraído mucha información.

http://memoriasclubdeportivodebilbao.blogspot.com.es/