Homenaje a Elicesio Sabugo, el último héroe de una época dorada

Post date: Jan 2, 2015 11:58:07 PM

El pasado día 28 de Diciembre amaneció frío y lluvioso en Bilbao. Eso no fué obstáculo para que en la Plaza del Sagrado Corazón, un grupo de amigos de Motoclásica Bizkaia nos reuniéramos con un objetivo: dar una sorpresa, que no inocentada, al viejo maestro Eli Sabugo.

Eli, como ya leeríais en una crónica anterior, tuvo el detalle de hacernos llegar unos calendarios y unas poesías dedicadas a los amigos del club. Nosotros queríamos corresponderle acudiendo a su querido refugio, "La Luna", ese delicioso local repleto de recuerdos que el maestro ha ido atesorando durante toda una vida.

El amigo Julián incluso quiso acercar en la furgoneta una vieja motocicleta de los años '40, que pese a haber recorrido las 5000 curvas de Colombres, esa mañana en última instancia se negó a arrancar. Fue la única que no quiso acudir a la cita.

La lluvia obligaba a desplazarse "enlatados", así que allí nos plantamos una tropa de 16 personas, en las que no faltaban los hermanos Mendivil ni su gran amigo Aquilino, otro testigo de esa época heróica de la década de los '50 del siglo pasado, cuando en Bilbao y Bizkaia se celebraban multitud de pruebas de velocidad, subidas, e incluso las pruebas de la Semana Internacional, con participación de destacadas figuras extranjeras. También se celebraron las únicas tres únicas ediciones de la carrera de resistencia "2000 kilómetros Lube", que Amán ganó en 1959. Elicesio y su hermano Amán destacaron y vencieron en muchas de esas pruebas, a lomos de las primeras Montesas, MV y Lube.

La preciosa foto de los hermanos Sabugo que publicaba recientemente la revista Motociclismo Clásico, corresponde a la salida en Deusto de la prueba de 125cc del IV Gran Premio Internacional de 1953, celebrada el 30 de Agosto de ese año. Elicesio, a lomos de una Montesa con el dorsal 52.

Volviendo al homenaje, allí mismo organizamos un improvisado piscolabis, durante el cual Agustín hizo entrega a Eli en nombre del club de unos obsequios, e hizo lectura de una emotiva dedicatoria que todos los presentes suscribimos y firmamos. El momento fué casi mágico ya que hasta las nubes cedieron y dieron paso a un precioso mediodía soleado.

Aprovechando el sol, nos animamos a sacar a la calle la vieja Lube 125 para posar todos juntos con ella y el viejo maestro. Tras un buen rato de animada charla y de pedir explicaciones sobre algunos de los tesoros de "La Luna", concluimos la visita con unos brindis con cava con los mejores deseos para el nuevo año.

Amigo Eli, esperamos repetir visita a ese lugar mágico, y que nos sigas explicando exprimíais al máximo y ganabais carreras con aquellas frágiles máquinas. Ha sido un placer y un honor disfrutar contigo de este sencillo pero emotivo homenaje.