COMENTARIO CRÍTICO DE TEXTOS

En este apartado encontraréis las pautas para realizar un comentario de textos de opinión.

Debajo de la imagen tenéis la teoría y un artículos que vamos a comentar en clase.

Además, pinchando AQUÍ ,podéis leer la opinión publicada en El país acerca de la posesión de armas en EEUU, uno de los temas polémicos que están de actualidad.

¡No olvidéis recortar o imprimir noticias y artículos de opinión para tener argumentos en vuestros comentarios!

Imagen dedo toca periódico

La elaboración de un comentario de texto es una labor compleja que debemos realizar en dos fases, ambas igualmente importantes:

1. Lectura y comprensión del texto, que nos proporcionará unos conocimientos y unos datos, lo más completos posible, sobre su tipología, contenido, organización interna y registro idiomático.

2. Redacción del comentario, con la elaboración de los materiales obtenidos en una exposición ordenada, coherente y completa.

1. TÉCNICAS DE LECTURA Y COMPRENSIÓN DEL TEXTO

Ya las hemos trabajado en el resumen:

1. Primera lectura: comprensión del léxico

2. Segunda lectura: subrayado

3. Tercera lectura: anotación del texto

4. Comprensión del texto

2. LA ELABORACIÓN DEL COMENTARIO

El comentario tiene dos apartados diferentes. La extensión total (sumando ambas partes) debe ser de una cara, aproximadamente.

A.- El resumen

Se hará siguiendo las pautas del tema del resumen

B.- El comentario crítico

Si el resumen constituye una fase de síntesis, el comentario es una fase de análisis que consiste en elaborar otro texto completo y cerrado cuyo asunto principal sea la opinión justificada acerca del contenido del texto inicial. Comentar es presentar de forma organizada y coherente la reacción personal a su contenido, la respuesta que su lectura nos provoca. No se trata de un comentario lingüístico, ni gramatical ni sintáctico; tampoco se trata de un comentario estilístico o literario. SE TRATA EXCLUSIVAMENTE DE UN COMENTARIO SOBRE EL CONTENIDO DEL TEXTO.

Por lo tanto, para realizar un comentario crítico no es necesaria una preparación especial, solo tener claras las ideas y expresar nuestra opinión, valiéndonos de nuestra experiencia personal acerca de lo que leemos.

Los defectos del comentario crítico que debemos evitar son:

§ Atender o desarrollar asuntos periféricos, secundarios (comentario mal centrado).

§ Olvidar el contenido nuclear, es decir, central del texto.

§ Repetir con las mismas palabras o con otras palabras las ideas del texto.

§ No justificar las valoraciones que se hagan.

§ Convertir el comentario en un nuevo resumen o en una simple paráfrasis.

§ Construir un texto a base de ideas inconexas.

§ Hay que evitar muletillas y latiguillos (o sea, bueno, de alguna manera...), las frases de relleno, las expresiones grandilocuentes que no dicen nada (texto maravillosamente escrito, ideas geniales...).

LAS PARTES DEL COMENTARIO

Para que el comentario tenga una correcta construcción deberá tener una organización adecuada, que se percibirá por los párrafos.

1. Introducción.

En el primer párrafo citaremos brevemente la idea principal, presentaremos el texto, el tema del que habla y los datos de publicación /edición (medio de comunicación, fecha...).

2.- El comentario explicativo (explicación, deducción, relación)

El objetivo de esta fase es exponer la postura del autor, sus ideas. Se expondrá cuál es la información básica que contiene, utilizando expresiones subjetivas sobre lo que crees que quiere decir el autor y desde qué perspectiva lo hace (irónica, agresiva, humorística, adoctrinadora…).

3. -El comentario personal (apreciación)

En esta fase debemos emitir un juicio crítico sobre el texto y, por tanto, esta parte es la más personal, pues ha de constituir la respuesta razonada que el texto provoca en nosotros.

Sólo cuando hayas comprendido profundamente el texto estarás en condiciones de redactar el comentario personal, ya que para ello deberás tener clara tu postura sobre lo que dice el autor. La crítica que realices puede ser convergente o divergente, dependiendo de si estamos de acuerdo o no con el punto de vista del autor:

· Si se asumen los planteamientos del autor (crítica convergente), debemos aportar conocimientos y experiencias propias (nuevos ejemplos, otros datos, comparaciones distintas, etc.) para reforzar la postura mantenida en el texto. El comentario de ideas no puede reducirse, en este caso, a una mera repetición de lo que se ha leído: si no se presentan ideas nuevas no se muestran ni solidez ni madurez.

· Si se discrepa de las ideas del autor (crítica divergente), tampoco basta con decir “estoy en desacuerdo…”. Debe hacerse frente a la postura mantenida en el texto con argumentos, informaciones y razonamientos nuevos. Y son varios los aspectos a los que pueden ir dirigidas nuestras críticas: a la descripción de los hechos que el autor hace y a la validez de sus datos, así como a la valoración que él hace de ellos, es decir, cómo los selecciona e interpreta.

Ojo, no son válidos los argumentos que se basan en la crítica irracional (por ejemplo “porque lo digo yo, porque sí…”), en falsedades, en descalificaciones gratuitas, en insultos, etc.

4. La conclusión

Una vez completadas las fases anteriores, debemos redactar una última parte (más breve) que cierre el comentario de forma adecuada. Ésta constituirá una síntesis que integre lo más destacado del comentario que hemos realizado, refiriéndonos tanto a lo que el autor transmite en su texto como a la opinión que nosotros hemos expresado.

3. LA PRESENTACIÓN DEL COMENTARIO

Para conseguir un buen comentario no debemos olvidar las propiedades que todo texto debe tener para que sea considerado como tal: adecuación, coherencia, cohesión. Además, el texto debe respetar una serie de normas de CORRECCIÓN:

El texto ha de estar correctamente escrito, respetando la ortografía de la palabra, oración y discurso, y poniendo en práctica principios básicos de la composición del texto escrito:

1. Recursos gráficos y tipográficos: se deben respetar los márgenes y la sangría de los párrafos; usar los títulos para destacar los distintos epígrafes (mayúsculas, subrayados…); por supuesto, se debe cuidar la caligrafía (letra legible, tamaño razonable de la letra, separación entre palabras, ausencia de abreviaturas y números…).

2. Ortografía de la oración y del discurso: se deben respetar las normas de ortografía (ojo a las tildes) y las normas de puntuación (no es lo mismo un punto y seguido que un punto y aparte, las citas textuales se deben entrecomillar, etc…).

EJEMPLO DE COMENTARIO

EJERCICIOS DE RETÓRICA

Vaya usted a la cocina de su casa, reúna un paquete de arroz, otros de harina, una bolas de sal, una tarrina de mantequilla y una botella de leche. Observe durante un rato el conjunto y considere que ese torpe aliño alimentario sería un tesoro ahora mismo en Rusia, por ejemplo. Pero si a usted le da pereza reunir tantas cosas, abrir tantos armarios, ir de aquí para allá, tome de la nevera una botella de agua mineral e imagina la riqueza que su posesión significaría en algunos lugares de África. Resulta fácil pensarlo, pero comprenderlo es más arduo. Digamos la verdad: no hay manera de entenderlo, del mismo modo que no se puede concebir que las 225 personas más ricas del mundo posean tanta riqueza como el 47% del resto de la humanidad. Busque usted otro modo de expresarlo, si tiene la suerte de saber matemáticas, llegará en cualquier caso a la conclusión de que, se mire por donde se mire, el asunto es más bien salvaje. Tanto prevenirnos en la escuela de la ley de la selva y no era más que eso: que unos pocos vivan muy bien a costa de muchísimos que lo pasan fatal.

Lo toleramos porque no lo comprendemos. ¿Cómo explicar, si no, que haya policías que por un sueldo modesto defiendan un orden semejante? Y cuando hablo de policías me refiero también a los jueces y a los alcaldes y a los coroneles, y a los peritos industriales, por no mencionar a los creativos de publicidad y a los poetas de la experiencia. No se amontonen: también me incluyo yo. Si un servidor hubiera entendido de verdad lo que significa reunir sin esfuerzo, sobre la encimera, en cuestión de segundos, la riqueza mencionada al principio de este artículo, ya habría saltado por la ventan o me habría metido en la boca el tubo de gas.

Pero aquí estoy, ya ven, haciendo ejercicios de retórica con el arroz y la sal, la mantequilla y el aceite que no tienen en Rusia. Decía mi madre que con las cosas de comer no se juega, pero estaba equivocada la pobre, como en tantas otras cosas. Si con algo hemos acabado jugando es con las cosas de comer. El mundo es un Palé o un Monopoly, o quizá un Monopalé. Lo mejor, para ganar, es no entender sus reglas. El mundo va bien.

Juan José Millás. Articuentos

COMENTARIO 1

“Ejercicios de retórica” es uno de los artículos de opinión recogidos en el volumen titulado Articuentos. Se trata de un género personal que J.J. Millás, conocido articulista y novelista, definió como «crónicas del surrealismo cotidiano dosificadas en perlas»

El autor critica en este texto un mundo organizado de tal manera que para que unos pocos vivan bien la mayoría tiene que vivir en la miseria. Considera que un mundo así es injusto, salvaje y tan difícil de entender que sólo desde la incomprensión puede explicarse que casi todos los habitantes del mundo rico acepten y defiendan esta situación. Aunque esta última afirmación podría considerarse irónica, quizá lo entienden muy bien y callan porque les interesa. Las ideas que contiene el texto no son nada nuevo: las cifras que cita están en cualquier estadística al alcance de todos. Por eso el autor nos pide un pequeño esfuerzo de imaginación, quiere que experimentemos esa situación de forma concreta sacando de la nevera ese litro de leche que a nosotros nos parece casi sin valor y sin embargo es un tesoro para millones de seres humanos.

El problema es que una vez que hemos hecho eso, que nos hemos sentido culpables y corresponsables de las injusticias del mundo no sabemos qué más podemos hacer, ¿una revolución? ¿apuntarnos a una ONG? ¿hacernos misioneros/as? ¿O, como dice el autor con ironía, “meternos en la boca el tubo de gas”? La respuesta la tiene que buscar cada uno. Posiblemente todas nos sirven a nosotros para tranquilizar nuestra conciencia y ninguna sea demasiado útil para solucionar los graves problemas del mundo.

En cualquier caso, de una cosa podemos estar seguros: el mundo no va bien, va muy mal. Hasta que no hagamos un examen de conciencia global no acabaremos con las desigualdades que nos han llevado a este sistema injusto para la mayoría.

COMENTARIO 2. OTRA PROPUESTA

“Ejercicios de retórica” es uno de los artículos de opinión recogidos en el volumen titulado Articuentos. Se trata de un género personal que J.J. Millás, conocido articulista y novelista, definió como «crónicas del surrealismo cotidiano dosificadas en perlas»

El autor critica en este texto un mundo organizado de tal manera que para que unos pocos vivan bien la mayoría tiene que vivir en la miseria. Considera que un mundo así es injusto, salvaje y tan difícil de entender que sólo desde la incomprensión puede explicarse que casi todos los habitantes del mundo rico acepten y defiendan esta situación. Aunque esta última afirmación podría considerarse irónica, quizá lo entienden muy bien y callan porque les interesa. Las ideas que contiene el texto no son nada nuevo: las cifras que cita están en cualquier estadística al alcance de todos. Por eso el autor nos pide un pequeño esfuerzo de imaginación, quiere que experimentemos esa situación de forma concreta sacando de la nevera ese litro de leche que a nosotros nos parece casi sin valor y sin embargo es un tesoro para millones de seres humanos.

Es una idea constantemente repetida: el mundo es injusto, la riqueza está muy mal repartida, unos tienen mucho, otros nada... Bueno, ya está bien, nos lo dice la Iglesia, las ONG, los revolucionarios bienintencionados. Pero yo creo que el mundo siempre ha sido así: siempre ha habido ricos y pobres, esclavos y señores... Mucha gente ha querido cambiarlo y no parece que se haya avanzado mucho, así que en mi opinión lo mejor es no preocuparse demasiado, sobre todo, si, como es nuestro caso, nos ha tocado vivir en el lado bueno.

Bien está que nos preocupemos por no esquilmar demasiado la Naturaleza, que colaboremos con alguna ONG, con las Misiones de alguna iglesia, que demos la ropa o los libros que nos sobran para ser enviados al tercer mundo; pero aparte de eso, ya tenemos bastantes problemas para sobrevivir en este mundo nuestro con un poco de dignidad, como para tener que sentirnos culpables de una situación que ya existía desde mucho antes de nosotros naciéramos.

Así que, señor Millás, su artículo está muy bien pero ahora mismo hay otro problema mundial que ha superado al de la injusticia social, la pandemia mundial que, por desgracia, nos ha igualado y ha desviado la atención hacia el único tema que de verdad importa: la salud.