Situación lingüística de España

La Constitución establece en su artículo 3.º que el castellano es la lengua española oficial del Estado y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Es una lengua romance (proviene del latín) y se escribió por primera vez en las Glosas emilianenses y silenses (s. X). Se empezó a difundir por el mundo a partir del siglo XVI. En el siglo XVIII se creó la Real Academia Española de la Lengua para preservar su pureza.

En la actualidad, es el idioma oficial de una veintena de países del mundo (la mayoría en América Central y del Sur) y una de las tres lenguas que habitualmente se consideran oficiales y de trabajo en múltiples organismos internacionales. Estados Unidos, con sus algo más de 35 millones de hispanos, es la quinta nación del mundo en número de hablantes de español, tras México, España, Colombia y Argentina.

El castellano tiene diversas variedades dialectales: variantes septentrionales (del Norte) y variantes meridionales (del Sur): extremeño, andaluz, murciano y canario. Estas últimas comparten rasgos con las variantes del español de América, ya que la mayoría de los colonizadores partieron de Andalucía y Canarias.

Las demás lenguas españolas serán también oficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos:

·       en el Estatuto del País Vasco, el euskera. Es la única lengua del Estado que no proviene del latín, su origen es motivo de controversia.

·       en Cataluña, el catalán y el aranés. Las primeras manifestaciones escritas del catalán datan del siglo XII.

·       en Galicia, el gallego.

·       en la Comunidad Valenciana, el valenciano, lengua similar al catalán, aunque tiene algunos rasgos propios.

·       en Navarra, el euskera en la zona geográfica del Norte de la comunidad.

·       en Illes Balears, el catalán o mallorquín, con unos rasgos similares a los del catalán oriental.

Los dialectos históricos del latín (asturleonés y navarroaragonés) han dado lugar a las modalidades lingüísticas que se hablan en Asturias (asturiano o bable) y Aragón (fabla). Estos no son oficiales, pero gozan de una especial protección.

En el siglo XIX se produjo un movimiento de recuperación de las lenguas veránculas, la RenaixenÇa. La Constitución establece que las distintas modalidades lingüísticas de España constituyen una riqueza y un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.


CVC. Cartografía del español en el mundo

Francisco Moreno Fernández y Jaime Otero Roth