Exposición Carlos Coronas

La visita a la muestra "Lampyridae" ha ayudado a los alumnos de 1º B a entender los recursos literarios a través de otras disciplinas artísticas. En el archivo inferior, veréis el trabajo de Hugo y Martín. Además, Carlota ha encontrado la inspiración en los colores y las luces de las figuras fluorescentes para escribir este sugerente poema:

Quema el rojo.

Quema mis ojos

y daña mi piel

con brutalidad.

Congela,

el azul congela

mi piel.

Se pone tersa

y poco a poco

se desgarra.


Mi alma blanca

va desapareciendo

hasta que nadie

la recuerde.

Qué tengo que hacer

para que me recuerden

sin tener que volver

a la tierra

que me castigó

con mi muerte

y mi olvido.

Carlos Coronas: "Mis esculturas son luciérnagas tecnológicas"

Carlos Coronas presenta Lampyridae, una instalación artística elaborada mediante grandes estructuras poligonales complejas cuyas formas simulan organismos sobre las que se sustentan tubos de luz de color (fundamentalmente tubos fluorescentes) que cambian su intensidad lumínica mediante sistemas electrónicos que generan la sensación de las cadencias de respiración de los organismos vivos.

Las obras, construidas sobre base de madera, establecen una composición que ordena el espacio arquitectónico y ofrece variados puntos de vista y situaciones lumínicas diversas que interaccionan entre sí y modifican sensorialmente la arquitectura del lugar donde.

Cada pieza tiene su propia luz, que cambia de intensidad y color y se proyecta sobre el suelo y las paredes del espacio que las acoge, creando un juego de infinitos, de diferentes atmósferas al ritmo de las respiraciones de cada una de las estructuras que conforman la instalación. La luz (verdadera protagonista de la obra de Carlos Coronas) es el elemento que envuelve y conecta cada escultura y al conjunto de todas ellas con muros, techos, suelos y vanos. La luz no aparece como atributo de las esculturas o dispositivo para iluminar, sino como el producto mismo del trabajo de creación, un fluido o emisión que vincula objetos y espacios, que lo transforma todo y revela la habitabilidad de un espacio por definición inhabitable.

Los tubos de neón y los fluorescentes, tanto blancos como de colores constituyen, pues, su principal material de trabajo, más espiritual que físico, con el que logra la unión entre las cualidades meramente formales y la espiritualidad de la obra, nos seduce y reclama nuestra atención, como una luciérnaga con sus destellos.