Fecha de publicación: 11-feb-2013 16:37:26
Eres como una flauta por la que suenan las músicas del universo, de la vida en sus múltiples notas, compases, sinfonías.
Tal vez tu misión no sea la de ser músico, no te empecines tanto por componer “tu” belleza, “tus” armonías, “tus” melodías. Tal vez tu misión sea más sencilla, simple y humilde, aunque no por ello menos importante.
Es posible que tu misión sea la de mantener limpia y afinada tu flauta, libre de obstáculos que permita la circulación de la energía del universo a través de ti, sin distorsiones.
Tu flauta es tu cuerpo, tus energías, tus emociones, tus pensamientos. Si mantienes limpia y descontaminada las diferentes partes de tu flauta serás la expresión perfecta de cada momento.
La flauta energética se mantiene limpia cuando nos sabemos plenos, capaces, con poder de actuación, a través de sus expresiones yin-yang, que son el dar y el recibir, lejos del imponer y el quitar, usando la conexión con la madre tierra y sus seres.
La flauta emocional se mantiene limpia cuando vivimos la paz del desapego, cuando transmutamos el miedo y el deseo, lejos de no sentir nada, nos hallamos completos de amor, nos sentimos próximos a todo ser.
Y, finalmente, la flauta mental se limpia eliminando las nubes, las obsesiones, los intereses personales. El cielo es la mente, las nubes son los pensamientos. Un cielo sin nubes es una mente libre de pensamientos, pero no de conciencia, percibir sin pensar, simplemente saber. Éste es, tal vez, el elemento más difícil de limpiar, aunque bien es verdad, que si ya hemos limpiado los elementos anteriores, resultará más fácil.
De esta manera irradiarás música, belleza, armonía, de la que, humildemente, no te reconocerás como el compositor, sino el instrumento; simplemente disfrutarás observando lo que sucede a través de ti.