1910:1940

Seis

Por Jaime Bofill Calero, PhD 

Seis 1910

Bajo el nuevo régimen estadounidense el seis y otros bailes jíbaros se convierten en símbolos de una cultura hispana que hay que proteger ante la embestida desenfrenada de la americanización.  Así recuerda Manuel Fernández Juncos  al “El seis enojao”  (o seis bombeao) como un baile en el cual se suspende la música para que las parejas se intercambian coplas o bombas jocosas.

 El autor, en su artículo titulado el “seis enojao” de 1922, se lamenta que cada vez más se vaya perdiendo esta costumbre en los campos de Puerto Rico.  A pesar de la preocupación de intelectuales criollos como Fernández Juncos, el seis muestra señales de adaptabilidad ante los tiempos modernos.  Una de las coreografías que sigue gozando de popularidad durante principios del siglo XX es el seis chorreao, el cual aparece en las primeras grabaciones de música jíbara hechas por orquestas de salón.  Entre  estas agrupaciones mas populares se encuentran la Orquesta Cocolía (1910), la Orquesta Andino (1910) y la Orquesta Tizol (1917), las cuales incluyen entre su repertorio el “seis de andino”, (inspirada en el seis chorreao), y  la Orquesta Euterpe (1927) con un seis zapateado. 

El seis como baile de salón generalmente se utilizaba para terminar la fiesta.  Entre los jíbaros, sin embargo, la costumbre de bailar el seis se va perdiendo a lo largo del siglo XX.  A pesar de esto el seis logra continuidad como género musical y medio vocal para cantar décimas.  Conjuntos típicos como Gracia López y H. Santoni (1909); y Parilla y Carillo (1910) graban un variedad de seises: seis mampelle (sic), seis mariandá, seis de Puerto Rico y seis corrido, la mayoría cantados en décimas, y muestra de la incipiente diversificación del género.  Durante las primeras décadas del siglo XX, cuatristas como Joaquín Rivera y Heriberto Torres ya muestran indicios en sus grabaciones de las influencias que esta recibiendo la música jíbara de géneros populares como el jazz, el blues y ritmos caribeños.  Ambos interpretes, a pesar de ser “jíbaros”, eran experimentados en el ragtime, fox trots, guarachas, danzas, mazurcas, y boleros.

A la misma vez, las grabaciones etnográficas de John Alden Mason y sus estudios sobre folklore en Puerto Rico de 1914-15 reflejan el gran arraigo de la décima en los campos de Puerto Rico como tradición cantada.  Entre sus grabaciones aunque se registra escasamente el seis, si encontramos una gran cantidad de décimas cantadas a capella o acompañadas de conjuntos pequeños donde claramente se reconoce la forma melódica y armónica del seis.  Es sorprendente, que además aparecen registrados entre la colección de Mason: cadenas, caballos, y seguidillas como antiguos vestigios del baile de garabato decimonónico. 

Instrumentación

Mayormente instrumentos de cuerda (cordófonos) como el cuatro, el tiple, la bordonúa (similar en registro a la guitarra), y la vihuela; (idiófonos) maracas, güiro (carracho, calabazo) y sonajeros. Instrumentos como el acordeón (aerófono) y la marimbula son menos comunes pero también forman parte del conjunto típico.

Compositores, intérpretes e instrumentistas:

Ejemplos representativos:

Seis 1940

La década del 40 fue un periodo significativo para el desarrollo comercial de la música típica.  A principios de la década de los 40, Ladislao Martínez forma el Conjunto Típico Ladí,  grupo que sentó las pautas en cuanto a la instrumentación (cuatro, guitarra y güiro), estilo y repertorio de la música jíbara para futuras generaciones de intérpretes de este folklore. 

Cantantes de la talla de Chuito “El de Bayamón”, Ramito “El Cantor de la montañas” y Ernestina Reyes “La Calandria” inician sus carreras con el conjunto de Ladí, mediante programas radiales y grabaciones.  El seis como género logra una mayor diversificación gracias a estos artistas. Variantes como seis milonga, seis con décimas, seis llanera, seis mapeyé y seis fajardeño forman parte de sus producciones discográfícas. Inclusive los cantante típicos se identifican y se apropian de ciertos estilos de seis.  Entre estos Chuito el de Bayamón quien logra varios de sus éxitos como “La vieja voladora” y “El día de los sorullos” al estilo del seis villarán, y La Calandria muy reconocida por sus controversias (seis de controversia), muchas de ellas como “Un jibaro en Nueva York” (1947) grabadas con el mismo Chuito. 

La mayor parte de la música jíbara se graba en la ciudad de New York, bajo los sellos disqueros como la Victor, Columbia, Brunswick, Okeh y la Ansonia los cuales se interesan en mercadearla a una población puertorriqueña e hispana que aumenta considerablemente después de la segunda guerra mundial.  La década de los cuarenta sirve, ademas, como antesala a la época dorada de la música jíbara durante la década de 1950, periodo este último muy productivo y experimental en cuanto al género del seis.  Varios estilos de seis reflejan la adaptabilidad de un género antiguo a los tiempos modernos, entre estos: seis tango, seis mambo, seis montuno, seis guaguancó, seis pachanga, seis sucu sucu, seis chacarera, seis bolero.  

Las grabaciones etnográficas de Richard Waterman de 1946, por otra parte, permiten una mirada más “autentica” al folklore campesino de Puerto Rico.  Entre las grabaciones de Waterman encontramos un seis con décimas  dedicado a “Fanklin Delano Roosevelt” y un seis villarán interpretados por amateurs; señal de que aun en Puerto Rico el seis se mantenía como una tradición viva entre “los jíbaros”.  El seis con décimas dedicado a Franklin Delano Roosevelt es muestra de un texto probablemente de los 30’s transmitido de generación a generación, como tradición oral,  mientras que el seis villarán aparenta ser una reinterpretación de décimas del afamado trovador Chuito, el de Cayey, artista quien alcanzó cierta popularidad grabando con el maestro Ladí durante la década del 40.  Queda demostrado en las grabaciones etnográficas de Watermen la influencia del ámbito comercial en la tradición oral de la música jíbara. 

Instrumentación:

El conjunto típico en la música jíbara está compuesto de guitarra, cuatro, güiro y bongó.  Históricamente también se utilizaron otros instrumentos para tocar el seis al igual que otros géneros de la música jibara.  Entre los instrumentos de cuerda (cordofonos) podemos mencionar el tiple y sus variantes (tiple doliente, tiple requinto, tiplón), la bordonúa (similar en registro a la guitarra), y la vihuela, como también el acordeón (aerofono) y la marimbula (idiofono)

Fuente:Delano, Jack, photographer. Corozal, Puerto Rico vicinity. Musician in the orchestra which furnished the music for dancing at the tenant purchase celebration. He is playing a "cuatro," a four-stringed guitar. Corozal Corozal Municipality Corozal. Puerto Rico, 1941. Dec. Photograph. https://www.loc.gov/item/2017797206/.

Compositores, intérpretes e instrumentistas:

Controversia Jesus Sanchez Erazo (#4inmydreamteam) Ernestina Reyes (#5inmydreamteam) By Omar.mp4

Controversia, Ernestina Reyes, "La Calandria" y a Jesús Sánchez Erazo, "Chuito el de Bayamon". Se encuentran ademas,  Felipe Goyco, "Don Felo" (guitarra) y Toribio (Guiro), Ramito y a Maso Rivera. En el cuatro tenemos a Francisco "Pancho" Ortiz

Ejemplos representativos:

ME QUEDO EN PUERTO RICO.wmv musica de maso rivera, canta Ramito - 5353171680969819.mp3

Seis con décimas:  Ramito con Maso Rivera “Yo me quedo en Puerto Rico”

Seis fajardeño

Garata Matrimonial, Grupo Industrias Nativas, canta:  Anatalia Rivera y Jesús Sánchez (Chuito) (1937)

Strachwitz Frontera Collection of Mexican and Mexican American Recordings