1940

Santa Maria, Rafael Tufiño (1954)

Formato original: 1 grabado : byn ; 32 x 60 cm, del portafolio Plenas, con núm. de clasificación 780.972, H,

Colección Puertorriqueña del Sistema de Bibliotecas, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

Identificador del recurso: http://136.145.174.31/u?/Grab-Plena,33

01-Las Fiestas de Santiago Apóstol en Loíza Aldea.mp3

Fragmento de plena extraido del documental, Las fiestas de Santiago Apostol de Loiza Aldea (1949) dirigido por Ricardo Alegria para el Instituto de Cultura Puertorriquena.

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Plena De Sociedad, Augusto Coen y su Orquesta. Canta Monchito Navedo, Seeco

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Plena 1940

Por Emanuel Dufrasne Gonzalez, PhD.

A partir de 1940 Rafael Muñoz y su orquesta grabó la plena Santa María. No hay que dudar que ya esa plena era parte del repertorio de la orquesta antes de grabarla. Manuel Jiménez Otero continuó sus actividades musicales hasta su muerte décadas después. Sin embargo, la plena continuó viva porque la cultivaban músicos que no llegaron a grabar discos comerciales. Continuó como música realmente popular. Algunos estudiosos prefieren denominar a este repertorio como música folklórica.

No fue hasta principios de la década de 1950 que la plena otro impulso comercial cuando César Concepción y su orquesta, con sus arreglistas, concibieron la plena moderna, con su forma expandida y su sección instrumental en tiempo de mambo. Alrededor de 1954 fue que Ángel Lito Peña formó la muy influyente Orquesta Panamericana. Rafael Cortijo y su Combo se consolidó. Ambas agrupaciones grabaron plenas que fueron éxitos disqueros muy influyentes hasta nuestros días.

La plena se interpreta a veces con la instrumentación propia de los seises, aguinaldos, danzas, mazurcas o guarachas: se emplean el güiro, cuatro puertorriqueño, guitarra, cantante (y a veces el bongó). Los conjuntos que interpretaban ese tipo de repertorio también incluyó a la plena. Flor Morales Ramos (Ramito) es un buen ejemplo de este tipo de interpretación plenera. Otra agrupación que estuvo activa hasta la década de 1970 fue conocida como Los Pleneros de Bélgica. Usaban al acordeón diatónico, güiro, varios panderos y las voces masculinas para el coro y del solista. En 1975 los integrantes de esa agrupación eran septagenarios y octogenarios que alternaban plenas con danzas y mazurcas, entre otros géneros.

"La plena continuó viva porque la cultivaban músicos que no llegaron a grabar discos comerciales. Continuó como música realmente popular".