Guaracha

Anuncio del almacén de música de Olimpio Otero, Ponce, Puerto Rico, 1892. Obsérvese la guaracha, La Ponceña, por Juan Morel Campos.

La correspondencia de Puerto Rico. (San Juan, P.R.), 24 May 1892. Chronicling America: Historic American Newspapers. Lib. of Congress. <https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn91099747/1892-05-24/ed-1/seq-3/>

Información General

Por Noralíz Ruíz Caraballo, PhD

Ejemplo representativo:

Title: La Ponceña

Artist: Grupo Flores

Record Label: Brunswick Catalog Number: 41210- Recording Format: 78

Strachwitz Frontera Collection of Mexican and Mexican American Recordings

La guaracha es un género musical bailable que forma parte del cancionero popular puertorriqueño. El género se popularizó en Puerto Rico durante el siglo veinte, específicamente a partir de la década de 1920, período en el que fue ampliamente difundido e incluido en numerosas producciones discográficas. Tiene forma de canción popular con estructura de coro y verso. Está compuesta en compás binario y se caracteriza por su tempo rápido. Consiste de varias secciones en las que se alternan el coro y el verso y puede incluir una sección de improvisación melódica o rítmica para instrumento solista. La lírica de la guaracha es usualmente humorística–sus temas aluden a la realidad y a la vida cotidiana–particularidad que se remonta a sus orígenes en el teatro bufo cubano, en el que predominaba la comedia, la burla y la crítica. La guaracha surgió en Cuba durante el siglo XVIII y se incorporó al repertorio del teatro bufo en el siglo XIX. Durante este período se intentaba "cubanizar" el repertorio del teatro por lo que se introdujo la guaracha y la guajira para sustituir géneros españoles como el villancico y la seguidilla. El intelectual cubano Fernando Ortiz señala que la palabra guaracha se deriva del término huarache (sandalia mexicana) y que su danza pudo haber llegado a Cuba vía México, posiblemente después de haber pasado por España. A principios del siglo veinte, la guaracha ya era un género desarrollado y aceptado por un amplio sector de la sociedad más allá de diferencias étnicas y de clase. Durante la década de 1920, la ciudad de Nueva York fue un importante centro para la grabación y difusión de estilos de baile popular cubano y puertorriqueño.

La guaracha fue uno de los géneros incluidos en las primeras grabaciones comerciales realizadas durante los años 1925 al 1927. En la ciudad ya existía una notable presencia de músicos puertorriqueños, tales como Rafael Hernández, Pedro Flores y Pedro "Piquito" Marcano, quienes estuvieron activos a partir de la década del 1920. Otros compositores e intérpretes puertorriqueños, como Plácido Acevedo, Noro Morales y Bobby Capó, vivieron en algún punto de sus trayectorias en la ciudad de Nueva York donde tuvieron una productiva carrera artística y discográfica. Debido a su inclusión en la emergente industria discográfica, los músicos puertorriqueños en Nueva York fueron responsables del impulso y popularidad de la guaracha en las décadas del 1920 al 1940. El arraigo de la guaracha en la primera mitad del siglo veinte en el quehacer musical de agrupaciones y orquestas de salón, como las de Noro Morales y Augusto Coen, aseguró que el género mantuviera vigencia a lo largo del siglo veinte. La guaracha junto al mambo, la bomba, la rumba y el son, es uno de los estilos musicales que influyó el desarrollo de la salsa durante la década del 1970. Debido a su contagioso ritmo, difusión e inclusión en producciones discográficas, el género ha asegurado su permanencia en el cancionero popular puertorriqueño.

La guaracha es un género musical bailable que forma parte del cancionero popular puertorriqueño. El género se popularizó en Puerto Rico durante el siglo veinte, específicamente a partir de la década de 1920, período en el que fue ampliamente difundido e incluido en numerosas producciones discográficas. Tiene forma de canción popular con estructura de coro y verso. Está compuesta en compás binario y se caracteriza por su tempo rápido. Consiste de varias secciones en las que se alternan el coro y el verso y puede incluir una sección de improvisación melódica o rítmica para instrumento solista. La lírica de la guaracha es usualmente humorística–sus temas aluden a la realidad y a la vida cotidiana–particularidad que se remonta a sus orígenes en el teatro bufo cubano, en el que predominaba la comedia, la burla y la crítica. La guaracha surgió en Cuba durante el siglo XVIII y se incorporó al repertorio del teatro bufo en el siglo XIX. Durante este período se intentaba "cubanizar" el repertorio del teatro por lo que se introdujo la guaracha y la guajira para sustituir géneros españoles como el villancico y la seguidilla. El intelectual cubano Fernando Ortiz señala que la palabra guaracha se deriva del término huarache (sandalia mexicana) y que su danza pudo haber llegado a Cuba vía México, posiblemente después de haber pasado por España. A principios del siglo veinte, la guaracha ya era un género desarrollado y aceptado por un amplio sector de la sociedad más allá de diferencias étnicas y de clase. Durante la década de 1920, la ciudad de Nueva York fue un importante centro para la grabación y difusión de estilos de baile popular cubano y puertorriqueño.

La guaracha fue uno de los géneros incluidos en las primeras grabaciones comerciales realizadas durante los años 1925 al 1927. En la ciudad ya existía una notable presencia de músicos puertorriqueños, tales como Rafael Hernández, Pedro Flores y Pedro "Piquito" Marcano, quienes estuvieron activos a partir de la década del 1920. Otros compositores e intérpretes puertorriqueños, como Plácido Acevedo, Noro Morales y Bobby Capó, vivieron en algún punto de sus trayectorias en la ciudad de Nueva York donde tuvieron una productiva carrera artística y discográfica. Debido a su inclusión en la emergente industria discográfica, los músicos puertorriqueños en Nueva York fueron responsables del impulso y popularidad de la guaracha en las décadas del 1920 al 1940. El arraigo de la guaracha en la primera mitad del siglo veinte en el quehacer musical de agrupaciones y orquestas de salón, como las de Noro Morales y Augusto Coen, aseguró que el género mantuviera vigencia a lo largo del siglo veinte. La guaracha junto al mambo, la bomba, la rumba y el son, es uno de los estilos musicales que influyó el desarrollo de la salsa durante la década del 1970. Debido a su contagioso ritmo, difusión e inclusión en producciones discográficas, el género ha asegurado su permanencia en el cancionero popular puertorriqueño.