Bomba

Información General

Por Noel Allende Goitía, PhD

La Bomba es un meta-género afropuertorriqueño bailable que emerge, a través del tiempo, de varias y diversas formas bailables africanas y afrodescendientes a través de nuestro archipiélago. Su práctica se daba tanto en las calles y plazas de centros urbanos como en los «soberaos» de las haciendas y plantaciones con grandes contingentes de seres humanos esclavizados. Los géneros bailables que componen este meta-género se conocen hoy por sus nombres propios: candungué, sicá, paulé, holándes, yubá, güembé, leró, gracimá, holandé, calindá, yubá, belén, cunyá, seis corrido y mariandá. 

Estos bailes fueron y son parte de una cultura general afrodescendiente en Puerto Rico. En el presente el formato de baile que se observa es el de un solo bailador frente al tambor. Sin embargo, la historia nos confirma que los bailes con bomba [tambor] formaron un grupo diverso de prácticas bailables que incluyeron bailes de figuras en cuadrilla, baile de pareja y para géneros específicos como el cocobalé, un baile de artes marciales con palos que es solo para varones. La organología [instrumentación] de este metagénero, como lo conocemos hoy día, se compone de dos tambores, llamados «el buleador» o tambor primo (primero), «el seguidor» o segundo tambor, una maraca, usualmente utilizada por la persona que canta, y el cuá, que es el acto de golpear una superficie al ritmo de los tambores. La práctica del cuá se basa en el modo de ejecución afrodiaspórico de usar unos palos y tocar en el costado de arpas, tambores o superficies disponibles. En Puerto Rico, a partir de evidencia fotográfica y de ejecutantes, se tocaba en el costado de uno de los tambores, además de usar segmentos de bambú o un barril pequeño. 

Las formas bailables actuales de bailes con bombas se basan en las tradiciones danzarias de Loíza, Santurce, San Juan (Barrio la Perla), y Cataño, que a su vez se nutrieron de las de Mayagüez, Ponce, Guayama e Isabela. Este proceso de fertilización cruzada se debió a la gran migración interna de la población afrodescendiente desde toda la Isla hacia San Juan al final de la década de los 1940 y a través de los 1950 (Zelinky, 1949). Durante esas dos décadas el gobierno crea leyes que codifican una política pública cultural que tuvo un impacto formativo en la ejecución de los bailes con bombas. Estas políticas culturales se implantaron a través de instituciones gubernamentales, como el Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Departamento de Instrucción Pública y la División de Educación a la Comunidad. Los programas de patrocinio a artesanos, grupos musicales y artistas de bombas dieron paso a unos procesos de folclorización cuyo resultado fue la agrupación del conjunto de prácticas danzarias afropuertorriqueñas, como prácticas genéricas discretas, bajo el nombre del instrumento acompañante: Bomba.

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