Javier Luna Sánchez (Córdoba, 1976) es emprendedor en el sector de la gestión y la animación sociocultural y lleva unido al Partido Animalista (PACMA) desde el 2012. También fue el fundador de la protectora Galgos del Sur, asociación de la que fue presidente. Desde su mayoría de edad, se ha implicado en colectivos en defensa de muchas causas sociales y animalistas. Fue el secretario del Consejo de la Juventud de Córdoba y está en movimientos vecinales desde 1998. Luna ha encabezado las listas de PACMA en las distintas elecciones y acoge todos los veranos a niños saharauis desde el programa “Vacaciones en paz” para que los pequeños puedan disfrutar un verano alejados de las difíciles condiciones que tienen en los campos de refugiados. Javier tiene tres perros y dos gatos, y aficiones como el cine, el márketing digital y de vídeo, el ciclismo, que practicó en su juventud, y el patinaje artístico.
En la actualidad preside PACMA, partido fundado el 24 de febrero de 2003, una formación cuyo objetivo principal, según Luna “es conseguir que las leyes mejoren para los animales”. El político cordobés es claro al hablar de la experimentación con animales: “El tema del maltrato en la experimentación animal es algo que es evitable y poco a poco se ha ido consiguiendo”.
—Como ya sabemos, usted es presidente de PACMA. ¿Cómo se dio cuenta que le gustaría dedicar su vida a salvar a los animales y evitar, por ejemplo, su maltrato durante la experimentación científica?
—Hace ya bastantes años que empecé con mi lucha por los animales porque estaba en contra de la tauromaquia y de la caza. A partir del año 2005 empecé a colaborar con protectoras de animales y, en el año 2012, entré en PACMA como coordinador de la provincia de Córdoba. Después, en el año 2021, ascendí a la presidencia, y actualmente sigo en este cargo.
Desde muy pequeño recuerdo que el sufrimiento de los animales me causaba un rechazo muy grande, y el tema de la experimentación animal es uno de los más crueles de todos los métodos en contra de los animales.
—En lo que se refiere al maltrato de los animales durante los experimentos científicos, ¿podría decirnos en qué consiste habitualmente su trabajo en este ámbito como presidente de PACMA?
—Nuestro principal trabajo en PACMA es conseguir que las leyes mejoren para los animales, no solamente para los perros y los gatos. También incluso para los animales que se utilizan en la ganadería, los que se utilizan para la experimentación o incluso los caballos que tiran de los carros. Para todo tipo de animales. Nosotros establecemos reuniones con otros grupos políticos para que estas leyes mejoren y también denunciamos en prensa y en los juzgados todos los casos de maltrato animal que vemos.
Además, hay una parte muy importante, que es que nos presentamos a elecciones para intentar conseguir representación política. Actualmente, PACMA es la primera fuerza política extraparlamentaria sin representación en el Congreso, porque es la que más cerca se ha quedado de entrar en el congreso, con unos 170 mil votos.
—PACMA es un partido político. ¿De qué modo actúa contra el maltrato animal en los laboratorios en sus actividades habituales y cuáles son sus mayores logros hasta hoy?
—Nosotros lo que intentamos es cambiar las normativas con la experimentación animal. Hay una directiva europea que a raíz de la cual se rigen el resto de países. En España se ha creado un decreto que regula la experimentación animal y nosotros lo que intentamos es que haya normativas para la experimentación mientras que se buscan métodos alternativos, que mejore su situación y que esos animales sufran el menor maltrato posible dentro de la experimentación.
Hay un caso muy reciente que fue en el año 2021 y en un laboratorio de Madrid que se llama Vivotecnia en el que salieron unas imágenes muy fuertes de cómo las propias personas que trabajan allí los maltrataban. Eran imágenes de conejos, de perros, de ratas y de todo tipo de animales. PACMA denunció este caso, ahora está en un juzgado y estamos esperando a que salga algún tipo de sentencia contra Vivotecnia.
—Ha dicho que PACMA es el único partido político que vela por los animales concretamente. ¿Cree usted que se crearán más partidos como PACMA en los próximos años?
—No, yo creo que no se crearán más partidos porque, desgraciadamente en la política, tanto los animales como la defensa del medio ambiente es algo que no le interesa a los políticos, porque a ellos no les da votos.
Por esto no se crean otros partidos políticos que velen por los animales, somos los únicos que estamos ahora mismo para defenderlos y, no solamente eso, sino también para reivindicar la política en relación con el medio ambiente, porque vemos que en el panorama político actual este tema está muy olvidado.
—¿De qué modo cree que el maltrato animal en la experimentación es algo que se puede evitar y cómo considera que se debe experimentar?
—El tema del maltrato en la experimentación animal es algo que es evitable y poco a poco se ha ido consiguiendo que cada vez más marcas, sobre todo con el tema de la cosmética, no utilicen el testeo con animales. Por ejemplo, ya en cosmética se están utilizando otros métodos, como el tema de piel artificial y se está utilizando incluso la informática o la probabilidad informática y otra serie de métodos que están haciendo que muchas marcas no testen con animales. Hay una organización que se llama Cruelty Free que tiene registradas hasta más de 2300 marcas que ya no utilizan animales. Para esto hace falta dinero, hace falta inversión para que se busquen métodos alternativos. Que también en las industrias farmacéuticas, que es con las que se están teniendo más problemas, se puedan utilizar métodos alternativos para que no se tenga que testar en animales.
—Sabemos que usted se presentó a la alcaldía de Córdoba y preside el PACMA en España. ¿Qué tipo de medidas de control contra el maltrato en la experimentación con animales piensa que son necesarias tanto a nivel local como a nivel autonómico y estatal?
—Principalmente, creemos que las medidas de control de la experimentación animal tienen que establecerse a nivel autonómico y también nacional. En el ámbito autonómico lo que se tiene que hacer es mejorar las leyes autonómicas que controlen de alguna forma o que regulen que no se maltraten animales durante la experimentación. Y a nivel nacional se tiene que modificar el decreto que actualmente existe para limitar el uso de animales dentro de la experimentación animal mientras que se van buscando otros métodos alternativos. Es algo en lo que el Gobierno de España se tiene que poner las pilas, ya que ha tenido advertencias por parte de la Unión Europea, que le está exigiendo a España en política de la experimentación animal que tiene que ser más contundente con lo que se está haciendo. De hecho, todavía en España se siguen utilizando animales como los primates, algo que debería estar prohibido ya por ley desde hace muchos años.
—Hay una ley, que se aprobó en 2024, sobre el bienestar animal. ¿Qué aspectos piensa usted que son mejorables en esta ley con respecto a lo que se hace con los animales en los laboratorios?
—Esta ley excluye y no protege a los animales de experimentación, y eso está en el preámbulo de la ley, al principio. Los ha dejado totalmente excluidos y, claro, habría que incluir su protección dentro de esta ley.
—Ha hablado usted del laboratorio de Vivotecnia. ¿Cómo han investigado este laboratorio y por qué creen que deberían de ir a juicio con ellos?
—Fue una organización internacional, Cruelty Free, que es de Inglaterra, lo que infiltró a dos personas dentro del laboratorio que tomaron imágenes, y eran imágenes muy duras. Incluso había animales que se morían durante la experimentación, pero también había imágenes sobre la forma de cogerlos o sobre la forma de cómo los dejan aislados. Fueron imágenes muy duras que provocaron un gran rechazo, una gran lucha. Eso es todo lo que te puedo decir de Vivotecnia. Lo que estamos intentando es que hagan alguna condena contra estas personas que tienen que ir a juicio por el maltrato. A nosotros nos hubiera gustado que la Comunidad de Madrid hubiera intervenido todos los animales de Vivotecnia y que hubieran cerrado el laboratorio experimental, pero la Comunidad de Madrid apoya la experimentación con animales y el laboratorio de Vivotecnia desgraciadamente sigue vivo. Además, llega a acuerdos con universidades como la de Barcelona.
—En su sitio web afirman que “115 millones de animales son utilizados cada año para pruebas de experimentación” en el mundo. ¿Por qué se ha llegado a un número tan alto de animales maltratados y de qué modo son fiables los resultados de estas pruebas?
—Como dijiste, 115 millones de animales son utilizados en el mundo para la experimentación animal. Ahí están las pruebas, que son muchísimas, totalmente innecesarias. Por ejemplo, para hacer una prueba que no tiene ningún tipo de sentido, se pueden utilizar tres mil animales. Los primero que tienen que ponerse las pilas en esto son los gobiernos de las naciones que están utilizando estos animales. Si estos gobiernos no se esfuerzan para que salga otro tipo de normativas para que no se utilicen los animales en los experimentos, es muy complicado. Esta es la lucha de muchas organizaciones animalistas que estamos peleando contra la experimentación animal. Pero hace falta voluntad política e inversión para acabar con la experimentación animal.
—En esa misma publicación hablan ustedes de “tests de irritación ocular o de la piel” para experimentos cosméticos. ¿De qué forma se puede defender el uso de animales para experimentos que no son esenciales para el avance científico?
—No se puede defender de ninguna forma. En el tema de la cosmética hay muchísimos productos que son “cruelty free”, la mayoría, y eso lo podéis ver cuando vayáis al supermercado, al Mercadona o a cualquier otro sitio, donde hay muchos productos cosméticos que vienen con un sellito que es como un conejito que está saltando, que indica que ese producto está fuera de la experimentación animal. Además, en cosmética hay métodos alternativos para no tener que utilizar animales. En España ya no se utiliza, pero en otros países todavía siguen utilizando animales para productos cosméticos, algo que es totalmente innecesario.
—Si nos vamos a casos concretos, ustedes denuncian en su web prácticas de maltrato animal en varios laboratorios. ¿En qué campos se realizan estos experimentos y cuáles son los más crueles y por qué?
—Lo más cruel es que muchas veces prueban algún tipo de virus, para ver la reacción del animal, y por eso a los animales no se les puede dar un segundo uso. Sobre todo, al testar medicamentos mueren muchísimos animales por las reacciones que tienen. Todos los métodos que se están utilizando en la industria farmacéutica son los más crueles al estar usando animales.
—¿Son más los animales que mueren durante la experimentación o solo en casos excepcionales?
—Son muchos los animales que mueren durante la experimentación.Todos estos datos dependen del Ministerio de Agricultura y se oculta lo que realmente pasa con los animales en los laboratorios. De hecho se quería aprobar una normativa para instalar cámaras de vigilancia en los laboratorios, pero no han dado ningún tipo de información al respecto. La verdad es que a ellos no les interesa enseñarte lo que está pasando dentro de los laboratorios.
—Usted dijo que muchos animales mueren en la experimentación. A los que sobreviven, ¿qué hacen con ellos?
—Realmente, entre la mayoría de animales que sobreviven, algunos los dejan para seguir experimentando y otros, dependiendo del estado en el que estén, los sacrifican porque la ley se lo permite. Estos animales en verdad nunca llegan a tener un futuro digno; solamente en casos muy excepcionales en los que la gente que esté en la experimentación animal decida dar en adopción a dichos animales. Pero realmente esos animales están para los laboratorios y mueren en un laboratorio tarde o temprano.
—Hemos leído que casi el 90% de los científicos están a favor de la existencia de la experimentación animal. ¿Qué significado tiene este hecho para el Partido Animalista y cómo los convencería para que cambiaran de opinión?
—El 90% de estos científicos que comentas que apuestan por la experimentación animal, es porque simplemente quieren los métodos más fáciles y no tienen ningún tipo de consideración hacia los animales. Por ejemplo, en España en nuestro código civil están recogidos como seres sintientes y los científicos no van a hacer ningún tipo de esfuerzo para cambiar este tipo de métodos. Yo intentaría convencerlos, pero más que hacerlos cambiar de opinión, habría que mentalizar a los gobiernos, que son los que tienen que poner las normativas y las leyes para evitar lo máximo posible que se utilicen animales en la experimentación científica. También podemos encontrar una pequeña parte de la comunidad científica que apuesta por métodos alternativos, pero para ello se necesita un desarrollo y una inversión económica. Sí es cierto que hay científicos y gente con ganas de trabajar, pero hay que darles una oportunidad y ayudarlos para que busquen esos métodos alternativos y que esos científicos no acaben fuera de España trabajando para otras corporaciones.
— Si se pudiese crear una ley que redujera la experimentación animal, ¿cómo sería y cuáles serían sus características principales?
—Para nosotros sería una ley que prohibiera el uso ya de animales en muchas materias y que además recogiera unos plazos para investigar el uso de otros métodos en la industria farmacéutica para que en un plazo de tiempo se pudiera aplicar y llegará un momento en que hubiera una prohibición total de la experimentación con animales. Las leyes hay que dotarlas de dinero, porque si no pasa eso, no se pueden cumplir porque son necesarios una serie de investigaciones y científicos trabajando en estos métodos.
También sería una ley con unas multas bastante grandes para el maltrato que pudieran llegar a sufrir estos mismos animales en caso de negligencia o en un caso de práctica no recomendable durante la experimentación animal. Al final, el objetivo de esta ley sería acabar con la experimentación en España, y con un determinado plazo de tiempo, que podría ser de unos diez años en España, aproximadamente.
—En cuanto a posibles alternativas, la Inteligencia Artificial está consiguiendo resultados en muchos ámbitos científicos. ¿De qué manera cree usted que puede ayudar a reducir e incluso a eliminar la experimentación animal en el presente y en el futuro?
—La Inteligencia Artificial yo la veo como algo positivo que puede ayudar muchísimo, sobre todo en el ámbito de las probabilidades dentro del campo de la experimentación animal, y habría que seguir desarrollando siempre que se le dé un buen uso. Hay gente que le está dando un mal uso, pero siempre que sea un buen uso, yo lo veo como algo positivo para poder evitar la muerte de muchos animales en la experimentación.
—¿Qué métodos propone usted para reemplazar los experimentos con animales?
—Sinceramente, yo no podría hablarte de ningún método concreto, porque son los propios investigadores los que tienen que trabajar en investigar qué métodos son más eficaces para cada campo de la experimentación animal. Pongo, por ejemplo, lo que está funcionando en cosmética, como el tema de la piel sintética, que se está utilizando. En otras situaciones sé que se está avanzando, pero no te podría decir ningún método concreto, aunque sé que los hay y que se está investigando en ello.
—¿De qué modo cree que desaparecerá en el futuro la experimentación animal y cuándo piensa que se sustituirá por métodos más efectivos?
—Yo realmente creo que en países de la UE, de aquí a veinte años, considero que si se usan animales será en un porcentaje muy bajo, porque Europa está avanzando mucho y las sociedades más modernas están avanzando. El problema van a ser terceros países donde no se respetan los derechos de los animales, como, por ejemplo, China u otros países donde realmente eso lo tienen muy oculto y no se plantean una cuestión ética con respecto a la utilización de animales. Entonces, al fin y al cabo, vamos a ver avances en la Unión Europea, pero, a lo mejor, dichos avances no los vamos a ver en China.
—¿Cree que en el futuro existirá un método más efectivo que el actual que es la experimentación animal para encontrar curas a ciertas enfermedades?
—Por supuesto. Nosotros lo tenemos clarísimo y, aunque todos estos métodos están por desarrollarse, sí que es cierto que hay una voluntad política en ciertos países y, en especial en la Unión Europea, para buscar estos métodos alternativos y así poder conseguir que se den avances, porque no es necesario usar animales para conseguir curas para la humanidad. Por último, aunque parezca absurdo, al año aún se están usando todavía 1.400 perros para la experimentación animal de raza Beagle, la mayoría. Ahora se utilizan menos que antes, pero, cuando yo empecé, en la Universidad de Córdoba y otras universidades utilizaban perros Beagle, tenían sus propios criaderos y lo peor de todo era que cuando acababan los experimentos tenían que sacrificarlos. Ahora hemos conseguido que algunos de esos perros no los hayan sacrificado y se dieran en adopción en otros países. Entonces, poco a poco, sí que se están dando ciertos avances, pero la verdad es que necesitamos que esos avances sean más grandes en este campo de la experimentación animal.
—Para acabar, usted dijo que la experimentación animal en Europa se reducirá notablemente. ¿De qué forma cree que la experimentación animal llegará a desaparecer algún día?
—Yo creo que, si conseguimos primero que la experimentación animal se reduzca en Europa, conseguiremos que también otros países del mundo adopten estas medidas. Y, sobre todo, hay algo que es muy importante: la concienciación de la ciudadanía en el respeto a los animales. Cuanto más respete un país a los animales, más conseguiremos que un gobierno tome medidas en favor de los animales. Por esto es muy importante que la humanidad entera respete a los animales y, por las referencias que yo tengo, en muchos países del mundo cada vez se respeta más a los animales y eso hará que en un futuro finalmente se consiga que no se utilicen durante la experimentación.
Porque también hay que decir que la humanidad ha elegido el camino más fácil, que es experimentar con animales. Por eso, con los avances tecnológicos que existen actualmente y el desarrollo de la ciencia podemos hacer que se pare de usar a los animales en la experimentación.